Incluso el jefe de Instagram cree que Threads es como volver al Twitter de hace 15 años, pero lo que estoy viendo en la app no se parece en nada

Adam Mosseri, jefe de Instagram.
Adam Mosseri, jefe de Instagram.

Meta

  • Threads ya está disponible en más de 100 países, aunque no en la Unión Europea.
  • El director de Instagram y responsable de la plataforma, Adam Mosseri, cree que el momento de Threads recuerda a la irrupción de Twitter hace más de 15 años.
  • Sin embargo, lo que he podido probar de la plataforma estos días me ha dado sensaciones muy distintas. Te cuento por qué.
Análisis Faldón

El jueves pasado Meta lanzó Threads, su pretendido Twitter-killer con el que la compañía de Mark Zuckerberg quiere aprovecharse de las debilidades que la plataforma que compró Elon Musk el año pasado está sufriendo últimamente.

La apuesta de Threads no es especialmente novedosa: muestra una interfaz limpia en la que se van sucediendo los hilos —tuits—. Se puede dar me gusta, se puede compartir un contenido en tu muro y se puede seguir a otros usuarios. Nada nuevo. Se puede incluso tuitear —en Twitter— lo que publiques allí.

De momento, Threads está disponible en 100 países, aunque no en ninguno de la Unión Europea. Eso no quiere decir que no haya ya españoles probando la plataforma. Se puede acceder a ella descargándosela de cualquier tienda de aplicaciones alternativa a la App Store de Apple o a Google Play, e instalándola después en el teléfono.

La plataforma está, de hecho, lista para aterrizar en el mercado europeo. Ya cuenta con una traducción al español de España, lo que da una idea de que si la nueva propuesta de Meta no ha llegado a estas lindes se debe a la regulación de protección de datos de la UE, como han publicado ya varios medios.

Precisamente la privacidad se ha convertido en uno de los primeros campos de batalla entre Meta y Twitter. El propio Musk ha lanzado varios dardos en Twitter sobre la cantidad de datos que recopila la nueva plataforma de Zuckerberg, y con su socarronería habitual ha llegado a defender que prefiere ser atacado por desconocidos en su plataforma a la "falsa felicidad de Instagram".

A las críticas de Zuckerberg se ha sumado Jack Dorsey, quien fuera fundador de Twitter y quien ahora está desarrollando Bluesky, una nueva plataforma social que apuesta por usar un protocolo descentralizado. Threads también ha avisado de que en futuras iteraciones de su aplicación se sumarán al protocolo ActivityPub.

Así es Threads, la nueva app de Meta: diferencias y parecidos razonables con Twitter

A través de ese protocolo se comunican las cientos de instancias de servicios como Mastodon, otra cuarta plataforma en liza —tras la propia Twitter, Threads o Bluesky— que se promulga desde hace años como la alternativa a un ecosistema habitualmente privativo, cerrado y empresarial —cualquiera puede montar una instancia en Mastodon y ser dueño de su propio servicio—.

Aunque Threads no ha llegado a Europa y, por consiguiente, no está disponible en España, vengo probando la aplicación desde hace unos días. Lo que me estoy encontrando es mucho entusiasmo, en especial vinculado al potencial que siempre ofrece una página en blanco. Se suele decir que las plataformas serán lo que quieran sus usuarios que sean.

Claro que eso no suele ser cierto.

Las plataformas serán lo que sus propietarios quieran que sea. Por eso las promesas de Elon Musk cuando anunció que compraría Twitter se centraban en garantizar un foro en el que existiese una libertad absoluta extrema y no existiese una suerte de aristocracia de personalidades con un tick azul junto a sus nombres, la famosa insignia de perfil verificado.

Al final, de esas promesas solo queda un caos organizativo —Twitter introdujo días atrás límites para visualizar tuits al sufrir problemas técnicos, esperables teniendo en cuenta los despidos masivos de ingenieros que anunció Musk— y el reemplazo de esa aristocracia tuitera: ahora los verificados son quienes pagan, quienes suelen compartir las consignas del propio Musk.

Lo que me he encontrado en mis primeras horas usando Threads

Ese entusiasmo que describo en Threads lo encuentro en muchos de esos hilos, fundamentalmente de usuarios estadounidenses, que repiten una y otra vez estar viviendo una sensación como la que tuvieron cuando llegaron a Twitter hace más de 15 años.

Si fuiste un usuario de Twitter desde sus albores recordarás que la curva de dificultad de la plataforma era elevada. Nadie entendía muy bien qué interés podía tener escribir una publicación sin tener muy claro quién la podría leer. En aquella época no existían siquiera las etiquetas, los trending topics, todo era inhóspito.

Esa misma curva de aprendizaje empinada es lo que hoy se le reprocha a Mastodon —y es comprensible, un nuevo usuario se topa con la necesidad de migrar de instancia, de familiarizarse con conceptos como fediverso o descentralizado y puede resultar abrumador—. Threads, de Meta, consigue saltarse ese paso.

