Google anuncia un beneficio de 15.000 millones en un trimestre marcado por los gastos de sus despidos y la apuesta por la IA

El CEO de Google, Sundar Pichai.
El CEO de Google, Sundar Pichai.

Justin Sullivan/Getty

  • Google logró un crecimiento plano en ventas en el primer trimestre de 2023: la mejoría es solo del 3% con respecto al mismo período del pasado año fiscal.
  • Sus beneficios netos, marcados por los gastos de los 12.000 despidos anunciados en enero, colman sin embargo las expectativas del mercado.

Google ha tranquilizado a los mercados tras presentar los resultados financieros correspondientes al primer trimestre del año fiscal. Las cuentas del gigante del buscador no han provocado sobresaltos, al anunciar ingresos de 69.787 millones de dólares (casi 63.600 millones de euros), lo que supone un crecimiento casi plano del 3% con respecto al mismo dato pero del mismo cuarto en 2022.

Donde el gigante tecnológico ha colmado las expectativas es en su beneficio neto. Entre enero y marzo de 2023 Google ha obtenido unas ganancias de 15.051 millones de dólares (algo más de 13.700 millones de euros). Supone una caída del 8% con respecto a los beneficios netos que obtuvo entre enero y marzo de 2022, pero los analistas se temían lo peor.

La compañía protagonizó una jornada de ligeras caídas en Nasdaq este martes, pero en las operaciones posteriores al cierre de mercado —y en el momento en el que se escriben estas líneas— sus acciones se estaban valorando con alzas del 4,2%. Estos han sido los principales datos de los resultados de Google en el primer trimestre (entre paréntesis, variación interanual):

  • Ingresos 1T 2023: 69.787 millones de dólares (+3%)
  • Ingresos publicitarios 1T 2023: 54.548 millones de dólares (0%)
  • Beneficio neto 1T 2023: 15.051 millones de dólares (-8%)
  • Beneficio operativo 1T 2023: 17.415 millones de dólares (-13%)

Sus ingresos publicitarios, en especial los provenientes de su motor de búsqueda y de YouTube, no crecen ni caen. En el mismo trimestre de 2022 esa cifra superó los 54.600 millones de dólares. En el primer trimestre el número cae a los 54.548 millones, lo que hace que algunos analistas piensen que esta área de la compañía ya ofrece síntomas de debilidad. 

Otra cifra llamativa es la caída del beneficio operativo en el trimestre, que se explica directamente por los gastos a los que la multinacional ha tenido que hacer frente tras reducir su plantilla en un 6%, como anunció a comienzos de año. 

La medida supuso la destrucción de 12.000 puestos de trabajo. En aquel momento, el CEO y presidente de la compañía, Sundar Pichai, dijo que la "difícil decisión" respondía a la necesidad de prepararse para "el futuro". En su informe financiero, Google detalla que la reducción de plantilla y la reducción de oficinas ha supuesto un gasto de 2.564 millones de dólares.

De esa cifra, unos 2.000 millones estarían destinados a pagar indemnizaciones por despido, mientras que el resto sería fruto de su desinversión inmobiliaria. La compañía no descarta seguir reflejando gastos en esas áreas en los próximos trimestres a medida que sigan evaluando la posición de la compañía, especialmente en el mercado inmobiliario al ser una gran inquilina de oficinas.

Otras novedades contables de la compañía son los cambios en el período de amortización de parte de su infraestructura técnica, que ya es efectiva, y que implica la ampliación de vida útil de muchos de sus servidores de 4 a 6 años y de ciertos equipamientos de 5 a también 6 años. También el aplazamiento de enero a marzo de los bonus con acciones que recibe parte de la plantilla.

Una sólida apuesta por la IA que se reflejará más en próximos trimestres

Después de que en 2022 los modelos de inteligencia artificial generativa se pusieran de moda, Google anunció que en 2023 se centrarían en la implementación de estas herramientas en diversas áreas de su negocio. Por eso, hace escasos días Google advirtió que el equipo de DeepMind, la compañía de IA que adquirió en 2014, trabajaría con el equipo del buscador.

Hasta ahora las ganancias o pérdidas que DeepMind podía obtener aparecían en el apartado de "otras apuestas" dentro de los informes financieros de Google. 

Google ya avanzó en la presentación de resultados del año pasado que desde este año fiscal DeepMind sería un área de negocio más como Servicios o Cloud. No obstante, los cambios en la estructura de la compañía —DeepMind trabajando con el área de Servicios— han pospuesto esa decisión a futuros informes.

Eso sí, las posibles ganancias o pérdidas que el departamento de IA de la tecnológica haya podido arrojar sí aparecen en este resultado financiero dentro de "otros gastos corporativos", en lugar de en el apartado de "otras apuestas" como hasta ahora.

Esta misma semana Google ha anunciado primero una versión de su modelo de lenguaje, PaLM, especializado en ciberseguridad: Sec-PaLM. Este nuevo modelo de lenguaje ya se está implementando en diversas soluciones de Google Cloud enfocadas a la seguridad informática, como Chronicle, VirusTotal o los servicios de inteligencia de amenazas de Mandiant.

La alianza que Microsoft anunció con OpenAI, desarrolladora de los modelos de lenguaje GPT (GPT-4 lleva disponible solo unos meses pero solo es accesible con una suscripción de pago de ChatGPT), fructiferó con Bing Chat: todo el potencial del motor de búsqueda de Microsoft y la opción de respuestas contextuales generadas por IA.

Google quiere hacer lo propio y por eso, como refleja en sus resultados, sigue trabajando en ese ámbito con el desarrollo de Bard. Sin embargo, Google Bard sigue todavía por debajo de Bing Chat e incluso han salido ingenieros de la multinacional hablando en los medios, reconociendo que desaconsejaron a la empresa lanzar de forma tan temprana un producto tan crítico como ese.

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