He sido una de las primeras en viajar en el Icon of the Seas de Royal Caribbean: nada me preparó para subirme al crucero más grande del mundo

El nuevo Icon of the Seas de Royal Caribbean no es un crucero normal. Es un crucero que te abrumará tanto que acabarás retirándote a tu minúsculo camarote más veces de lo que esperabas.

Lo ames o lo odies, este buque de 250.800 toneladas brutas ha llegado y es difícil de ignorar. Con 365 metros de eslora y 20 cubiertas de altura, el Icon of the Seas y su parque acuático en forma de espagueti multicolor destacan entre sus compañeros de la bulliciosa terminal de cruceros de Miami.

Acostúmbrate a la vista: el nuevo crucero más grande del mundo tendrá allí su puerto base durante un año de cruceros de siete noches.

Contemplando un barco de este tamaño, es difícil no preguntarse: ¿Ha ido la ciencia demasiado lejos? ¿Es tan abrumador como parece? ¿Es seguro? ¿Hará un agujero en la capa de ozono? 

(Las respuestas, por orden, son: tal vez, sí, sí, tal vez).

Estas fotos muestran cómo el barco más grande del mundo, el Icon of the Seas, eclipsa al Titanic

A Royal Caribbean probablemente no le importe que odies su nuevo destino vacacional flotante.

Porque mucha otra gente no lo sabe.

Michael Bayley, consejero delegado y presidente de la naviera, ha estado promocionando el Icon como "el producto más vendido en la historia de nuestro negocio".

Al igual que los viajeros que se apresuraron a reservarlo en 2022, provocando el mayor día de reservas de la historia de Royal Caribbean, el embarque en el Icon ha tardado mucho en llegar también para mí.

No soy fan de los cruceros, pero es difícil no sentirse intrigada por un complejo flotante que promete una cascada interior, un parque acuático y un camarote de 100.000 dólares (91.850 euros) a la semana.

Incluso viajé al astillero finlandés Meyer Turku en 2023 para visitar el barco cuando aún estaba en construcción.

Sin embargo, nada podría haberme preparado para mis tres noches en el Icon.

Antes de su debut el 27 de enero, Royal Caribbean me invitó a un crucero de cortesía de tres noches el 20 de enero.

Leer la lista de servicios del Icon of the Seas es una cosa, pero verla hecha realidad es otra muy distinta.

La naviera ha presentado su nuevo producto como "lo último en vacaciones familiares".

Y eso es exactamente lo que es, sobre todo si la prioridad de una familia es mantener a los niños entretenidos.

Si tienes un niño pequeño, diviértete pasando la mayor parte del tiempo en Surfside.

Esta zona al aire libre tiene la estética de un centro infantil gigante, con brillantes adhesivos de dibujos animados y pequeños parques infantiles (tanto secos como con agua).

No tengo seis años, pero ¿quién soy yo para resistirme a los churros de cortesía del puesto de aperitivos de Surfside?

Pero no me subí al tiovivo. Tampoco malgasté mi dinero en los salones recreativos.

En lugar de Surfside, pasé la mayor parte de la tarde en Thrill Island.

Seguro que has oído hablar de las instalaciones de esta zona al aire libre, que incluyen un parque acuático de seis toboganes y la atracción Crown's Edge.

Lo admito: me encantó el parque acuático.

El miedo que sentí en el tobogán de 14 metros de altura fue la primera emoción que experimenté en semanas.

Pido disculpas a quienquiera que oyera mi grito gutural y mi posterior asfixia cuando tragué un montón de agua caliente de la piscina.

Los demás toboganes eran los típicos de cualquier parque acuático terrestre, impresionantes para un barco. Sin embargo, había dos toboganes que requerían más de un ocupante.

Una vez más, me duele decir que me encantó el adrenalínico Crown's Edge.

"¿Por qué no pareces asustada?", me preguntó otra mujer de la fila mientras nos poníamos el equipo de seguridad.

Admití que no tenía ni idea de lo que me esperaba.

Después de ver el recorrido, comprendí rápidamente por qué me lo preguntaba.

Pronto me encontré luchando contra mi miedo a las alturas mientras saltaba entre las plataformas suspendidas.

Cuando la plataforma suspendida cayó repentinamente bajo mis pies, me vi a 47 metros por encima del océano mientras me lanzaba en tirolina de vuelta al principio del recorrido.

Thrill Island tiene clásicos más tranquilos, como una pista deportiva y un rocódromo.

Pero entre el tobogán acuático y el Crown's Edge, los gritos que se oyen en la zona son inevitables.

A la segunda tarde, desesperada por encontrar algo de tranquilidad, pasé corriendo por delante del parque acuático y el minigolf en busca del salón exterior exclusivo para adultos del barco.

Me recibió un bar (por supuesto), dos jacuzzis, una piscina infinita suspendida y filas escalonadas de tumbonas.

Por desgracia, enseguida me di cuenta de que este lugar se parecía más a un club de billar que a un lugar tranquilo.

Pero si tiene hijos, podría ser la escapada perfecta sin niños mientras estos se divierten en el parque acuático cercano.

El complemento de Thrill Island es Chill Island, que alberga cuatro de las siete —sí, siete— piscinas del Icon.

Chill Island era tan grande que el paseo en busca de tu piscina favorita podía considerarse una sesión de ejercicio.

No podría haber sobrevivido a la excesiva caminata sin los ascensores del Icon, por frustrantes que fueran.

El crucero tenía grandes vestíbulos de ascensores con pantallas táctiles para agilizar el control de multitudes. Los pasajeros deben introducir la planta que desean para que se les asigne un ascensor.

