Los veinteañeros que dicen lo que piensan en el trabajo son la nueva normalidad y están cambiando para siempre el día a día en las oficinas

Sarah Jackson,
| Traducido por: 
Generación Z y trabajo.

Getty Images; Alyssa Powell/Business Insider

  • La generación Z tiene que escuchar a menudo eso de ser "la generación de cristal". Se les atribuyen una mayor fragilidad emocional que se extiende al ámbito laboral, creando el prejuicio de que los jóvenes son menos trabajadores que las generaciones anteriores.
  • Sin embargo, esta generación ha comenzado a alzar la voz, defendiendo que están tan dispuestos a trabajar como cualquiera pero sin renunciar a un buen sueldo y tiempo libre. Y están cambiando para siempre la cultura empresarial.

Sam Ghelli, de 23 años, estaba dispuesta a dejar su anterior trabajo cuando su jefe le hizo una atractiva oferta. "Me dijo: '¿Cuánto tengo que subirte el sueldo para que te quedes? Quiero que te quedes", cuenta Ghelli.

Pero Ghelli, fiel al estereotipo de la generación Z, se mantuvo firme. Estaba decidida a dejar el trabajo porque ya no estaba en sintonía con la cultura empresarial. Y, al final, su jefe de la Generación X le echó una mano, buscándole nuevas funciones y poniéndola en contacto telefónico con su actual jefe.

Puede que no parezca la típica relación con un jefe al que vas a dejar. Ghelli, que acabó la carrera en 2022, es uno de los miembros de la generación Z que intentan cambiar la cultura del trabajo.

Esta generación, que golpeada por una recesión pandémica, se encuentra en nueva era laboral que empezó justo cuando recibieron sus primeras ofertas. El entorno económico de escasez de mano de obra en Estados Unidos y el fenómeno de la Gran Renuncia se adaptaron a las necesidades de los trabajadores, durante un corto periodo de tiempo, subiendo los sueldos, con horarios más flexibles y políticas que dan prioridad a las personas. Para algunos recién graduados, es la única economía que han conocido.

Ahora, la generación Z está a punto superar en número a los boomers como población activa en 2024 en Estados Unidos, y sus deseos de trabajar menos días y cobrar más no son nuevos, pero su influencia sí lo es.

"El hecho de que siempre haya sido así no significa que tenga que seguir siéndolo. Los más jóvenes son los que llevan la voz cantante hoy en día", afirma Ghelli, añadiendo que la generación Z está empezando a importar más.

"Tenemos que liberarnos de estos horribles hábitos y expectativas que se han establecido en un precedente bélico de hace 100 años. Ya no es lo que tenemos que hacer. Y si queremos longevidad y felicidad, tenemos que empezar por donde empieza todo, que es, básicamente, el trabajo", argumenta Ghelli.

Más PTO (tiempo libre remunerado) y una semana laboral de 4 días

Este mes de julio, Business Insider, en colaboración con YouGov, realizó una encuesta a más de 1.800 estadounidenses de cinco generaciones, incluidos más de 600 miembros de la generación Z mayores de 18 años. En la encuesta, el 38% de los encuestados de esta generación —más que ninguna otra—, apoyó la idea de poder vivir cómodamente como clase media trabajando menos de 40 horas a la semana.

Normalmente, la generación Z comprende a las personas nacidas entre 1997 y 2012.

Sin embargo, los datos muestran que los trabajadores más jóvenes trabajan 40 horas a la semana, pero lo hacen durante menos horas que los millennials y los jóvenes de la generación X en la misma época de sus vidas. Según la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos, los jóvenes de 20 a 24 años que trabajan a jornada completa en la actualidad dedican una media de 40,4 horas semanales al trabajo, frente a las 41 horas semanales de 2002.

Jonathan Zunitch, estudiante de Derecho de 23 años, dice tener claros los límites entre su vida laboral y personal. Incluso en un campo como el Derecho, con tantas horas extras, será una consideración importante en su próxima búsqueda de empleo.

