El líder de las vacunas en China quiere vencer al virus siguiendo un método tradicional

Vacuna.
  • Sinovac Biotech, la compañía que desarrolla una de las principales candidatas a vacuna de China está apostando por un método tradicional frente a las tecnologías que utilizan el resto.
  • Su vacuna se basa en una versión inactiva del coronavirus que enseña a los sistemas inmunológicos humanos a reconocer y destruir al verdadero virus.
  • Sinovac, que comenzó las pruebas de la etapa final en julio, podría entrar en la producción comercial casi tan rápidamente como la vacuna de ARNm de Moderna.
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La mayoría de los más de 200 proyectos que se encuentran ahora mismo desarrollando una vacuna frente al COVID-19 a nivel mundial utilizan nuevas tecnologías, como las inoculaciones basadas en el ARN mensajero.

Sin embargo, Sinovac Biotech, la principal compañía en la carrera por la vacuna de China está apostando por un método que se ha estado utilizando durante cientos de años, según publica Bloomberg.

La empresa comenzó en julio las pruebas de la etapa final de su vacuna CoronaVac. Esta se basa en una versión inactiva del coronavirus que enseña a los sistemas inmunológicos humanos a reconocer y destruir al verdadero virus.

En lo que se refiere a tiempo, la compañía estaba por delante de la mayoría de las otras vacunas potenciales, incluyendo los nuevos modelos destinados a facilitar una fuerte protección y una rápida producción. Sinovac podría entrar en la producción comercial casi tan rápidamente como la vacuna ARNm de Moderna.

Las vacunas tradicionales podrían ser más eficaces para detener el virus

Muchos de los nuevos enfoques de la vacuna se centran en replicar la proteina "spike" en la superficie del coronavirus, la cual le ayuda a invadir las células humanas. Si el sistema inmunológico puede bloquear esa proteina, el ataque del virus se verá significativamente atenuado o incluso se pararía. Pero podría ser preferible exponer el cuerpo a todos los virus, dándole una elección mucho más amplia de objetivos potenciales y dejando que el sistema inmunológico decida cuáles son los más vulnerables.

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Otros beneficios podrían surgir cuando llegue el momento de producir y distribuir la dosis. Esas vacunas generalmente no necesitan ser congeladas, lo que supone una gran ventaja en los países en vías de desarrollo y en las zonas rurales, donde la capacidad de refrigeración puede ser limitada.

Por otra parte, las vacunas inactivadas pueden requerir varias inyecciones de refuerzo para lograr una fuerte inmunidad. En teoría, las vacunas de ARNm también deberían ser mucho más rápidas de fabricar, porque sólo requieren volúmenes minúsculos de materia prima para producir millones de dosis.

Su aprobación supondría un triunfo para China

Ganar la aprobación de CoronaVac sería un triunfo para Sinovac y para el esfuerzo del presidente chino Xi Jinping de poner al país a la vanguardia del desarrollo de una vacuna.

Yin Weidong fundó Sinovac en 2001, poco antes de que el SARS asolara el país. Sinovac desarrolló una posible vacuna contra el SARS, pero la enfermedad se desvaneció antes de que pudiera ser utilizada. Más tarde, la compañía obtuvo la aprobación para una vacuna contra el H1N1.

A medida que las infecciones por coronavirus surgían en China a principios de este año, Sinovac comenzó a evaluar sus opciones para desarrollar una nueva vacuna y se decidió que un método ya probado tenía la mejor oportunidad de éxito en una pandemia de rápida evolución.

Para producir su virus inactivado, Sinovac obtuvo muestras del patógeno COVID-19 de pacientes de todo el mundo. Luego inactivó el virus utilizando beta-propiolactona, una sustancia química derivada del formaldehído que suele emplearse en la investigación de vacunas, antes de purificarlo para convertirlo en un producto apto para ser inyectado, primero en roedores, y luego en seres humanos.

La empresa está esperando datos de sus ensayos de la etapa final, incluido un estudio de unas 9.000 personas en Brasil, que determinarán si la vacuna es segura y puede prevenir la enfermedad a gran escala. Si los ensayos tienen éxito, Sinovac planea producir al menos 300 millones de dosis al año en sus propias fábricas, mientras que recurre a otros fabricantes para una mayor producción.

Las acciones de Sinovac han sido suspendidas del mercado

Sin embargo, los inversores que buscan obtener una parte del éxito potencial de Sinovac se sentirán decepcionados. Sus acciones, que cotizan en el Nasdaq, han sido suspendidas del mercado durante más de un año, como resultado de una compleja y no resuelta disputa con algunos de sus propios inversores.

Por su parte, las acciones de Moderna han triplicado su valor desde principios de año. Moderna vale ahora unos 27.000 millones de dólares (22.800 millones de euros), 60 veces más que la valoración de Sinovac de unos 460 millones de dólares (388 millones de euros), que está congelada desde febrero del año pasado.

Esto no supone un problema para el gobierno chino, ya que considera el rápido desarrollo de la vacuna como un punto clave en su estrategia geopolítica pospandémica y una oportunidad para demostrar que sus compañías biotecnológicas pueden competir con las mejores. Además, los organismos reguladores de Pekín están acelerando las aprobaciones y permitiendo que las inmunizaciones experimentales entren en los ensayos con seres humanos a un ritmo sin precedentes. Sin estas medidas, dice Yin, Sinovac nunca podría haber entrado en la última etapa de las pruebas tan rápidamente. 

Incluso si las empresas chinas consiguen que se aprueben sus vacunas, se enfrentarán a un obstáculo: convencer a la gente de que sus productos son seguros, especialmente después de un proceso de aprobación tan acelerado

Si la última fase de ensayos de Sinovac tiene éxito, el CoronaVac podría comenzar su producción a gran escala el próximo año.

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