Así conseguí que a mis hijos les encantase leer y que el tiempo mirando pantallas dejase de ser un problema

Rachel Garlinghouse
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Uno de los niños escogiendo un libro.
Uno de los niños escogiendo un libro.Rachel Garlinghouse
  • Mis hijos pasan un montón de tiempo leyendo cuando están en casa.
  • Mi marido y yo hemos dado ejemplo con la lectura y siempre tienen un libro en la mano.
  • También pedimos alguno como regalo de cumpleaños y vamos a la biblioteca con frecuencia.

Mi marido y yo solemos bromear con la idea de que si alguien entrara a robar en la casa se sentiría muy defraudado. No tenemos joyas caras o sofisticadas productos electrónicos que poder llevarse. Hemos invertido en libros —montones y montones de libros—.

No somos los únicos que disfrutamos con ello. Nuestros hijos también aman leer. Mis 4 hijos — de 14, 12, 10 y 6 años — no pasan mucho tiempo frente a la pantalla. Cuando no están en el colegio o en alguna actividad extraescolar, buena parte del tiempo lo invierten en leer.

Así es cómo hemos ayudado a nuestros hijos a amar la lectura.

Damos ejemplo leyendo y hablamos de sus beneficios

Mi marido y yo sabemos que, sobre todo, nuestros hijos aprenden mirándonos. Amontonamos una pila de libros en nuestra mesita de noche, y los niños nunca me ven salir de casa sin algo que leer para entretenerme mientras espero en la parada del autobús del colegio o en la sala de espera antes de una cita médica.

One of Rachel Garlinghouse's kids reading a book
Rachel Garlinghouse

Vernos leer todo el rato les ha hecho entender que es una actividad que merece la pena, y la han asumido. La lectura nos ayuda a aprender sobre nuevos temas, otras culturas, diferentes puntos de vista y hechos históricos. 

Puede ayudarnos a relajarnos, especialmente antes de acostarnos, después de un día agitado. La lectura también nos ayuda a aprender vocabulario y repasar las reglas gramaticales—y comprender cuándo se pueden romper de manera creativa—.

Hay libros siempre disponibles

Tenemos estanterías en casi todas las habitaciones de la casa, con libros que pueden coger. Cuando algo está fuera de la vista es fácil pasarlo por alto o ignorarlo. Y no queremos que eso pase con los libros.

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Rachel Garlinghouse

Con coloridas pilas de títulos siempre en el horizonte de nuestros niños, nunca están lejos de algo nuevo que descubrir.

Vamos a la biblioteca y les dejamos escoger qué leer

A menudo digo que la biblioteca es un espacio libre de gastos y compras. Sobretodo en verano, la visitamos 2 veces a la semana para que ellos puedan elegir libros nuevos y explorar los últimos lanzamientos. 

Cuando eran más pequeños, íbamos a lecturas de cuentos allí y participábamos en programas de lectura de verano.

 

Hay tantas maneras de disfrutar de los libros. Dejamos que nuestros hijos elijan lo que quieren leer y el formato, lo que sea accesible y agradable para ellos.

Ofrecemos libros como recompensa

Cuando tienen una meta, les ofrecemos un libro nuevo como incentivo para cuando la cumplan. Por ejemplo, uno de mis hijos quería mejorar sus notas de ciencias. Así que acordamos que cuando lo hiciera, podría elegir qué lectura comprar. Funcionó. Los libros prohibidos están permitidos; de hecho, se les anima.

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Rachel Garlinghouse

Lectura como regalo

Además los libros son nuestros regalos favoritos. Cuando los familiares y amigos de nuestros hijos preguntan qué pueden regalarles a los niños para sus cumpleaños o Navidad, ellos siempre ofrecen una larga lista de títulos que quieren leer. Y cuando reciben dinero en efectivo, generalmente lo gastan en una de nuestras librerías locales.

Leemos antes del tiempo de pantalla

No les hemos prohibido el tiempo de pantalla por completo, solo tenemos algunos límites sobre cómo lo usamos. Tenemos un tiempo técnico establecido, que suele ser mientras preparamos la cena. 

Hasta entonces, cuando no están haciendo actividades y se aburren, tienen la opción de coger un libro. Sé que los padres tienen miedo de que sus hijos se aburran, pero el aburrimiento ofrece una  oportunidad única para meter la nariz en una buena historia

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