"Los jóvenes viven de alquiler por obligación": el 52% que alquila lo hace porque no puede comprar vivienda

Mujer en el balcón confinamiento

La mayoría de jóvenes no elige vivir de alquiler. Si lo hace, es porque no le queda otra. 

La precariedad laboral y el elevado precio de los alquileres en grandes capitales abren un agujero en el bolsillo por el que se escapa el dinero. El resultado es que el 84,4% de los menores de 29 años no puede ni siquiera emanciparse y, entre los que sí pueden, la única opción realista es alquilar.

"Los jóvenes viven de alquiler por obligación, porque no pueden comprar una vivienda", lamenta María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa. 

En datos, el 52% de los jóvenes que vive de alquiler lo hace porque no puede permitirse la compra, según el último informe del portal sobre la Situación de los jóvenes en el mercado de la vivienda, elaborado a través de una encuesta a miles de jóvenes. 

"Siendo los más activos del mercado, los menores de 35 años, son quienes más dificultades tienen para acceder a una vivienda", señala Matos.

Los principales obstáculos para la compra son la falta de ahorros, la situación económica o laboral y que tienen otras prioridades o gastos como pagar el alquiler. 

En pequeñas ciudades, los menores de 35 se enfrentan a la gran muralla del mercado laboral: casi impenetrable, con unos niveles muy elevados de paro. Pero en grandes capitales, donde las oportunidades de trabajo abundan, la muralla es otra, y se llama mercado del alquiler.

Es la pescadilla que se muerde la cola, comenta Matos: "Si pago este alquiler, nunca voy a poder ahorrar. Aquí es donde detectamos la mayor frustración. La de querer y no poder".

El alquiler máximo que podría pagar un joven de entre 16 y 34 años son 321 euros al mes, según datos del Consejo de la Juventud. Todo bien, si no llega a ser porque es casi una utopía encontrar una vivienda a ese precio (al menos en una capital de provincia, que es donde están las oportunidades de empleo, primer paso para poder emanciparse).

La utopía de emanciparte cuando eres joven: los menores de 34 años sólo pueden permitirse un alquiler de 320 euros al mes, cuando el precio medio de un piso está en 850 euros

Si a un mercado laboral y residencial ya de por sí complicados, les sumas una inflación descontrolada que agujerea el poder adquisitivo, y unos tipos de interés en plena ebullición, el escenario todavía se complica más. Mientras tanto, "alquilar una vivienda ahora es más caro que nunca", añade Matos. 

El resultado no ha sido otro que un descenso en la demanda de jóvenes que alquilan vivienda. Si antes de la pandemia había un 56% de jóvenes en el mercado del alquiler, en septiembre de 2022 esa cifra ha caído al 49%.

El sueño de comprar una vivienda continúa sobrevolando el largo plazo para muchos: Un 59% de los jóvenes se plantea comprar una vivienda en los próximos 5 años. 

"Los jóvenes no pierden la esperanza y cada vez buscan más vivienda en propiedad. Es aquí, donde se detecta más frustración, ya que la mayoría de estos jóvenes viven de alquiler por obligación al no poder acceder a la compra", apunta Matos. 

El precio de la vivienda y sus condiciones laborales de inestabilidad y temporalidad son el principal obstáculo que se encuentran a la hora de acceder a una hipoteca. Además, los precios del alquiler actuales sumados a las tensiones inflacionistas lastran su capacidad de ahorro. 

Sin embargo, las esperanzas de los jóvenes no se frenan, al contrario que la media de edad nacional, en momentos de subidas de tipos de interés, "ellos aumentan su demanda de vivienda en compra y se mantienen muy dinámicos en el mercado por cuestiones de ciclo vital", añaden desde Fotocasa.

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