La interfaz de Threads es limpia. En parte, porque muchas de sus funcionalidades todavía no están disponibles. Meta, su propietaria, ya ha anunciado que pronto añadirán una cronología en la que podrás ver los hilos de la gente a la que sigues —ahora mismo solo hay una lista de hilos de gente famosa que ya tiene cuenta en la plataforma—.

Esos hilos se suceden y no está muy claro en base a qué el algoritmo premia unas publicaciones u otras. Lo que está claro es que ese algoritmo existe.

Por eso me sorprendió que, mientras que Musk o Dorsey lanzan sus críticas a la nueva plataforma de Meta desde Twitter, sean el propio Mark Zuckerberg o Adam Mosseri, director de Instagram —y en consecuencia responsable de Threads, ya que esta aplicación se considera una extensión de la red social de fotografías— los que respondan desde su nuevo servicio.

Y respondan por un lado dando a conocer esa hoja de ruta —Threads se integrará con otras instancias sociales descentralizadas, introducirá una cronología de gente a la que sigues, habrá un buscador de hilos, tal vez mensajes privados...— como haciendo valer su propuesta frente a Twitter.

Un directivo de Meta reconocía a sus empleados que el principal activo con el que quieren diferenciar Threads de Twitter es que su plataforma va a ser dirigida de forma juiciosa, anteponiéndose a la supuesta locura de Musk al frente de la red social del pájaro azul. 

Threads no quiere reemplazar a Twitter (o eso dicen ahora)

El propio Adam Mosseri ha enfatizado esta idea de Threads como un nuevo y refrescante inicio, como una nueva oportunidad. Este jueves, respondiendo a un mensaje en el que la actriz Zoey Deschanel compartía que se sentía "como en 2008 otra vez", Adam Mosseri respondía: "En más maneras de las que te imaginas".

Pues yo no veo que Threads recuerde a Twitter en 2008 de ningún modo.

Esencialmente, porque esa torpeza inicial con la que muchos llegamos a Twitter ya no existe. Ya sabemos lo que hay, lo que puede haber, lo que se puede tener.

Pero también, sobre todo, porque Twitter era un foro público al que todos llegamos en igualdad de condiciones. Todos éramos anónimos. Todos teníamos el mismo altavoz. Después llegaron las celebridades, después llegaron los tuitstars. El punto de partida de Threads es distinto. En cuestión de 72 horas hay usuarios con millones de seguidores y solo 5 hilos publicados.

No hace falta esperar a un trending topic, ni esperar a las recomendaciones de los viernes —aquellos #FollowFriday que también se extinguieron en Twitter—. Aquí hay celebridades, mensajes con mayor importancia, gente que ya trae su capital social de casa. No se puede sentir Threads como un nuevo inicio, como una nueva oportunidad, porque sencillamente no lo es. Porque estamos en 2023.

El gran atractivo de Threads es su vinculación con Instagram, pero los influencers con más seguidores no están en la app, a pesar de que tuvieron acceso anticipado

Lo que sí puede ser Threads es diferente. De hecho, el pasado viernes la plataforma introdujo la posibilidad de tuitear los hilos. El propio Mosseri advertía el viernes por la tarde que el objetivo de Threads en realidad no es reemplazar a Twitter —eso sí, los expertos consideran que está en posición de lograrlo, aunque le llevará tiempo—.

"El objetivo es crear un foro público para la comunidad de Instagram que nunca estuvo en Twitter y para las comunidades de Twitter (y otras plataformas) que estén interesadas en un lugar menos hostil".

Esa era la respuesta que el directivo de Meta daba preguntado por otro usuario que quería conocer su opinión sobre si Meta estaba preparada para acoger a toda la industria mediática en la que tanto confió la plataforma que ahora posee Musk.

"La política y los medios son importantes, no quiero insinuar lo contrario. Pero mi opinión es que, desde la perspectiva de una plataforma, el crecimiento y los ingresos que puede generar esos ámbitos no compensa en absoluto la moderación, la negatividad —seamos sinceros— o los riesgos para la integridad que requieren e implican".

Creo que esta última visión de Mosseri, Meta, Instagram y Threads es mucho más honesta que la de pensar que esto es un Twitter como lo fue en 2008. Nada nos resulta nuevo, las barajas ya están trucadas, y el interés no es ser un foro público de temas más controvertidos. Tal vez sea más construir un espacio de "falsa felicidad" como la que denunciaba Musk.

Lo que está claro es que el futuro no pasa por un gran reemplazo para Twitter —que, después de todo, nunca ha sido una plataforma con el número de usuarios activos con los que sí cuenta Facebook o la propia Instagram, mucho más masivas—. El futuro del internet de plataformas que hoy conocemos será mucho más atomizado, como muchos expertos preconizan.

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.