"Vivimos en un mundo con enormes lujos en comparación con lo que había en el pasado. Dados los lujos y la capacidad de producir cosas que tenemos hoy, creo que todos podríamos salirnos con la nuestra trabajando menos y manteniendo el mismo o similar estilo de vida", afirma.

La generación Z está forzando un ajuste de cuentas con las empresas que debería haberse producido hace años

Taylor, una joven de 24 años de Washington, DC, descubrió que un antiguo puesto en una empresa era completamente inflexible. Incluso cuando llegaba temprano y se marchaba ocho horas más tarde, se consideraba que se había ido antes de tiempo, a pesar de haber hecho su trabajo. Lo atribuye a la "estructura corporativa de trabajo de 9 a 5 a la que todo el mundo estaba acostumbrado". Incluso después de marcharse a lo que ella pensaba que sería un puesto más flexible en el sector tecnológico, la organización de la empresa le resultó irritante.

"Me disgustaba la idea de esta América corporativa tradicional en la que no puedes salir e ir a hacer tus recados, o tienes que reservar tiempo los domingos para prepararte para la semana laboral", señala. Ella defiende que no se necesita pasar 40 horas a la semana trabajando para tener éxito.

Antes de empezar en su puesto actual, Taylor comentó con sus posibles jefes por qué no quería trabajar los viernes por la tarde. Su justificación es que, en su campo, la gente no responde los viernes. Aunque puede y quiere trabajar si hay que hacer algo urgente, los viernes suele desconectar antes.

"Mucho de lo que he visto en varios estudios es que la gente dice: 'Mira, voy a trabajar desde casa el viernes; ese es el día que puedo utilizar para ir a jugar al golf por la mañana, o salir a correr, o recoger a mis hijos del colegio, o ir al dentista'", comentaba recientemente Nick Bloom, profesor de Stanford y experto en teletrabajo, en el podcast Working It del Financial Times. "Esos trabajadores recuperan esas horas los jueves por la noche o el fin de semana", añadía.

A medida que la generación Z se vaya incorporando al mercado laboral y los boomers y otras generaciones empiecen a jubilarse, Taylor cree que se producirá un "enorme" impulso a favor de la semana laboral de cuatro días.

"Creo que ahora vamos a seguir aumentando los límites y haciendo preguntas, como si esta reunión es productiva o si venir a la oficina cinco días a la semana es emplear nuestro tiempo de manera eficaz", argumenta Taylor.

La generación Z quiere un trabajo con propósito, y los jefes están escuchando

DeAndre Brown, quizás más conocido por su perfil de TikTok "Corporate Baddie", es miembro de la generación Z y hace vídeos humorísticos sobre su generación en el mundo laboral que han cosechado más de 700.000 seguidores y 40 millones de me gusta.

Los seguidores de Brown demuestran que las redes sociales como TikTok se han convertido en foros clave para que los trabajadores más jóvenes den rienda suelta a sus frustraciones y compartan sus ideas o soluciones para los problemas laborales. La facilidad para publicar un clip de 30 segundos sobre las experiencias del trabajo ha llevado a la generación Z, nativa digital, a hablar de su experiencia en Internet.

Los vídeos y mensajes de Brown han sido tan populares que dejó su trabajo para fundar una agencia de consultoría en la que, entre otras cosas, ayuda a las empresas a entender cómo trabajar con la generación Z y retener su talento.

"Las empresas solo buscan entender qué quiere la gente de mi generación", afirma Brown. A Brown le molesta que se diga que la generación Z no quiera trabajar. Por el contrario, cree que es probablemente una de las generaciones más trabajadoras, pero que tiene prioridades diferentes.

"Queremos trabajar, pero también tener una vida", afirma.

Tener un trabajo con un propósito es especialmente importante para los trabajadores de la generación Z.

