Adiós a los tacones y las corbatas: así es el nuevo 'dress code' de Wall Street

Emmalyse Brownstein,
Daniel Geiger,
Hayley Cuccinello,
William Edwards,
| Traducido por: 
Dress Code Wall Street
  • Las jóvenes promesas de Wall Street han adoptado un código de vestimenta más informal en las salas de reuniones y el parqué.
  • Business Insider ha entrevistado a los 25 jóvenes menores de 35 años de su lista anual de perfiles más prometedores de Wall Street, para averiguar cómo ha cambiado el 'dress code' en el mundo financiero.

Es posible que Wall Street vuelva al trabajo presencial, pero no lo hará en traje, sino en vaqueros y deportivas. La pandemia empujó a los gigantes financieros a adaptarse a una nueva normalidad en la que el código de vestimenta ya no era el mismo. Aunque el parqué no se parece en nada a la oficina de una startup tecnológica, la brecha de vestuario sí está cerrándose.

Luis Arteaga, vicepresidente de Barclays, recuerda que el traje y corbata eran estrictamente obligatorios cuando empezó como becario en el banco en 2017. "Si eras analista o becario, tenías que ir de traje completo y corbata. Y para las reuniones con clientes, era 100% un traje negro", comenta.

Ahora, lleva camisa abotonada y caquis. Para una reunión con un cliente, se pone una chaqueta informal o pantalones de otro color. "Parece un poco más moderno y menos soso que el traje negro que solíamos llevar", explica a Business Insider este trader de 27 años.

Hemos preguntado a los perfiles más prometedores de Wall Street de este año cómo ha cambiado su forma de vestir en los últimos años. Todas sus respuestas apuntan a la informalidad y, en algunos casos, a vestir de una forma más personal. Shanta Wu, investigadora de Fidelity Quant, de 31 años, dice que sus días de llevar traje han pasado a la historia.

"Las zapatillas son los nuevos tacones, y la chaqueta polar es la nueva americana", afirma.

Diversidad en el vestuario

Para algunas mujeres de Wall Street, el paso del estilo formal al casual les ha permitido salirse de la norma de traje y falda de tubo.

"Al principio de tu carrera, te vestías más para pasar desapercibida. Vestidos de colores oscuros, cosas que no fueran súper interesantes o llamativas. Ahora, la gente se viste un poco más como ella misma en lugar de parecer que lleva un uniforme", explica Kristen Powers, directora ejecutiva de 31 años en Morgan Stanley. 

La joven ha empezado a ponerse ropa que normalmente llevaría fuera de la oficina y ha notado el cambio en la forma de vestir de los empleados más jóvenes. "El vestuario empresarial femenino ha cambiado en general, y me parece ver mucho más color en el parqué que antes. Ahora hay más veteranas que visten como les apetece, lo que ha dado más libertad a las junior", argumenta.

Thom Browne camina por la pasarela con su característico traje corto durante su desfile Primavera/Verano 2023.
Thom Browne camina por la pasarela con su característico traje corto durante su desfile Primavera/Verano 2023.

SAVIKO/Gamma-Rapho/Getty Images

Anne-Victoire Auriault, de 35 años, socia de Goldman Sachs, afirma que estar en un puesto más alto también ayuda. "Como perfil junior, tenía que encajar un poco más, y por eso creo que intentaba vestir como la gente esperaba que vistiera", relata.

Para Jack Dillon, de Vista Equity Partners, que hizo prácticas con el diseñador de moda Thom Browne cuando estaba en la universidad, la autoexpresión sigue estando un poco limitada. "Tengo un montón de corbatas de Thom Browne que ya no me pongo. Un día llevé el traje con pantalones cortos al trabajo, y me dijeron que no volviera a hacerlo", cuenta el vicepresidente senior de 35 años.

Lululemon en la sala de juntas

Nadie en Wall Street parece seguir comprando corbatas de Ferragamo, mientras que muchos afirman que se inclinan por la ropa de estilo deportivo.

Están de moda las zapatillas blancas. Los tacones y los vestidos de tubo no.

"Definitivamente tiene sentido que las acciones de Lululemon suban", señala David Trinh, de 33 años, líder de Bridgewater Associates en divisas globales. "El mundo de los hedge funds, al menos en Bridgewater, ha sido siempre un poco más informal que el resto, pero hemos pasado de camisas con cuello y pantalones vaqueros a ir de Lululemno de arriba abajo, como yo ahora", añade.

La tendencia de la ropa deportiva también funciona bien para las empresas que se han trasladado fuera de Nueva York y a climas más cálidos durante todo el año, como Florida. Andrew Almeida, socio de Thoma Bravo, dice que al mudarse a Miami, su atuendo cambió totalmente. "En Miami hace mucho calor, así que todo llevamos ropa elástica deportiva", comenta el inversor de 35 años.

Cambiar los zapatos de vestir por deportivas

A finales de 2019, el CEO de Jefferies, Richard Handler, anunció que el banco de inversión tenía un dress code cada vez más informal. La CEO de Jefferies, Katya Brozyna, de 33 años, se deshizo definitivamente de los tacones y no tiene intención de volver a llevarlos, aunque algunos de sus compañeros sigan vistiéndose con formalidad tras la pandemia.

"Juro que todo el mundo se ha olvidado de la pandemia. La gente vuelve a venir con sus trajes y corbatas y sus Louboutin, y yo pienso: '¿qué sentido tiene?' Yo voy en vaqueros y zapatillas. Los tacones y las corbatas han muerto", señala Brozyna.

Nike Air Force 1 Low White '.
Nike Air Force 1 Low White '.

