Alternativas más baratas al aceite de oliva para cocinar: cuándo usar cada una para no arruinar tus platos

Chef vierte un aceite o una salsa en un plato de comida, ensalada

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  • El aceite de oliva es cada vez más "oro líquido" que nunca, en vista de los altos precios que tiene en la actualidad y desde hace unos meses en los supermercados españoles.
  • Las siguientes pueden ser buenas alternativas al aceite de oliva y suponer un importante ahorro de dinero: desde grasas animales o vegetales a métodos diferentes para cocinar alimentos.
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Hace tiempo que al aceite de oliva se lo conoce como "oro líquido" por su calidad nutricional y por su color, pero ahora su apodo es aún más apropiado, en vista de los altos precios que está teniendo en los últimos meses.

La sequía, las altas temperaturas de récord y la bajada en la producción de la aceituna son algunos de los factores que se encuentran detrás de la escalada de precios que está sufriendo el aceite de oliva en supermercados como Mercadona, Consum o Carrefour, entre muchos otros. 

Mayor aún es el coste del aceite de oliva virgen extra, considerado el mejor de todos por su calidad y sus beneficios para la salud.

Si bien el aceite de oliva es un componente clave en la dieta mediterránea y en España, y los demás productos no llegan a su nivel gastronómico y saludable, existen otras opciones más baratas —pero que no perjudican a la salud, como sí se ha señalado sobre la margarina y el aceite de coco— que se pueden utilizar para elaborar muchos platos en cantidades moderadas.

Alternativas baratas (y saludables) al aceite de oliva para cocinar y comer

El aceite de lino, los aceites convencionales de oliva, el aceite de orujo de oliva y el aceite de girasol alto oleico son opciones mucho más económicas que el aceite de oliva virgen y, además, presentan una elevada calidad, según un estudio del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas).

La OCU, en un artículo reciente, también apunta a varias grasas animales o vegetales que pueden ser buenas alternativas al aceite de oliva y suponer un importante ahorro de dinero en estos tiempos de inflación. Utilizar una u otra dependerá de qué y cómo se vaya a cocinar: no es lo mismo una comida fría que caliente, freír que hornear, un plato principal o un postre.

Así, para preparar una comida fría o en crudo (salsas, sopas y otros platos fríos) sin acudir al aceite de oliva, la Organización de Consumidores y Usuarios comparte las siguientes recomendaciones:

  • Gazpacho o una ensalada: es de los casos en los que más diferencia puede hacer el aceite de oliva virgen extra pero, si lo que buscas es gastar menos dinero aunque afecte algo al sabor (sin perjudicar el plato), se pueden utilizar otros aceites, como el de nuez, señala.
  • Aliños y salsas (como la mayonesa): recurrir a "aceites con sabores más suaves", como el de girasol o el de soja, no solo será más barato, sino que enmascarará menos el sabor de las especies y los ingredientes añadidos en la receta que si se cocina con aceite de oliva, asegura.
  • Otros platos fríos: "Los aceites de semillas son ricos en grasas poliinsaturadas, por eso son un buen recurso para preparaciones que no necesitan un tratamiento térmico y así evitar su degradación", explica la OCU.

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Sin embargo, para cocinar platos calientes (fritos, al horno, en la sartén...) hay que acudir a otro tipo de grasas, ya que el calor afecta a la estructura del aceite: "Aceites ricos en grasas poliinsaturadas (maíz, soja, girasol) son muy frágiles en comparación con aceites más ricos en grasas monoinsaturadas, como el de oliva, colza o girasol alto oleico", aclara.

  • Alternativas al aceite de oliva (o al virgen) para freír: las "más recomendables" para frituras son el aceite de girasol alto oleico (sobre todo para precocinados), el aceite de oliva refinado y el aceite de orujo de oliva (ambos aconsejables para freír patatas o verduras), pues "permiten alcanzar mayor temperatura sin degradarse", analiza la OCU. "También se puede utilizar un aceite especial para freír que contiene antioxidantes y aditivos", añade.
  • Opciones más baratas que el aceite de oliva para hornear o asar: se encuentran, entre otras, la mantequilla (por ejemplo, para dorar unas verduras, pero a una temperatura no muy alta para que no se queme, o para hacer bechamel y darle un toque diferente de sabor) y la nata (para algunas cremas de verduras). También puede usarse la margarina, pero teniendo en cuenta que es menos saludable.

Asimismo, en lugar de aceite de oliva, para preparar postres puede usarse mantequilla o, como sustituto "por su sabor suave", aceite de girasol.

Finalmente, se puede cocinar sin apenas aceite de oliva con métodos como la freidora de aire, las preparaciones a la plancha, los woks y salteados, la cocción a fuego lento de un alimento en su propio jugo y los asados.

Los aceites y las grasas son "imprescindibles" para el organismo humano, ya que aportan energía y nutrientes esenciales; pero, en cualquier caso, es recomendable no consumirlas en exceso, advierte la OCU.

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