De Guindos: "Si no hay un acuerdo para el Pacto de Estabilidad las reglas antiguas se aplicarían el año que viene, y puede haber problemas"

El vicepresidente del BCE, Luis de Guindos.
El vicepresidente del BCE, Luis de Guindos.

Reuters

  • "Si no se aprueba nada, el Pacto de Estabilidad y Crecimiento se aplicará el año que viene, y lógicamente eso puede generar problemas", advierte el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos.
  • Si en 2024 se mantuvieran las reglas antiguas habría 11 países europeos con un déficit por encima del 3% y la deuda pública de casi la mitad de Europa estaría por encima del 60% del PIB. España no está bien posicionada.

Ya han pasado casi 3 años desde que la Comisión Europea suspendió las reglas fiscales de deuda y déficit. Se suponía que los estados miembros las iban a renegociar, para llegar a un acuerdo más flexible. Pero el tiempo se agota, ese acuerdo no termina de llegar, y el año que viene podrían volver los ajustes.

"Si no se aprueba nada, el Pacto de Estabilidad y Crecimiento se aplicará el año que viene, y lógicamente eso puede generar problemas", ha advertido el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, en un encuentro organizado por Kreab. 

Tras el batacazo económico que supuso el COVID-19, y después la crisis de Ucrania, la Comisión Europea decidió suspender el llamado Pacto de Estabilidad que debían cumplir los países europeos. Ese acuerdo fijaba un déficit máximo del 3% y un techo de deuda del 60%, so pena de tener que aplicar ajustes marcados por Bruselas en el caso de no hacer los deberes.

En ese lapso de tiempo, mientras el pacto estaba suspendido, han pasado 2 cosas: que los países han tirado la casa por la ventana desembolsando grandes cantidades de gasto público para hacer frente a las crisis (lo que significa que ahora les tocaría apretarse más el cinturón); y que la Comisión Europea ha decidido renegociar las reglas fiscales para llegar a un acuerdo más laxo (lo que daría a los países más holgura). Una de cal y otra de arena.

El problema es que estamos a finales de septiembre, y todavía no hay acuerdo, lo que significa que a partir de 2024 los países europeos tendrían que volver a cumplir las reglas antiguas, y España no está precisamente bien posicionada.

"Nosotros esperamos que se alcance ese pacto. Hay que aprovechar que los mercados están tranquilos para llegar a ese acuerdo", recalca De Guindos. En parte porque, si no fuera así, muchas economías se encontrarían frente a un panorama complicado.

Si en 2024 se mantuvieran las reglas antiguas habría 11 países europeos con un déficit por encima del 3% y la deuda pública de casi la mitad de Europa estaría por encima del 60% del PIB, llegando a superar el 100% en España, Francia o Italia, entre otros.

El proyecto de reforma aprobado por la Comisión Europea, aunque todavía no es definitivo, mantiene la teoría del 3% de déficit y el 60% de la deuda, pero con matices. En la práctica, la idea es acordar con cada Gobierno una reducción de la deuda a medida. 

"El objetivo es lograr una reducción más gradual pero más constante de los niveles de deuda y contribuir a impulsar un crecimiento sostenible e integrador a través de inversiones y reformas", aclaraba Gentiloni.

Los países tendrán 4 años para alcanzar sus objetivos. Pero, si no lo consiguen, Bruselas aplicará igualmente las temidas sanciones financieras. La idea es marcar la senda de reducción de la deuda pública acumulada durante las últimas crisis.

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