¿La IA puede resucitar a tus seres queridos? Una empresa china ofrece deepfakes para intentar procesar el duelo

La inteligencia artificial ha demostrado ser una tecnología muy potente, que ofrece un potencial inmenso tanto para hacer el mejor de los bienes como el peor de los males. 

En las manos equivocadas, herramientas como Gemini, Midjourney o Sora, pueden ser muy útiles para los ciberdelincuentes. Así lo han demostrado ejemplos como el de las niñas de Almendralejo, un pueblo de Extremadura que el año pasado se vio afectado por un caso masivo de deepfakes pornográficos que habían sido generados por IA. 

Lamentablemente, tal y como se ha podido comprobar en otros muchos ejemplos (el caso de Taylor Swift, el del presidente estadounidense Joe Biden o el del empleado hongkonés que le hizo perder a su empresa cerca de 25 millones de euros), esta nueva revolución tecnológica puede ser utilizada para hacer mucho daño. 

Sin embargo, también existen circunstancias en las que la inteligencia artificial ha servido para hacer el bien. Esta misma semana se conocía la noticia de una especialista en autentificación de obras de arte que está utilizando la tecnología para desenmascarar a supuestos estafadores que dicen estar vendiendo en eBay obras de Claude Monet o Pierre-Auguste Renoir.

La IA ya genera imágenes que parecen obras de arte: ahora también detecta falsificaciones de Monet o Renoir

Más allá de los posibles usos positivos o negativos de la IA, también se están dando ejemplos en los que los límites éticos y morales del uso de esta tecnología se desdibujan. Sería el caso de una compañía china que ha encontrado un nuevo nicho de mercado: la utilización de inteligencia artificial para traer de vuelta a los seres queridos que hayan fallecido. 

Así lo ha recogido MIT Technology Review, que ha informado acerca del caso particular de Sun Kai, un ciudadano chino que una vez a la semana mantiene una videollamada con su madre. 

Al parecer, Sun le habla a su madre del trabajo, de las presiones a las que se enfrenta como hombre de mediana edad y de cosas que ni siquiera habla con su mujer. Según detalla el medio de comunicación especializado en tecnología, de vez en cuando su madre hace algún comentario, como decirle que se cuide, que es su único hijo, pero, en general, solo escucha. 

Tal y como apuntan desde MIT Technology Review, eso es porque la madre de Sun murió hace cinco años. La persona con la que habla en realidad no es una persona, sino una réplica digital que hizo de ella: una imagen en movimiento que puede mantener conversaciones básicas. Aun así, llevan varios años hablando. 

Después de que su madre muriese de una enfermedad repentina en el año 2019, Sun quería encontrar una manera de mantener viva su relación con ella. Así que recurrió al equipo de Silicon Intelligence, una empresa de inteligencia artificial con sede en Nankín, China, que él mismo cofundó en el año 2017. Les proporcionó una foto y notas de voz de las conversaciones que mantuvieron a través de WeChat.

El medio tecnológico detalla que, aunque Silicon Intelligence se dedicaba sobre todo a la generación de audio, la plantilla de la compañía se pasó cuatro meses investigando herramientas sintéticas y generó un avatar con los datos que Sun les proporcionó. Entonces pudo ver y hablar con una versión digital de su madre a través de una aplicación en su teléfono móvil. 

"Mi madre no parecía muy natural, pero, aun así, oía las palabras que decía a menudo: '¿Has comido ya?", ha relatado este empresario chino a MIT Technology Review. 

Según parece, como la IA generativa era una tecnología incipiente en aquel momento, la réplica de su madre solo puede decir unas pocas frases escritas de antemano, pero Sun argumenta que así era ella de todos modos: "Siempre repetía esas preguntas una y otra vez, y me emocionaba mucho cuando la oía".

El caso de este ciudadano chino no es el único que se ha dado a la hora de intentar utilizar la inteligencia artificial para volver a hablar con un ser querido que ha fallecido. Se han dado ejemplos como el de otro joven chino que "resucitó" a su abuela para poder hablar con ella o el de un hombre que utilizó la tecnología de OpenAI para que reprodujese la personalidad de su difunta esposa.

Sin embargo, los expertos han asegurado que esta utilización de la tecnología plantea numerosas dudas a la hora, por ejemplo, de procesar de forma saludable el duelo por la muerte de una persona cercana. Además, este tipo de utilizaciones de la IA también sembraría interrogantes con respecto a la privacidad de los fallecidos.