Google puede recuperarse del fracaso de Gemini: solo hay que ver lo que ocurrió con Apple Maps

¿Cuánto tiempo seguirá la gente dentro y fuera de Google enfadada por el desastre de Gemini, una situación en la que la tecnológica invirtió un montón de tiempo y esfuerzo en crear su propia versión de ChatGPT y acabó presentando un chatbot ideológicamente sesgado?

No tengo ni idea, pero sí que puedo decirte que la semana pasada hablé con un puñado de empleados de Google y me hice una idea bastante similar a la que planteaba hace unos días el periodista Alex Kantrowitz: que la gente que trabaja en el gigante de las búsquedas online está profundamente angustiada con respecto a este tema.

No porque se haya descubierto su plan secreto para infectar la tecnología de consumo con progresismo, porque ese plan no existe, sino porque la respuesta fallida a OpenAI ha puesto en entredicho la capacidad de Google para aprovechar todo su dinero y su capacidad intelectual para desarrollar un producto de primera clase.

Lo cual, si resulta ser cierto, es un problema bastante grave.

Por otra parte: Google tiene mucho dinero y talento, y la memoria de la gente deja bastante que desear. Así que la empresa tal vez pueda recuperarse de esto y la mayoría de la gente nunca se acordará de nada (si es que son conscientes de ello en un primer momento).

La semana pasada comparaba la situación que afronta Gemini en la actualidad con el torpe intento de Twitter de hace unos años de intentar censurar un artículo sobre el portátil de Hunter Biden, hijo del presidente estadounidense Joe Biden.

El fiasco de Mapas, el navegador de Apple podría marcar el camino a seguir

Pero seamos más positivos esta vez. ¿Te acuerdas de Apple Maps?

Concretamente: ¿Recuerdas cuando Apple lanzó su competidor de Google Maps en 2012 y terminó con un producto totalmente poco fiable, que les decía a los usuarios que hiciesen cosas como conducir hacia el océano?

Se suponía que Mapas, el navegador de Apple, iba a ser un arma crucial en la batalla de Apple contra Google por el futuro de la telefonía móvil, pero acabó siendo un fracaso tan rotundo que hasta Tim Cook tuvo que admitirlo.

De hecho, más que admitirlo: Cook, entonces recién ascendido a la dirección de la compañía, publicó una disculpa en toda regla en la página web oficial de Apple y les recomendó a los usuarios de iPhone que utilizasen los navegadores de empresas rivales hasta que Apple se pusiese las pilas. También despidió al ejecutivo encargado del producto.

Algo asombroso.

La teoría de la conspiración de Gemini, la IA de Google

Con el tiempo, Apple se puso las pilas y la gente empezó a utilizar su navegador, y ahora hay mucha gente normal que utiliza Mapas por defecto, y algunos de ellos incluso afirman que es mejor que Google Maps.

Así que ánimo, trabajadores de Google. Cabe la posibilidad de que la situación mejore. 

Eso sí: el tiempo transcurrido entre el batacazo del navegador de Apple y la llegada de noticias con titulares como: "La gente ha empezado a amar el producto más odiado de Apple", fue de más de una década.

Y no hay ninguna posibilidad de que Google disponga de diez años para alcanzar a Microsoft y a OpenAI. Si los chatbots son realmente el futuro y van a sustituir a muchas de las tareas que hacemos ahora (en el caso de Google, cruciales, como buscar cosas en un navegador), entonces Google no tiene nada parecido a una década para solucionar sus problemas.

Y... puede que vaya a tardar más de lo que debería.

Ahora mismo, más de una semana después de que internet empezase a señalar respuestas vergonzosamente tontas del generador de texto de Gemini (y a pesar de que Google está haciendo un sprint para arreglar estas cosas), todavía se pueden encontrar algunas chorradas sin mucho esfuerzo.

Por ejemplo: acabo de pedirle a Gemini que me ayude a diseñar una campaña publicitaria para vender combustibles fósiles, algo que se había negado a hacer anteriormente y que se convirtió en fuente de muchas burlas en internet.

¿Su respuesta? Ni hablar.

Van a tener que moverse mucho, mucho más rápido.