Cocinamos hamburguesas en familia de 4 formas diferentes, y esta fue la ganadora de cada uno
- Preparamos hamburguesas en familia usando cuatro electrodomésticos diferentes para descubrir el mejor método para cocinarlas.
- Cocinamos el mismo tipo de hamburguesa usando la parrilla, la sartén, la freidora y el horno.
- Para mi gusto la freidora de aire es el aparato más sencillo, pero algunas personas de mi familia preferían otros.
En casa nos chiflan las hamburguesas. En especial, le pirran a mi hijo adolescente, que incluso en un reputado restaurante de carnes pedía una hamburguesa con queso simple.
Celebramos una noche de hamburguesas semanal con la misma fidelidad que honramos el martes de tacos, pero nos gusta cambiar las recetas y los métodos de cocción.
Recientemente, decidí poner a prueba a mis electrodomésticos: mi freidora, sartén, horno y parrilla se sometieron a juicio para ver cuál hace la mejor hamburguesa.
Comencé reuniendo algunos ingredientes básicos y haciendo hamburguesas caseras.
En el supermercado, compré carne picada, panecillos para hamburguesa y queso americano, el aderezo para hamburguesas favorito de mi hijo.
Prefiero las hamburguesas hechas a mano a las opciones congeladas, así que me puse a trabajar haciendo una hamburguesa para cada miembro de mi familia. Nuestra preferencia es utilizar una mezcla de 80 a 20 de carne molida para mantener algo de grasa en la carne.
Me gusta mucho una receta de hamburguesa de carne que encontré que utiliza una panade (una mezcla de pan y leche) junto con salsa de tomate, salsa inglesa, ajo picado, sal y pimienta.
El horno era la forma más sucia de cocinar una hamburguesa.
Después de escanear los resultados de búsqueda en Internet para encontrar la mejor manera de cocinar una hamburguesa en el horno, me decidí por la fórmula de a 220 grados centígrados durante 15 minutos.
Coloqué una rejilla para cocinar encima de una bandeja para hornear galletas y deposité la hamburguesa sobre ella.
El tiempo de cocción fue perfecto, pero me resultó difícil limpiar la grasa de la hamburguesa de la bandeja para hornear galletas primero y de la rejilla después.
La hamburguesa al horno fue la favorita de mi hija.
Encontré que la textura de la hamburguesa al horno se parecía más al pastel de carne que a la de las hamburguesas normales, pero resultó ser la favorita de mi hija.
Esta era la primera vez que alguno de los miembros de mi familia comía una hamburguesa preparada de esta manera, y definitivamente la carne estaba tiernísima. Parecía derretirse en la boca sin la textura exterior crujiente que a veces proporciona una parrilla o una estufa.
Cocinar una hamburguesa en la sartén también fue complicado, pero valió la pena.
Freír cualquier cosa en una sartén conlleva grasa que explota y un poco de desorden, y cocinar una hamburguesa de este modo no fue la excepción.
Siguiendo algunas recetas online, agregué un poco de aceite a la sartén y cociné la hamburguesa durante unos cuatro minutos por cada lado, ocho minutos en total. Mi objetivo era lograr un punto de cocción medio para la carne.
Este era probablemente el segundo método de cocción más complicado, ya que requería lavar la sartén y luego limpiar la superficie de la estufa.
El método se convirtió en mi forma favorita de cocinar una hamburguesa.
La estufa proporcionó la cantidad perfecta de caramelización en el exterior de la hamburguesa. El exterior crujiente era sabroso y delicioso, y de todas, fue la hamburguesa a la que quise dar más bocados.
Nos gusta espolvorear condimento para carnes en el exterior de nuestras hamburguesas, y la sal y el picante del condimento realmente se destacaron después de quedar crujientes en el aceite para freír.
Usar la parrilla mantuvo el desorden fuera de mi cocina.
Soy una gran admiradora de las parrilladas, especialmente en verano, cuando intentamos mantener nuestra casa fresca.
Al igual que con el método de la sartén, mi esposo pasó unos ocho minutos asando la hamburguesa y dándole la vuelta a mitad del cocinado. Cualquier goteo o exceso de grasa se derritió al tocar el carbón caliente, dejando muy pocos residuos para limpiar.
Al igual que con el método de la sartén, mi esposo pasó unos ocho minutos asando la hamburguesa y dándole la vuelta hasta la mitad.
Mi hijo, un verdadero aficionado a las hamburguesas, se decantó por la parrilla.
Como verdadero fanático de las hamburguesas, mi hijo preferió la hamburguesa a la parrilla. Disfrutó de los sabores ahumados de la carne, y afirmó que todavía podía saborear las llamas sobre las que se cocinaba.
Estoy de acuerdo en que la hamburguesa a la parrilla estaba muy buena, especialmente una vez cubierta con queso americano cremoso. No tenía la caramelización de la hamburguesa al horno, pero sí sabrosas marcas de parrilla.
Tengo que reconocer que la freidora hizo una hamburguesa muy buena.
No sé si hay algo que una freidora de aire no pueda hacer. Lo precalenté a 190 grados centígrados y cociné la hamburguesa durante seis minutos antes de darle la vuelta y dejarla cocinar durante otros dos minutos más.
La limpieza fue mínima, ya que las cestas de nuestra freidora de aire son aptas para lavavajillas. Todo lo que teníamos que hacer era tirar la grasa y poner a lavar la cesta junto a muchos platos de la cena.
La desventaja de usar la freidora fue que al usarla para la hamburguesa, las patatas fritas —que normalmente preparamos en este electrodoméstico— las tuvimos que hacer en el horno. Las terminamos en la freidora mientras las hamburguesas reposaban unos minutos.
Mi esposo, maestro de la parrilla, ahora es del "Team Air Fryer".
A mi esposo le gusta asar a la parrilla, pero bajo su juicio, el método de la freidora de aire produjo la hamburguesa más sabrosa. Lo comparó con una albóndiga bien condimentada.
Entiendo perfectamente su punto: la hamburguesa no tenía marcas de carbonización ni caramelización, por lo que era fácil centrarse solamente en los sabores de la carne.
Para una noche entre semana, volvería a hacer hamburguesas en mi freidora para mantener el esfuerzo y la limpieza al mínimo. Otra ventaja es que no humea como lo hace un horno, algo que apreciamos en Florida en pleno verano.
Cada método dio como resultado una hamburguesa con un sabor diferente.
Cocinar una hamburguesa en el horno produjo una textura tierna y desmoronada y le dio a la hamburguesa una vibra claramente parecida a la de un pastel de carne. Pero probablemente no volvería a cocinar hamburguesas con este método, ya que la limpieza resultó muy complicada.
La hamburguesa en la sartén nos dio vibraciones gourmet, produciendo una hamburguesa caramelizada ligeramente grasosa que era muy sabrosa. Y la parrilla produjo una hamburguesa maravillosamente carbonizada que sería perfecta para comidas al aire libre de verano.
Pero la freidora puede convertirse en mi nueva forma de cocinar hamburguesas. Todos disfrutamos la forma en que conservó muchos de los sabores y la limpieza fue increíblemente simple.
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