Por qué la IA generativa en realidad es una inversión "antipática" para los fondos de inversión

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  • La IA es la tecnología de moda, la innovación llamada a transformar todo tipo de sectores en los próximos años. Su eclosión en el último año ha desatado una lluvia de dinero de las firmas de capital riesgo a las startups más prometedoras del sector.
  • Los fondos recuerdan, sin embargo, que invertir en la IA generativa resulta a día de hoy, como poco, "antipático": es una tecnología cara y la cantidad de proyectos que existen dificultan distinguir el grano de la paja.

Es la palabra de 2023 y es posible que termine siéndolo también en 2024. La IA está más de moda que nunca desde que en cuestión de meses herramientas generativas como ChatGPT, de OpenAI, la empresa cuyas riendas ha vuelto a tomar recientemente Sam Altman, saltaran a la palestra para conquistar por fin el corazón del gran público.

Gracias a sistemas cada vez más intuitivos, las herramientas basadas en el deep learning son cada día más accesibles para los consumidores y, por tanto, más interesantes también para las empresas y los fondos de inversión.

En este contexto, cabría esperar un aluvión de millones por parte del capital riesgo. Y algo de eso hay, aunque con notables matices. En una charla mantenida en el marco del Tech Insider, evento organizado por Business Insider España y patrocinado por Havas Media Network, algunos de los expertos españoles más reputados en el ámbito del capital riesgo han explicado cuál es la otra cara de la inversión en una tecnología tan incipiente pero de la que, por otra parte, se esperan grandes cosas.

"Soy un firme creyente de que tiene que haber más inversión en general. España ha crecido mucho en fondos, hemos pasado de captar 200 o 300 millones al año a captar 2.000 o 3.000. Esto al final va a empresas que generan empleo, marketing...", explicó Aquilino Peña, cofundador y socio de Kibo Ventures.

"La IA es la mayor categoría de inversión ahora mismo para nosotros. Pero hay que recordar que son modelos de negocio antipáticos desde el punto de vista del capital porque son muy caros. No es que todo el dinero vaya a ingenieros, pero sí hay que gastar mucho en equipos y en capacidad de cómputo", añadió.

Por otra parte, ponderó Peña, hay que sumar el gasto que supone comprar los datos con los que se alimentan estas tecnologías, mantenerlos, lo que representa un coste variable. "El capital es un arma competitiva, y en España no tenemos armas tan grandes como en otros sitios. Por eso hay que ir menos a las infraestructuras y más al desarrollo de casos que tengan sentido". 

Aquilino Peña, cofundador y socio de Kibo Ventures.
Aquilino Peña, cofundador y socio de Kibo Ventures.

Business Insider España

Los datos avalan este punto de vista. Por primera vez en la última década, la inversión privada interanual en inteligencia artificial ha descendido, según datos del Artificial Intelligence Index Report de 2023, elaborado por la Universidad de Stanford.

En concreto, la inversión privada mundial en IA fue de 91.900 millones de dólares en 2022, lo que supuso un descenso del 26,7% desde 2021. El número total de eventos de financiación relacionados con la IA, así como el número de nuevas empresas de IA financiadas, también disminuyó. 

Esto, considerando que, durante la última década, la inversión en IA ha aumentado significativamente. En 2022, el volumen de inversión privada en IA fue 18 veces mayor que en 2013. 

La cuestión resulta especialmente importante en un contexto en el que en Europa la inversión del capital riesgo se ha desplomado un 45% en el último año, según el último informe anual de Atomico.

Esto se ha dejado notar sobre todo en las rondas de más de 100 millones de dólares en el viejo continente. Este año apenas se han registrado 36 frente a las 163 de 2022 y las 200 de 2021. Como resultado, Europa ha sumado solo siete unicornios más, entre los que se encuentran empresas como DeepL, Helsing.ai, Synthesia o Quantexa, entre otras.

La IA representa una buena oportunidad de revertir parte de estos datos. De entre esos casos de uso, Peña destacó, por ejemplo, a empresas como Mitiga Solutions, una startup que recientemente ha levantado más de 12 millones de euros y cuenta entre sus socios a grandes empresas como Indra, Microsoft y la Cruz Roja en Dinamarca.

Se trata de una empresa que utiliza la IA para adelantarse a los peligros que trae consigo el cambio climático: temperaturas y precipitaciones extremas, inundaciones costeras y fluviales, estrés térmico, sequía, incendios forestales y vientos extremos.

"Le ayudamos a adaptarse a la nueva realidad del riesgo climático: más fenómenos extremos a gran escala, una mayor recurrencia de pequeños fenómenos con impacto acumulativo y una geografía cambiante de la distribución de los peligros", explican desde la propia empresa.

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