"La generación Z destaca entre las cuatro generaciones aquí presentes al decir que quieren un trabajo en el que puedan ayudar a los demás", opina Jean Twenge, psicóloga y autora de Generations: The Real Differences Between Gen Z, Millennials, Gen X, Boomers, and Silents-and What They Mean for America's Future.

Además, la generación Z no tiene miedo de dejar un trabajo que no termina de convencerles: según datos de la empresa de nóminas Gusto, que trabaja con pequeñas y medianas empresas, la tasa de abandono voluntario de los trabajadores de 22 a 26 años ha superado continuamente a la de sus compañeros de más de edad en los últimos tres años.

A partir de 2022, el crecimiento salarial interanual de este grupo también ha superado al de sus homólogos de más edad; en octubre de 2023, seguían registrando un crecimiento salarial del 6,8%.

Los cambios que la generación Z está impulsando en el lugar de trabajo tendrán un efecto dominó que afectará a compañeros de todas las generaciones. Los miembros de la generación X tienen sentimientos encontrados ante la irrupción de la generación Z en el mundo laboral, y han manifestado a Business Insider que admiran y envidian a la vez la capacidad de la generación más joven para dar prioridad a su vida sobre el trabajo.

"Creo que siguen queriendo que el trabajo sea importante en sus vidas, pero están pensando en cómo encaja en su identidad, en su conciencia, de una forma más crítica de lo que creo que probablemente lo hicieron las generaciones anteriores", afirma Rob Bruno, profesor de Relaciones Laborales y de Empleo en la Universidad de Illinois Urbana-Champaign, director del Proyecto para la Renovación de la Clase Media y autor del libro What Work Is (Qué es el trabajo), que se publicará próximamente.

"Ese nivel de conciencia y pensamiento crítico sobre el trabajo es enorme", comenta. Y eso podría tener su propia repercusión en otras generaciones, que también tienen deseos de mejorar la vida laboral o el salario, pero no han tenido la misma plataforma para presionar.

Andrew Pickett, abogado litigante principal y fundador de Andrew Pickett Law en Florida, cuenta a través de un correo electrónico que su empresa se dio cuenta de que sus trabajadores de la generación Z valoraban la flexibilidad en sus horarios, así como la comunicación abierta y las oportunidades de crecimiento. En respuesta, la compañía añadió opciones de trabajo a distancia y ajustó su horario de oficina para dar cabida a horarios flexibles, y trabajó en la creación de una cultura donde sus voces son valoradas y consideradas y proporcionando retroalimentación regular y oportunidades de crecimiento y desarrollo.

Después de hacer estos cambios, Pickett dice que la firma vio una mejor retención y una mayor productividad y satisfacción laboral general.

"Sinceramente, creo que los miembros de la generación Z están aportando una nueva perspectiva e innovación a nuestro lugar de trabajo. Son pensadores creativos con conocimientos digitales que desafían constantemente el statu quo y nos empujan a probar nuevas ideas y estrategias. Su energía y pasión por el aprendizaje continuo también han tenido un impacto positivo en nuestra cultura de empresa", asevera.

"Algunos de esos cambios están teniendo lugar ahora debido a la generación Z y lo que están aportando al lugar de trabajo. En mi opinión, algunos de los miembros de las generaciones mayores se están beneficiando. Algunos de estos debates y cambios de los que estamos hablando son cosas que queríamos pero no creíamos que fueran posibles o accesibles", dice Julie Lee, psicóloga clínica y profesora adjunta de la Universidad de Nueva York.

Después de todo, si algo le han enseñado los últimos años a la generación Z y a los trabajadores en general, es que las cosas pueden cambiar en un instante.

"Si estamos progresando como sociedad, ¿por qué tenemos que hacer las mismas cosas que hacía la generación anterior? Si podemos trabajar menos y mantener el mismo estilo de vida, ¿por qué seguimos trabajando tanto?", sentencia Zunitch, estudiante de Derecho.

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