La inflación se frena al 3,2% en noviembre por el abaratamiento de la gasolina

Echar gasolina en el coche

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  • Los precios se moderan y suben un 3,2% en noviembre por el abaratamiento de los carburantes.
  • La inflación subyacente también se frena: si en octubre subió un 5,2%, ahora apenas lo hace un 4,5%, siete décimas menos.

La inflación vuelve a frenarse, y lo hace, de nuevo, por el precio de la energía. Si en octubre los precios repuntaban porque la gasolina se encarecía, ahora se moderan porque los carburantes están más baratos. 

La cesta de la compra subió un 3,2% de precio en noviembre, tres décimas menos que en octubre, según el último avance del Índice de Precios al Consumo (IPC), publicado hoy por el INE. Con este dato, la inflación se modera respecto a octubre, cuando los precios repuntaron un 3,5%.

Además, también se frena la inflación subyacente. Si en octubre subió un 5,2%, ahora apenas lo hace un 4,5%, siete décimas menos. Esta tasa, que no tiene en cuenta los precios energéticos y de los alimentos, es un termómetro que sirve para medir el riesgo de que la inflación se incruste en la economía.

"El dato adelantado del IPC de noviembre es una muy buena noticia. La inflación general baja tres décimas hasta el 3,2%, ayudada por la electricidad, los carburantes y también los alimentos", ha destacado la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Comercio y Empresa, Nadia Calviño.

Con la moderación de su tasa interanual en noviembre, la inflación vuelve a registrar descensos después de haber permanecido anclada en el 3,5% durante los últimos dos meses y cae a su menor nivel desde el pasado mes de agosto, cuando se situó en el 2,6%.

"La inflación subyacente sigue la senda descendente hasta el 4,5%. Con ello, los salarios siguen ganando poder adquisitivo y las empresas españolas competitividad aumentando su cuota de mercado, incluso en el difícil contexto internacional", ha añadido Calviño.

El de la inflación subyacente es un dato a destacar. En octubre subió un 5,2%, siete décimas más que en noviembre, cuando se situó en el 4,5%.

La inflación subyacente mide cuánto se han encarecido de media los productos sin tener en cuenta la energía y los alimentos no elaborados, es decir, es el equivalente de sacar ambos elementos de la cesta de la compra para calcular cuánto más cuesta consumir cada mes.

Aunque los alimentos ya no dan la lata como antes, hay algunos productos que siguen inflamando la cesta de la compra. Es el caso del aceite de oliva, cuyo precio subió un 73,5% en octubre, hace un mes.

Junio fue el primer mes en que la inflación daba un respiro. Los precios subieron un 1,9%, el mejor dato desde marzo de 2021. Hacía más de 2 años que no estaba en niveles tan bajos. 

Pero no solo eso. El dato de junio sitúa a España como una rara avis en Europa, la primera economía en alcanzar el objetivo de estabilidad monetaria del Banco Central Europeo (BCE), fijado en el 2%. Mientras en los países del euro los precios superaban el 6%, llegando al 6,4% de Alemania, en España la inflación está 3 veces por debajo.

Ilustración economía euro

Hace un año que la invasión de Ucrania por parte de Rusia dinamitó los precios, llevando la inflación al 9,8% en marzo de 2022, la mayor subida desde 1985.

Que la inflación volviera a tocar techo en los últimos meses también era de esperar por un mero efecto estadístico. Marzo del año pasado fue el primer mes en que empezó a notarse el impacto de la guerra en Ucrania sobre precios, y la inflación se disparó ese mes.

Eso es básicamente lo que arguyen desde el Ministerio de Economía, que señalan que estos datos "reflejan el efecto base de los precios de la electricidad y, en menor medida, en los carburantes".

A partir de entonces, el IPC registrado es el resultado de una comparativa respecto a los precios del año pasado, en máximos en mucho tiempo, por lo que es normal que parezca que la inflación toca techo. Es el denominado efecto escalón.

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