Pero una vez dentro, y a menudo después de una larga espera, las pantallas de los ascensores fallaban con frecuencia, lo que me hacía no saber cuándo iba a llegar mi parada.

Yo me sentía abrumada por todo esto, desde los ascensores, hasta la monstruosa cubierta de la piscina o el parque acuático selvático.

Encontré mi refugio de paz en Pearl Cafe, una opción informal para comer y beber que parecía propia de un aeropuerto.

Pero en general, no había forma de escapar de la música alta, la sobrecarga visual o las multitudes.

Podía pagar más para ir al spa o volver a mi camarote para escapar del ajetreo.

Así que hice esto último, quizá más a menudo de lo que lo había hecho nunca en un crucero tan corto.

Sin embargo, mi camarote con balcón y vistas al mar era demasiado estrecho para tratarse del crucero más grande del mundo.

El 80% de sus 2.805 camarotes están pensados para familias.

¿Acaso pensamos que una familia de cuatro personas podría coexistir pacíficamente en este camarote de 19 metros cuadrados con un baño tan pequeño que mis codos chocaban con las paredes?

Lo bueno es que mi camarote tenía una buena capacidad de almacenamiento y una televisión con Chromecast.

Pero imagínate pagar cientos de dólares por noche, por persona, para tener toallas que se deshacen, gel de baño y champú dos en uno, pero sin acondicionador.

(Los huéspedes de la Ultimate Family Townhouse, de 100.000 dólares a la semana, tienen artículos de tocador de alta gama de Malin and Goetz).

Y lo diré: la comida era de nivel medio.

Un mes antes, mis cenas en el nuevo y ultralujoso Seven Seas Grandeur de Regent Seven Seas incluyeron delicioso caviar y suculento foie gras.

El Icon no era el Grandeur.

Los calamares marinados del bufé fueron sorprendentemente mi plato favorito durante mis tres noches en el mar.

Pero las otras opciones de marisco del bufé eran duras y chiclosas, el aguacate de la tostada del desayuno no tenía sabor a aguacate y el jamón york estaba seco.

El salón de comidas, una primicia en Royal Caribbean, tenía opciones refrescantes como crepes y wraps y boles de inspiración mediterránea.

Mi wrap de pita era aceptable a pesar de los falafels densos y secos. Pero mi crepe de postre era tan dulce que el subidón de azúcar posterior podría haberme hecho saltar por la borda.

El comedor principal de tres pisos tenía un menú rotativo.

Pero mi cena allí no tuvo ningún éxito, y mi pastel de cangrejo estaba hecho migas y demasiado salado.

Aun así, me lo comí todo.

Solo la mitad de los 21 restaurantes del Icon son de acceso gratuito. Si quieres langostas y chuletones de lujo, tendrás que jugártela en un restaurante especializado.

Pero en el carísimo Hooked Seafood, el único plato memorable fue mi aperitivo de ostras.

Si bebiera, habría ahogado mi decepción en uno de los 20 bares y locales de ocio nocturno.

A mi yo estudiante le habría encantado el bar en la piscina, el puesto de champán y el bar "hazlo tú mismo" en el Royal Promenade.

Sin embargo, mi aburrido yo adulta quedó sorprendentemente satisfecha con las opciones de cócteles sin alcohol de cada uno de los bares.

Por la noche, el Royal Promenade también acogió un divertido desfile familiar con animados bailarines.

No hay mejor espectáculo que un alborotado desfile familiar junto a bares llenos de adultos borrachos.

Sin embargo, el club de la comedia exclusivo para adultos y el bar karaoke del Royal Promenade me parecieron más entretenidos.

Pero ninguno de los espectáculos superó a Aqua Action! y El Mago de Oz del Icon.

El primero es una deslumbrante exhibición de submarinistas, brazos robóticos de 2,7 metros de altura y natación sincronizada.

Odio la mayoría de los espectáculos de canto y baile de los cruceros: suelen ser aburridos, horteras y horripilantes.

Sin embargo, sentí una gran humildad ante El Mago de Oz: la escenografía, el vestuario y la orquesta de 16 músicos en directo eran impresionantes para una producción flotante.

A pesar de mi decepción con el comedor y el camarote, actividades como el musical hacen del Icon of the Seas una gran opción para familias con niños.

Como viajera adulta en solitario, quería ver más salones tranquilos. Pero el barco no estaba diseñado para viajeros como yo (alguien a quien le asusta el caos y los niños).

Por otro lado, estoy segura de que un niño al que le guste el caos probablemente no querría desembarcar nunca.

Claro, el diminuto camarote podría dar lugar a alguna riña. Y probablemente acabarás caminando varios kilómetros al día sólo para navegar por el barco.

Podría ser una de las vacaciones en crucero más abrumadoras y agotadoras que jamás haya hecho. (Yo desembarqué del Icon of the Seas hace dos semanas, y todavía estoy intentando procesar todo lo que vi).

Pero probablemente no haya mejor opción que el nuevo megabuque de Royal Caribbean si eres un padre que busca un crucero lleno de acción que mantenga a tus hijos suficientemente entretenidos.

Icon cuenta con los típicos clubes para niños y adolescentes. Pero teniendo en cuenta todos los demás servicios, es probable que los viajeros más jóvenes no pasen mucho tiempo allí.

Por lo menos podrás pasar las tardes en el club de la piscina solo para adultos mientras tus hijos se divierten en los toboganes cercanos.

El nuevo megabuque pasará el resto de 2024 realizando cruceros de siete días desde Miami a México, el Caribe y la isla privada Perfect Day de Royal Caribbean en CocoCay.

Las tarifas comienzan en 1.800 por persona en un camarote interior sin ventanas.