Qué te encontrarás al intentar escalar el K2, la montaña que aterroriza hasta a los alpinistas más experimentados

El K2, que se eleva sobre la cordillera del Karakórum, es el segundo pico más alto de la Tierra, pero también se considera la montaña más difícil de escalar del planeta.

Su cima está a 8.611 metros sobre el nivel del mar, justo por debajo de la altura del Everest, que es de 8.849 metros.

Al menos 91 personas han muerto intentando hacer cumbre en el K2, lo que sitúa su tasa de mortalidad en torno al 18%, mientras que la del Everest ronda el 3%, según estimaciones del veterano alpinista y entrenador de escalada Alan Arnette.

Los que esperan llegar a la cumbre tienen que enfrentarse a bajos niveles de oxígeno, vientos imprevisibles, nevadas impredecibles y una serie de obstáculos en el terreno famosos por ser difíciles de sortear.

La ascensión al rey de las montañas es compleja, pero Arnette ha ayudado a Business Insider a desglosar las zonas clave de la ruta más utilizada del K2, por el Espolón de los Abruzzos.

Esto es lo que podría ser una ascensión típica al K2, hito a hito.

El glaciar Baltoro

Los escaladores suelen iniciar su viaje desde Skardu, ciudad de la región de Gilgit-Baltistán, en Cachemira, administrada por Pakistán.

Desde allí, hay que caminar unos 65 km a través de un glaciar movedizo, explica Arnette, que en 2014 se convirtió en el estadounidense de más edad en hacer cumbre en el K2.

El glaciar Baltoro discurre en paralelo a una serie de montañas de más de 6.000 metros de altura, y es la puerta de entrada al K2.

"Bajo el sol, es el paisaje más impresionante que verás en tu vida en términos de paisajes de montaña", afirma Arnette. 

Los alpinistas llegan a un campamento llamado Concordia, utilizado como campamento base para algunas expediciones, donde girarán a la izquierda y caminarán junto al Broad Peak, otra montaña de 8.000 metros.

Finalmente, llegarán al campamento base del K2.

Campamento base

"Desde el campamento base del K2 se tiene una vista muy clara del K2, que se alza orgulloso justo enfrente", explica Arnette.

Los montañeros se toman unos días para aclimatarse en el campamento base antes de ir hasta el campamento base avanzado, que se encuentra justo al pie del K2.

Después hay una pendiente de nieve de 40 a 50 grados montaña arriba hasta que los alpinistas se acercan al campo 1, donde empiezan a aparecer rocas.

"Y eso es una antesala de lo que vas a descubrir más adelante", señala Arnette.

La Chimenea House

De camino al Campo 2, los escaladores tienen que enfrentarse a la Chimenea House. Se trata de una grieta estrecha y empinada de 45 metros de altura, aproximadamente del ancho de los hombros de una persona.

"Es todo roca y nada de nieve. Tienes que asegurarte realmente de que tienes excelentes habilidades de escalada en roca para poder pasar", dice Arnette.

La mayoría de los escaladores utilizan una técnica llamada stemming, o escalada con los pies a ambos lados de la grieta mientras están sujetos a una cuerda fija. Algunos se agarran a una escalera de cuerda durante el ascenso. 

En la cima, las vistas se abren de inmediato y se puede ver mucho más allá, explica Arnette.

Campo 2

Después de la Chimenea House está el Campamento 2, una zona relativamente llana del tamaño de una casa pequeña, explica Arnette.

Después de la Chimenea House está el Campamento 2, una zona relativamente llana del tamaño de una casa pequeña, explica Arnette.

Allí se han quedado muchas tiendas de expediciones anteriores, destrozadas por el viento. Los restos de las tiendas se congelan en el suelo, añade Arnette.

La Pirámide Negra

Por encima del Campo 2 está la Pirámide Negra, o lo que es lo mismo, 600 metros de escalada en roca muy técnica. A lo largo de la ruta hay escaleras de cuerda, y algunas personas utilizan oxígeno suplementario en este tramo.

"Hay que usar crampones y un traje de plumas porque hace mucho frío. Puede hacer mucho viento", explica Arnette. "Son condiciones muy, muy duras".

Arnette, que ha participado en 38 grandes expediciones, afirma que la Pirámide Negra es la escalada más difícil que ha hecho en su vida.

Campo 3

Encima de la Pirámide Negra hay una pequeña zona relativamente llana que se extiende otros 30 metros y que se utiliza a menudo como Campo 3, dice Arnette.

