Google planea incluir IA generativa en su negocio publicitario

Las grandes tecnológicas deben hacer frente a toda clase de retos a la hora de sumarse a la ola de la inteligencia artificial generativa, pero uno de los importantes es encontrar la forma de rentabilizar esta tecnología. 

El desarrollo de los modelos lingüísticos que permiten que herramientas como ChatGPT o Bard funcionen es significativamente caro, no solo en términos económicos, sino desde el punto de vista de los recursos —como el agua o la energía— que se necesitan para hacerlos funcionar. Por este motivo, averiguar la forma de rentabilizar la inversión se convierte en una prioridad para sus desarrolladoras.

Microsoft ha optado por incorporar anuncios en algunas de las respuestas que ofrece el chatbot por IA de Bing, la nueva versión del buscador que ha sido impulsado por la tecnología de OpenAI (desarrolladora de ChatGPT o DALL-E). Una función que todavía se encuentra en fase de prueba, pero que permitiría a los anunciantes aparecer en las respuestas de estos generadores de texto. 

Sin embargo, el enfoque que va a adoptar Google con Bard, su apuesta para competir contra ChatGPT, parece que va a ser relativamente diferente. 

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Alphabet, la matriz de Google, tiene intención de incluir la inteligencia artificial generativa en su negocio publicitario para que los anunciantes puedan generar anuncios de sus propios productos utilizando esta tecnología, según publica el Financial Times. Este medio habría tenido acceso a una presentación interna que la compañía habría mostrado a sus anunciantes para explicar su propuesta.

En dicha presentación se explica que los anunciantes pueden aportarle a la IA contenidos "creativos", como imágenes, vídeos o textos relacionados con un producto concreto, y la inteligencia artificial "remezclará" ese material para generar anuncios basados en la audiencia a la que los anunciantes se quieran dirigir.

Una persona que ha tenido acceso a la presentación de Google ha declarado al Financial Times que les preocupa que la herramienta pueda difundir información errónea. "Está optimizada para atraer a nuevos clientes y no tiene ni idea de qué es verdad y qué no", ha señalado esta persona. 

Un portavoz de Google ha defendido que la empresa tiene previsto establecer barreras de seguridad para evitar estos errores, que comúnmente se conocen como "alucinaciones". Aun así, varios empleados del gigante tecnológico han denunciado que el lanzamiento de Bard fue "chapucero y precipitado", ya que se lanzó cuanto antes para intentar competir contra ChatGPT.