Ikea bajará los precios este año y el aviso de deflación manda un mensaje al resto de competidores

Huileng Tan
| Traducido por: 
Ikea

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  • El CEO de Ikea, Jesper Brodin, ha asegurado a Reuters que mantendrá la bajada de precios prevista incluso a pesar de la crisis del transporte marítimo en el mar Rojo.
  • Los ataques de los hutíes a los buques comerciales están perturbando el transporte marítimo mundial.

En los últimos años, las subidas de precios masivas se ha producido en empresas de todos los sectores. Muchas compañías lo hicieron alegando una tormenta perfecta: interrupciones de la cadena de suministro provocadas por la pandemia COVID-19, tensiones geopolíticas y el estallido de la invasión rusa de Ucrania.

Ahora, son los ataques de los rebeldes hutíes los que están perturbando la navegación comercial en el mar Rojo y suscitando nuevos temores de un nuevo brote de inflación.

Sin embargo, Jesper Brodin, CEO del Grupo Ingka —quien explota la mayoría de las tiendas Ikea en todo el mundo— ha explicado este lunes a Reuters que las presiones sobre los precios han disminuido, por lo que mantiene los recortes de precios previstos para este año, aún incluso con estos nuevos problemas marítimos.

Así, en declaraciones en el Foro Económico Mundial de Davos (Suiza), Broden ha reconocido una "deflación bastante significativa" en su cadena de suministro. Esto implica que los costes de producción son ahora más bajos para Ikea, por lo que la compañía puede trasladar este ahorro a los consumidores.

Ikea, además, dispone de existencias suficientes para compensar las subidas de precios derivadas de cualquier perturbación en la cadena de suministro, según mantiene Brodin.

Dado que los consumidores están sufriendo dificultades económicas, "este no es un año para optimizar los beneficios", avisa el directivo. "Este es un año para intentar navegar con un beneficio menor, pero para asegurarnos de que apoyamos a la gente", prosigue.

Se cumplen los pronósticos: Ikea creció más de un 7% en España, hasta rozar los 2.000 millones de euros en su año fiscal 2023

No obstante, Ikea subió los precios en 2022 aduciendo cuellos de botella en la cadena de suministro y un aumento de los costes de las materias primas, pero fue a finales del pasado año cuando el gigante sueco de la decoración empezó a rebajar sus precios a medida que la presión de precios había disminuido. Sin embargo, aún no han vuelto a los niveles anteriores a la pandemia.

Pero Ikea no está sola en esta visión. El gigante estadounidense de la alimentación Walmart también habló abiertamente de deflación en noviembre, eso sí, antes de que los ataques de los hutíes del Mar Rojo se prolongaran hasta el nuevo año.

Este reconocimiento de la deflación de los costes por parte de Ikea se produce ante la crítica de varios economistas y políticos, que denuncian que las empresas han estado manteniendo deliberadamente los precios altos para aumentar sus márgenes de beneficio, incluso cuando mejoran las razones que impulsan la alta inflación. Este fenómeno se ha bautizado como greedflation.

Tanto es así que un estudio realizado por IPPR y Common Wealth y que analiza a 1.350 empresas internacionales revelaba la evidencia: los beneficios de las principales compañías energéticas y alimentarias superan a la inflación tras la invasión rusa de Ucrania.

Según el informe, publicado a principios de diciembre, la energía y los alimentos son materias clave de la economía en general, por lo que contribuyeron a que la inflación "alcanzara picos más altos y durara más que si hubiera habido menos poder de mercado".

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