Este año, el Campo 3 se utilizó como punto de partida para más de 150 intentos de cumbre en la temporada de escalada de julio.

Más de 40 tiendas se apiñaban en las laderas, según explicó a Business Insider el veterano escalador Oswaldo Friere, que se encontraba en el K2.

Al menos 102 personas alcanzarían el pico al final de la temporada, aunque un porteador local, Mohammad Hassan, se quedó a las puertas de hacer cumbre y murió en la montaña en la mañana del 27 de julio.

El Hombro

Pasado el Campo 3 hay una zona repentina y relativamente llana del tamaño de dos o tres campos de fútbol, explica Arnette.

Desde allí se tiene una vista completa de un enorme acantilado de hielo llamado Gran Serac, que sobresale de la cumbre y se cierne sobre la meseta. La mayoría de las expediciones instalan aquí su último campamento, aunque este año las condiciones meteorológicas obligaron a los alpinistas a permanecer en el Campo 3 hasta el momento de hacer cumbre.

El cuello de botella

El Cuello de Botella, un barranco de roca de unos 90 metros de largo, es esencialmente una pared de hielo y roca justo después del Hombro.

La mayoría de los alpinistas consideran que el Cuello de Botella es la parte más peligrosa de la ascensión al K2.

Es famoso por ser especialmente vulnerable a las avalanchas y al desprendimiento de trozos del Gran Serac. El hielo y la nieve pueden precipitarse por el barranco, colarse por el Cuello de Botella y matar a cualquiera que se encuentre en su interior. 

Cuando los escaladores intentaron alcanzar la cumbre este año, muchos quedaron atrapados durante horas en el Cuello de Botella.

Travesía

Los escaladores giran a la izquierda después de salir del Cuello de Botella, y llegan a un tramo de 50 a 100 metros de pendiente pronunciada en la parte inferior del Gran Serac.

Tendrán que mantener el equilibrio con cautela a lo largo de la travesía y abrirse camino. Cuando Arnette escaló el K2 en 2014, era esencialmente una pared vertical, y tuvo que atravesar la travesía con sus crampones apuntando hacia la montaña, explica.

Solo podía sujetarse a cuerdas fijas ancladas en el hielo y escalar de lado.

"La cuerda fija es un placebo total, porque si me caigo, la cuerda fija no me va a atrapar, y caería hasta morir", dice Arnette. 

Último tramo

Normalmente se tarda un máximo de 15 minutos en cruzar la travesía, antes de girar a la derecha y realizar un arduo ascenso por el tramo final, una pendiente de entre 50 y 60 grados que conduce a la cumbre.

Algunos escaladores tardan unas dos horas en completar este tramo, y casi todos están completamente agotados a estas alturas. "Estás deshidratado, no has comido mucho, quizá 1.000 calorías al día durante los últimos cuatro o cinco días, quizá uno o dos litros de agua durante los últimos tres o cuatro días", explica Arnette.

Desde la cima se divisan decenas de montañas de los cercanos Pakistán, India y China. "Es una de las vistas más impresionantes, espectaculares e inspiradoras que he visto nunca en el montañismo", afirmó.

Descenso

Pero el viaje aún no ha terminado. A estas alturas, la mayoría de los alpinistas están agotados.

"Pero, de nuevo, ahora hay que sortear las empinadas laderas y, al descender, la gravedad no es tu amiga. La gravedad te empuja hacia abajo en cada oportunidad", señala Arnette.

Los descensos en el K2 suelen durar varios días, y hasta que no alcanzan las laderas más allá del Campo 1, la mayoría de los alpinistas no se dan por tranquilos, añade Arnette.

"En ese momento, estás completamente agotado, no tienes nada en tus depósitos, estás funcionando completamente con la memoria muscular", dice Arnette. "No sabes cómo dar un paso más, pero de algún modo lo consigues".

Un escalador que regresa puede esperar que le espere una comida en el campamento base, pero Arnette dice que algunas personas están tan cansadas que no pueden comer, ni siquiera dormir.

"Es un estado físico prácticamente imposible de describir. Estar tan hambriento y tan privado de sueño que no puedes comer ni dormir", explica Arnette. "Eso es escalar el K2".

Arnette lleva desde 2009 escalando montañas para concienciar sobre el Alzheimer, y ha completado ascensiones al Everest y a las Siete Cumbres. 

Sus memorias, "Escalar por una causa: K2 with a purpose", saldrá a la venta en 2024.