Por qué el fin de la huelga de guionistas de Hollywood obligará a plataformas como Netflix y Disney más transparencia en sus datos

Huelga frente a Netflix

Reuters

  • Aunque el uso de la IA se ha llevado buena parte de los titulares, el acuerdo entre guionistas y patronal en Hollywood contempla otras cuestiones.
  • Destaca una nueva política de manejo de datos que obligará a las plataformas a ser más transparentes.

Fumata blanca. Tras casi 150 días de huelga ininterrumpida, el pasado domingo el sindicato de guionistas de EEUU y la patronal llegaron a un principio de acuerdo que permite desbloquear una situación que llevaba camino de poder llevarse por delante a toda la industria del entretenimiento.

Con nocturnidad y alevosía, sindicatos y patronal presentaron un documento de casi un centenar de páginas que sirve para sentar las bases de un futuro convenio. 

Aunque este todavía debe superar varios trámites como la aprobación por parte de los miembros del sindicato y su redacción definitiva por parte de ambas partes, muchos ven ya el final de un largo túnel que los ha mantenido alejado del trabajo durante meses. 

Por ahora, el sindicato ha enviado un correo a sus miembros pidiendo parar los piquetes mientras se ultiman los detalles del acuerdo. Este dará por otra parte el pistoletazo de salida a las negociaciones entre patronal y actores.

Lo primero que ha llamado la atención del acuerdo es que, en cuestión de manejo de la IA, los guionistas se han salido con la suya en casi todos los puntos

En concreto, la IA no podrá escribir ni reescribir material literario. De igual manera, el material creado mediante generadores automáticos de texto no podrá utilizarse como material original. Vamos, que la IA no podrá considerarse nunca como un autor legítimo de una obra. 

En la práctica, evita uno de los mayores temores de los guionistas, a saber: que los directivos de una productora les pidan que retoquen un guion generado, por ejemplo, por ChatGPT, y que el resultado de este trabajo finalmente pertenezca a la productora, no a los propios guionistas. En el marco del nuevo convenio, esto en principio no podrá ocurrir.

 

El sindicato de guionistas, por otra parte, se reserva el derecho a considerar en el futuro como explotación de derechos el eventual entrenamiento de una IA alimentada, por ejemplo, con montones y montones de guiones de cine.

No obstante, a ojos de algunos expertos no es precisamente la cuestión de la IA la que debería centrar los análisis del acuerdo. 

"La IA es lo más llamativo, pero lo que va a cambiar las reglas del juego es el nuevo tratamiento de los datos", ha explicado Katharine Trendacosta, directora de Política y Defensa de la Electronic Frontier Foundation y reportera que ha cubierto la huelga para medios como Vice y Defector.

Concuerda con ella en un artículo de The Verge Alex Cranz, redactora jefe del medio que ha seguido también de cerca los últimos acontecimientos de la huelga de Hollywood.

"Los datos de streaming han sido esencialmente un agujero negro. Esto significa que nadie que trabaje en proyectos en Hollywood sabía lo bien que iban esos proyectos, lo que creaba un problema porque la remuneración de los proyectos está directamente ligada al rendimiento", ha explicado.

Ahora, reata, los estudios tendrán que proporcionar a la WGA (el sindicato de guionistas, por sus siglas en inglés) datos reales. 

En concreto, tal y como refleja el documento, deberán proporcionar "el número total de horas emitidas, tanto a nivel nacional como internacional, de programas de streaming de alto presupuesto [el escrito considera como tales las producciones que superen los 30 millones de dólares] producidos por ellos mismos". 

Esto significa que Netflix, Disney Plus, Amazon y los demás streamers deberán abandonar poco a poco las crípticas y extrañas gráficas que, a cuentagotas, han ido proporcionando a los medios en los últimos años sobre el rendimiento de sus estrenos. Al menos, de cara a los guionistas.

Aunque estos datos pueden estar sujetos a acuerdos de confidencialidad y nada garantiza que se vayan a acabar filtrando a los medios, los expertos ponderan como un paso positivo que al menos el sindicato de guionistas de EEUU pueda tener información fiel de la audiencia de las plataformas.

"Una vez que empiecen a circular cifras reales, será mucho más difícil para los streamers afirmar que un proyecto ha tenido éxito cuando nadie que conozcas haya oído hablar de él, o decir que un programa se está cancelando por falta de interés cuando las cifras sugieren una historia diferente", concluye Cranz.

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