Hacer largas pausas mientras estudias te ayuda a potenciar la memoria, según la ciencia

Una adolescente estudiando en la cama
  • Preparar los exámenes con poca antelación nunca ha sido una buena idea, entre otras cosas porque perjudica el descanso necesario para el estudio.
  • Hacer largas pausas mientras estudias es de gran ayuda para potenciar la memoria, según una teoría formulada por un psicólogo alemán.
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Si eres de los que prefieren estudiar el día antes seguro que sabes que esta técnica no es la mejor, aunque te sirva para aprobar o incluso obtengas buenos resultados así.

El agobio de preparar los exámenes con poca antelación se traduce en un atracón de horas de estudio, algo que perjudica al descanso y que no es beneficioso para tu memoria.

Esto no es una creencia popular: la ciencia sostiene que estudiar con tiempo suficiente y tomar largas pausas mientras tanto potencia la memoria y te ayuda a sacar mejores notas en los exámenes.

Así lo afirma una teoría llamada Efecto de Espaciamiento, elaborada por el psicólogo alemán Hermann Ebbinghaus en el siglo XX.

Según dicha teoría, tomar largas pausas mientras intentas aprender un texto o documento sirve para reforzar la memoria a largo plazo. Esto significa que estudiando con calma y los descansos necesarios vas a retener los apuntes en la memoria durante más tiempo.

El Efecto de Espaciamiento no se ha quedado sólo en la teoría, sino que es una técnica que se ha demostrado en animales. Los neurocientíficos Annet Glas y Pieter Goltstein lo comprobaron al estudiar el funcionamiento de las neuronas de los ratones.

El análisis elaborado por estos expertos se llevó a cabo a través de una prueba práctica. Los roedores fueron introducidos en un laberinto en el que se escondió una porción de chocolate en 3 ocasiones seguidas. 

Este trozo de comida estaba siempre en el mismo sitio para que los ratones pudiesen memorizarlo. Entre prueba y prueba se hicieron diversas pausas, que se aprovecharon para medir la actividad neuronal de los roedores. 

Los científicos obtuvieron como resultado que hacer descansos no mejora la capacidad memorística de forma rápida, pero que sí es capaz de hacerlo a medio y largo plazo, ya que los ratones eran capaces de recordar la ubicación del chocolate en el laberinto al día siguiente.

Esto sucede porque el cerebro de los ratones pudo fijar la cadena de neuronas que usaban para retener en la memoria el recorrido corrector del laberinto. Gracias a la pausa se quedaba mejor en el recuerdo.

Además, el estudio también descubrió el tiempo óptimo que debe durar cada uno de estos descansos: entre 30 y 60 minutos. En el caso de ser una pausa más larga o corta se pierde algo de capacidad de mejora.

Puedes poner en práctica esta técnica entre tema y tema, haciendo descansos de esta duración para fijar lo aprendido en la memoria.

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