Los obras artísticas creadas por IA que han ganado premios y se han vendido por miles de euros

Parece que fue ayer cuando se decía que las máquinas ganarían al ajedrez a un humano, pero nunca podrían emularnos en tareas artísticas. Menos de 30 años después, varias inteligencias artificiales no solo lo hacen, sino que ganan premisos, ya sea de literatura o de pintura. Es la prueba del algodón: lo lees o lo contemplas y a priori dirías que lo ha hecho un ser humano sensible y sintiente. Pues no, son ceros y unos. 

La realidad es que el panorama artístico experimenta una revolución sin precedentes gracias a la inteligencia artificial (IA). Este avance tecnológico no solo ha transformado la forma en que interactuamos con el arte, sino que también ha cuestionado nuestras nociones tradicionales de creatividad y autoría. 

Una nueva era en el arte: la inteligencia artificial como creador

La controversia se intensificó en 2022 cuando una obra generada por IA, Théâtre d'Opéra Spatial, creada por Jason Allen mediante el uso de la plataforma en línea Midjourney, ganó el primer puesto en una feria estatal de Colorado. Allen afirmó haber dirigido a la máquina con una serie de indicaciones, ajustando la escena y dictando el tono de la imagen, lo que plantea la pregunta: ¿Puede considerarse este proceso una forma de autoría?

La Junta de Revisión en Estados Unidos dictaminó que, al haber sido producida por una máquina, la obra carece de autoría humana, excluyéndola de cualquier protección de derechos de autor. Este caso pone de manifiesto el dilema legal y ético que representa la autoría de las obras generadas por IA en el arte.

Pero este caso al menos es más farragoso, en la fina línea entre lo humano y cibernético, puesto que no es el caso, ya existente, de una inteligencia artificial creando de cero un texto o una pintura, sino un profesional dando instrucciones a la IA para una creación. 

Para muestra, otro botón

El dominio literario de la IA es incluso más acuciante. El último premio ganado por una inteligencia artificial ha sido en literatura y muy reciente, de principios de año. La escritora japonesa Rie Kudan ganó el Premio Akutagawa a la mejor obra de ficción de un escritor novel prometedor. El libro se llama Tokyo Sympathy Tower y el jurado lo calificó como impecable. 

Fue la propia autora la que reconoció haber usado la ayuda de la IA para escribirlo. Según ella, el 5%, pero, lejos de ser criticada, escritores del prestigio de James Patterson, Roxane Gay y Margaret Atwood han solicitado en una carta abierta que puedan usar la IA para entrenar modelos lingüísticos.

Premios y negocio

El arte es arte, pero también es negocio, en muchos casos más lo segundo que lo primero, y han visto en la IA otro filón. Es más, muchos vaticinan que el arte realizado con IA se perfila como el gran movimiento artístico del siglo XXI, con obras ya subastadas por cifras significativas, como el Portrait of Edmond de Belamy por 380.000 euros y Memorias de los transeúntes I por 46.450 euros.

El impacto de la IA en el arte y su recepción

La decisión ha resonado en un momento donde artistas de diversas disciplinas expresan su preocupación por cómo la IA podría amenazar sus medios de vida. La tecnología de IA, capaz de crear obras sin intervención humana directa, plantea el esperable debate sobre el futuro del arte y la creatividad.

Sin embargo, artistas como el neoyorquino Walter Robinson argumentan que el uso de herramientas, ya sean pinceles o programas de computadora, siempre ha sido parte del proceso creativo. Robinson defiende que la IA es simplemente una herramienta más que, bajo la dirección de un artista, puede producir obras significativas.

La IA y su legalidad en el mundo del arte

La reciente jurisprudencia refleja la complejidad de adaptar las leyes de derechos de autor a la era digital y la IA. El rechazo a registrar obras creadas por IA subraya la necesidad de una parte humana esencial para reclamar derechos de autor. 

Este marco legal actual excluye a las obras generadas íntegramente por IA de la protección de derechos de autor, lo que lleva a un debate sobre cómo deberían considerarse estas creaciones y su lugar en el mundo del arte.

¿Qué futuro nos espera?

La evolución del arte impulsada por la IA abre un abanico de posibilidades y desafíos. Mientras algunos ven en la IA una amenaza para la creatividad humana, otros la consideran una extensión de la herramienta artística, capaz de abrir nuevos horizontes para la expresión creativa.

Además, el análisis del fenómeno de los tokens no fungibles (NFT) revela cómo la digitalización del arte plantea interrogantes sobre el valor y la utilidad de las obras en el mercado. A medida que avanzamos hacia nuevas fronteras en el arte y la tecnología, se reflexiona sobre cómo estos cambios redefinirán nuestra percepción del arte, la autoría y la creatividad.