La inteligencia artificial generativa es el tema del momento en el sector de la tecnología, pero más allá del gran interés que generan herramientas como ChatGPT y Google Bard, el impacto que pueden tener en la sociedad y en el trabajo de las personas es algo que preocupa a muchas personas.

El mayor temor hacia la IA en el ámbito laboral siempre es el mismo: ¿una IA me quitará el trabajo?

No en vano, no paran de publicarse estudios en los últimos meses que estiman cómo se transformarán los trabajos debido a la IA generativa. En uno de los más recientes, la OCDE advierte de que un 27% de los empleos depende de habilidades que podrían ser fácilmente automatizadas en el futuro con el avance de la inteligencia artificial.

En el marco del 37º Encuentro de la Economía Digital y las Telecomunicaciones organizado por AMETIC, los principales actores de la industria digital española, desde grandes empresas hasta instituciones,

Y de momento, el sector no considera que la IA vaya a destruir empleos sino que permitirá a los trabajadores centrarse en otras funciones menos repetitivas y ser más productivos.

Una de las compañías que está liderando el desarrollo de IA generativa es OpenAI, en la que ha invertido Microsoft para incorporar funciones de IA generativa similares a las de ChatGPT en sus servicios en la nube Microsoft 365 a través de lo que denomina un copiloto que ayuda a hacer tareas a través de un formato de chatbot.

"Lo que hemos hecho en Microsoft es crear un copiloto para cada rol, no pensamos que la IA vaya a sustituir a nadie, hará las cosas en milisegundos pero no tiene capacidades humanas", como ha afirmado Alberto Granados, presidente de Microsoft España.

Gracias a sus servicios en la nube y herramientas de colaboración, Microsoft tiene una visibilidad privilegiada sobre el funcionamiento de los equipos de trabajo, y asegura que la IA generativa puede aumentar la productividad en 3,5 veces pero al mismo tiempo un quinto de las funciones serán automatizados.

"Pasamos el 57% en herramientas de comunicación y solo un 43% en las herramientas de creación. Lo que queremos es que la IA encuentre un equilibrio en esto", añade el presidente de la tecnológica.

El tiempo extra es el mayor efecto de la IA generativa en el sector del desarrollo de software

Uno de los casos de uso más populares de la IA generativa es su capacidad de escribir código informático, una funcionalidad que hace más rápido ya accesible programar para las personas sin conocimientos técnicos, dentro de la corriente en auge conocida como low code.

Hasta ahora estas tareas las realizaban desarrolladores, pero la llegada de estas herramientas ha automatizado muchas de las labores en puestos de trabajo de desarrollo de código y también los relacionados con el testing.

"El desarrollador le puede dedicar el tiempo a tareas de más valor gracias a la IA", como ha asegurado Álvaro de la Mora, responsable de Business Hacking en Europe de Globant, multinacional de software y servicios IT con 28.000 empleados.

El ejecutivo coincide en que la IA no ha causado despidos en su empresa, pero sí ha generado una situación en la que los empleados tienen más tiempo libre que han tenido que reconducir a otras tareas más productivas.

"En toda la compañía estamos realizando cursos para que los empleados puedan reconducir su tiempo ganado gracias a la IA. Hemos invertido 1.000 millones de dólares para contrataciones de perfiles y reconversión por la ola de IA", apostilla de la Mora.

La IA no destruye empleo pero sí genera perdedores

Otras voces de la industria digital en España, aunque coinciden en que la IA no destruirán empleo, advierten sobre las consecuencias sociales negativas que estas nuevas tecnologías pueden tener para algunas personas.

"No se ha observado destrucción de empleo global hasta ahora pero sí perfiles que aparecen y hace aparecer otros. A largo plazo seguro que el empleo no va a decrecer, pero a corto plazo hay ganadores y perdedores", según Sara de la Rica, catedrática de economía en la UPV/EHU y directora de la Fundación Iseak. 

La docente considera que el mayor impacto por la llegada de la IA se lo llevan las clases medias, con algunas beneficiadas pero otras que pueden incluso llegar a quedarse fuera del mercado laboral.

"Los mayores de 45 años son el sector que más ha sufrido por la automatización porque desaparecen puestos rutinarios sin preparación", alerta de la Rica.

Los trabajadores de más edad pueden ser los más afectados por la IA por las dificultades para volver a encontrar trabajo cuando lo pierden, así como por la brecha en competencias digitales con respecto a las generaciones más jóvenes.

"Es un tema de ética social porque es injusto no poder reaprovechar a estas personas y porque la demografía nos hace necesitarles. Tenemos que aprovechar las colaboraciones público-privadas para recualificar a estas personas, a las que no podemos dejar en el desempleo", añade.

La experta prevé que en el medio plazo van a surgir muchos empleos en las empresas de todo el mundo que estarán relacionados con la tecnología y para los que ahora hace falta saber programación pero que podrá hacer cualquier usuario de a pie.