StockX

Las zapatillas son una opción popular. Benjamin Kiflom, gestor de carteras de Goldman Sachs Asset Management, es un gran aficionado a ellas. "La pandemia nos ha abierto las puertas", afirma. Sus favoritas son las Nike Air Force. "Son cómodas. Tengo de varios colores. Mi favorito es el gris hielo", dice. Pero todavía guarda un par de Oxfords clásicos bajo su escritorio, por si acaso.

Al parecer, la tendencia de la informalidad se extiende al distrito financiero de San Francisco, donde trabaja Neil Kamath, de 28 años, vicepresidente del equipo de TPG Tech Adjacencies. "La gente cambia los zapatos de vestir por los de andar por casa", apunta.

Vestirse para su público

Ya sea convenciendo a un cliente de que puedes gestionar sus millones o asesorándole sobre su próximo gran negocio, la primera impresión sigue siendo importante. "En la oficina, las cosas se han vuelto un poco más informales. Pero cuando te reúnes con clientes, la gente sigue yendo muy arreglada", dice Sarah Sigfusson, de 34 años, vicepresidenta del banco de inversión Bank of America. 

Conocer a tu público es clave, según Michael Wilkinson, de 35 años, responsable del banco corporativo y de inversión de Wells Fargo.

"Yo solía arreglarme mucho para todo, y ahora me parece que generas más confianza cuando te adaptas al estilo del cliente y no intentas impresionarlo arreglándote demasiado. Para muchas interacciones con los clientes, vestir de manera informal puede hacer que se sientan más cómodos y tengan una mejor experiencia con la interacción", argumenta.

Para Patrick McGoldrick, socio gestor de 32 años de la división de capital riesgo de JPMorgan Asset Management, a veces es más apropiado presentarse en zapatillas de deporte y vaqueros que con traje. "Cuando te reúnes con un joven de 22 años que tiene una idea excepcional y lleva una camiseta rota y vaqueros, creo que tu trabajo consiste en adaptarte a él. Y desde luego es mejor que llevar traje todos los días", defiende.

Nadim Laiwala, responsable de Moelis & Company, que también se reúne con gente del mundo de la tecnología, se siente identificado con esta visión. "Cuando te arreglas para reunirte con tus clientes, debes pensar que ir demasiado formal puede hacerles incluso sentir incómodos. Hay que encontrar el equilibrio", afirma.

Lo que más lleva son vaqueros con una camisa de manga larga y una chaqueta deportiva, además de unas zapatillas Zenga de 3 costuras. "Es un giro completo desde cuando empecé mi carrera, y era como ir de traje", añade Laiwala.

Esto es lo que opinan otros entrevistados: 

"La ropa se ha vuelto mucho más informal desde la pandemia y hay más diversidad sobre lo que se considera apropiado llevar a la oficina. He introducido más color y estampados en mi vestuario. Y ahora también llevo gafas, ya que supongo que mirar pantallas no es bueno para las retinas" - Rachel Hunter-Goldman, 33 años, responsable de KKR

"Tengo muchos más pares de pantalones de chándal y ropa deportiva que antes, lo cual agradezco mucho. No me gustan los botones, sobre todo después de 2 embarazos". - Luna McKeon, 35 años, responsable de Blue Owl Capital

"Definitivamente, la moda está cambiando más rápido que la sanidad. Lo único que he notado es el continuo estrechamiento de los pantalones y el 'ocio' como nueva temática del atuendo de trabajo. Ahora es aceptable ir mucho más informal. Cuando empecé, todo eran pantalones, camisa y corbata". - Ricky Mewani, 32 años, gestor de carteras sanitarias en Citadel

"Me he dado cuenta de que mucha gente lleva deportivas de gama alta al trabajo". - Dominic Rizzo, 30 años, gestor de carteras tecnológicas en T. Rowe Price

"Desde la pandemia, he sido madre de 2 hijos y, desde luego, ahora tengo más zapatillas planas que tacones en mi armario". - Lillian Qian Lin, 34 años, gestora sénior de carteras en Pimco

"La limpieza en seco ha bajado definitivamente. Todo lo que antes se limpiaba en seco ahora se queda en el armario". - Tori Gilliland, 30 años, especialista en relaciones con inversores en Point72

"Siempre he vestido fatal. Pero creo que ahora los demás se parecen más a mí en lugar de ser yo la persona peor vestida." - Michael Dunn Goekjian, 28 años, responsable de Apollo Management

"¡Me pongo zapatillas más a menudo! A menos que tenga una reunión formal, el calzado cómodo es la clave". - Rachel Barry, 31 años, BlackRock

"A los pocos años de empezar mi carrera dediqué algo de tiempo a aprender sobre los tipos de cuerpo y qué colores, tejidos y cortes quedan mejor. A raíz de esa investigación, decidí invertir en algunas prendas clásicas. Pero soy el tipo de persona que, si puede simplificar una tarea diaria, ¡sin duda lo hará!".  - Yi Yi, 31 años, trader sénior de bonos estadounidenses en Citadel Securities 

"Es agradable que los días de llevar mascarillas para las reuniones de negocios hayan quedado atrás". - Chris Dell'Amore, 34 años, responsable en Blackstone

"Para mí, no ha cambiado. Siempre he llevado pantalones y una camisa de botones, me remango y me pongo a trabajar. Repongo mi vestuario en el mismo sitio para no tener que pensar en ello. En realidad no ha cambiado, siempre ha sido lo mismo". - Peter Gylfe, 35 años, gestor de cartera senior, Millennium

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