Por qué las enfermedades no transmisibles preocupan tanto a la ciencia: la respuesta está en las casas

Mujer enferma en su casa

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  • Un estudio ha asegurado que las madres y los hijos pequeños pueden compartir el 35% del microbioma bacteriano.
  • Las personas de la misma ciudad pueden compartir hasta el 8% de sus microorganismos intestinales.

El cuerpo humano es el hogar de billones de bacterias, algunas de ellas beneficiosas para el organismo. El sistema gastrointestinal es uno de los lugares donde conviven más microorganismos, que funcionan en simbiosis como un reloj suizo.

Un estudio publicado en la revista Nature ha demostrado que el entorno de convivencia puede determinar los microbios que viven en el organismo humano y las futuras enfermedades que podrían desarrollar las personas. Los convivientes pueden llegar a compartir hasta el 32% del microbioma de su boca y el 12% del intestinal

Esta investigación cuenta con 5.000 participantes de 20 países de todo el mundo y ha acabado con las dudas acerca de la transmisión de cepas bacterianas: se produce de forma horizontal y vertical. El método horizontal es el más común entre convivientes y el vertical entre familiares sin importar su unidad de convivencia. Dentro de una familia se pueden conseguir niveles de transmisión de hasta el 35% entre madres e hijos pequeños, o un 8% entre hermanos gemelos.

Cómo vivir más de 100 años: los investigadores creen haber encontrado el secreto para que cualquiera pueda lograrlo.

¿Y los que comparten cuidad? El estudio ha concluido que dos personas que comparten ciudad sin ningún tipo de parentesco compartirán hasta un 8% de sus microorganismos intestinales.

Las bacterias pacíficas pueden alterar el equilibrio

Las bacterias son las protagonistas del microbioma intestinal. Aquí habitan millones de microorganismos de forma "pacífica", aunque el equilibrio es complejo y se puede romper si entran en el juego otras bacterias perjudiciales, ha explicado Xataka.

Los efectos de los microorganismos infecciosos van más allá de un simple virus estomacal. Algunas bacterias que habitan en el tránsito intestinal se han llegado a vincular con diferentes tipos de cánceres, otras incluso pueden afectar a la salud psicológica del paciente.

Las enfermedades no transmisibles son las protagonistas

Las enfermedades infecciosas han dejado de ser la principal preocupación de los científicos debido al importante descenso en la mortalidad en las últimas décadas. Ahora la preocupación son las enfermedades no transmisibles con un enorme potencial de cronificarse.

No todo es tan bonito como parece en el mundo de las enfermedades provocadas por microorganismos. Han llegado las bacterias multirresistentes para darle la vuelta a la tortilla, aquellas que han mutado y no se pueden combatir con medicamentos, solo esperar a que no se propaguen. La ciencia está estudiando ahora el rol de las bacterias en el cuerpo humano para comprender cómo cerrar las vías de acceso a las bacterias resistentes.

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