Esta mujer de 31 años se ha convertido en una de las artistas femeninas con más ventas gracias a sus NFT

Laila Maidan
| Traducido por: 
Itzel Yard.
Itzel Yard.

Itzel Yard

  • Itzel Yard crea arte que fusiona el mundo digital con las emociones humanas.
  • Su primer intento de subir su trabajo como NFT fracasó, pero siguió aumentando su presencia en el espacio.
  • Hoy, su obra se vende en galerías de arte, incluida Sotheby's Metaverse.
  • Descubre más historias en Business Insider España.

Itzel Yard, también conocida como IX Shells, se dedica a crear obras de arte de edición única. A los 31 años, ha vendido más de 2,5 millones de euros en tokens no fungibles.

Fusiona mundos muy diferentes, el digital y el humano, para crear un tipo de arte abstracto y único. Por un lado, se inspira en patrones arquitectónicos y fallos de tipo informático, y por el otro, su obra se ve influenciada por sus emociones.

En una pieza audiovisual, por ejemplo, utiliza su voz para generar movimiento mientras recita un poema. Realiza parte de su trabajo a través de TouchDesigner, un lenguaje de programación visual de código abierto.

Las emociones volcadas en esas piezas han variado con el paso del tiempo, derivadas de relaciones y rupturas, experiencias de vida difíciles y sus puntos de vista sociopolíticos sobre un mundo no inclusivo, según comenta.

En 2014 se mudó de Panamá a Toronto, donde vivió durante 5 años. Yard tuvo que empezar desde cero, trabajando como personal de limpieza en estudios, como cuidadora e incluso limpiando ventanas en edificios de gran altura.

"Me dedicaba a sobrevivir. Intentaba ser alguien en un país realmente caro", afirma Yard.

Fue durante este tiempo cuando comenzó a crear obras artísticas y continuó con ello hasta que volvió a Panamá en 2019. Poco después, llegó la pandemia. Esto provocó un nuevo torrente de emociones, incluido el miedo que sentía por su madre, que trabajaba como administradora en un hospital.

"Todos estaban conmocionados y asustados. Creo que compartí la mayor parte de mi arte durante ese tiempo porque intentaba evadirme de esa sensación que me generaba la preocupación por mi madre, que se levantaba a las 4 a.m para ir al hospital", cuenta la artista.

Durante este tiempo, ella misma luchaba contra una depresión y acabó por derrumbarse.

Su camino para llegar a vender más de 400.000 euros en NFT (medio millón de dólares aproximadamente)

A medida que se expresaba experimentando con el arte digital, comenzó a publicar su trabajo en Instagram. Algunas publicaciones eran imágenes fijas; otras eran videos en formato MP4.

Un contacto que descubrió el trabajo de Yard la invitó a unirse a SuperRare, un mercado de arte digital en la blockchain de ethereum. Hizo falta una introducción en video. Yard ha explicado que al principio no la aceptaron en la plataforma.

Continuó construyendo su comunidad coorganizando eventos, incluido uno en Nueva York donde mostró su arte digital a través de un proyector.

Con el tiempo, la joven se dio cuenta de que había otras plataformas de tokens no fungibles a las que podía subir su trabajo, ya que en este caso no era tan difícil unirse. Entre ellas se encuentran Zora, donde vendió su primera pieza, y Foundation.

Este movimiento fue un gran riesgo para Yard porque en ese momento no disponía de dinero para pagarse la gasolina (o las tarifas de transacción) y nunca había vendido su arte. Sin embargo, había comunidades y otros artistas dentro del espacio que ayudaban a los principiantes a dar sus primeros pasos.

Yard pidió prestados 0,5 ETH, que equivalían a unos 440 euros en ese momento, de un conocido que también era artista. Le bastó con acuñar su primera pieza. Una vez que se cargó, otro amigo compró ese NFT por 1 ETH (es decir, casi 900 euros).

"Al principio, mi intención era ofrecer mis obras por un precio similar al del resto artistas. Considero que mi trabajo es lo suficientemente bueno y acuñé piezas que significaban mucho para mí", explica Yard.

También recibió consejo de gente que le indicó que ese precio era adecuado para comenzar.

Yard ha afirmado a Business Insder que recibió mucha ayuda de la comunidad, incluidos otros artistas, promotores y conservadores de arte.

Pero el punto de inflexión que quizás aumentó sustancialmente el valor de su arte se dio después de que sus piezas se exhibieran en Vellum LA, una galería de arte digital. Un coleccionista compró una de sus piezas por 23 ETH, y esto hizo que otros quisieran comprar también.

A partir de ahí, sus piezas finalmente se exhibieron en Sotheby's Metaverse, donde una se vendió por más de 440.000 euros (medio millón de dólares).

"Luego, me invitaron a una conferencia de ethereum en Lisboa, Portugal. Hablé sobre mi vida allí, en el escenario principal. En ese momento pensaba: '¿Cómo he llegado aquí?' Seguía en estado de shock", recuerda la artista.

Hasta el pasado viernes, había vendido más de 2,65 millones de euros en sus NFT, según la suma de los precios de venta que se muestran en su perfil de Masterpiece. Dreaming at Dusk, una pieza que Tor Projectsubastó por 500 ETH, o más o menos 1,76 millones de euros en mayo, la convirtió en la artista de NFT con mayores ventas en ese momento, según los datos de la plataforma Foundation.

En general, los artistas de NFT vendieron unos 21.900 millones de euros en coleccionables en 2021, un fuerte aumento con respecto a los 83,7 millones de euros de 2020, según DappRadar. Si bien el interés en el metaverso podría mantener las ventas de NFT en auge, algunos expertos han dicho que los precios son insostenibles.

Yard está trabajando en una nueva colección para mostrar este año. En cuanto a su consejo para otros aspirantes a artistas de NFT, dice que se concentren en el crecimiento.

"Incluso antes de los tokens no fungibles, me centré en mejorar el impacto de mis redes sociales", indica Yard.

"Asegúrate de no hacer esto solo por el dinero. El dinero puede irse. En ese caso, no tendrías nada de lo que sentirte orgulloso", reflexiona.

“Por ejemplo, me han ofrecido formar parte de grandes marcas que no voy a mencionar, pero grandes, grandes marcas, y yo he pensado: '¿Por qué voy a hacer esto? No me pega', añade.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.