El procesador M1 es lo que necesitaba el Macbook Pro para volver a brillar: rendimiento, autonomía y potencia espectaculares

Análisis Macbook Pro 13 M1
Carlos Ferrer-Bonsoms
  • He tenido entre manos el nuevo Macbook Pro de 13 pulgadas con el procesador M1, el primero que desarrolla Apple tras el fin de su histórica alianza con Intel, y tengo claro que es lo que necesitaba este portátil para volver a brillar. 
  • Si estás buscando un portátil liviano y con un fantástico diseño, pero que además cumpla con tareas exigentes y ofrezca una batería infinita, hay pocas opciones que puedan hacerle frente. 
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La elección de un portátil no siempre es sencilla.

Tienes a tu disposición cientos de opciones y como prácticamente todo es configurable –desde la tarjeta gráfica, la memoria RAM o el procesador– no existen dos máquinas iguales aunque dos personas hayan escogido la misma máquina o el ordenador.

Esto es así en cualquier máquina Windows, ya que en lo que respecta a los ordenadores Apple, prácticamente todos juegan en la misma liga y cambia únicamente la memoria interna o la velocidad de la RAM.

Eso sí, no hay duda de que estos ordenadores son francamente potentes y raramente decepcionan –aunque tengan un uso diferente, ya que están especializados en ofrecer un comportamiento extraordinario para todo lo relacionado con el diseño o la edición– incluso cuando se arriesgan con desmarcarse por completo de la competencia. 

Y esto es lo que ha ocurrido con los nuevos Macbook Pro y Macbook Air que Apple presentó el pasado 10 de noviembre en donde anunciaron el fin de su alianza con Intel y el desafío de lanzar su propio procesador. 

Este tipo de cambios no es algo nuevo para la compañía de Cupertino. Ya ocurrió con el paso de Power PC a Mac OS y ahora continúan la senda marcada con la integración del chip M1 en estos nuevos ordenadores. 

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Dos portátiles pioneros que recogen todo lo bueno que siempre ha caracterizado a Apple y se aventuran con un procesador completamente nuevo, desarrollado desde cero y de cosecha propia, que al fin y al cabo es el corazón del ordenador y el que deja claro si merece o no merece la pena, 

¿Está el chip M1 de los nuevos Mac a la altura?

He estado con el Macbook Pro de 13 pulgadas con 8GB de RAM y procesador M1 –y 256GB de almacenamiento interno, aunque eso francamente no es relevante– durante un mes usándolo como herramienta de trabajo y de ocio y tengo bastante clara la respuesta. 

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Diseño continuista, construcción premium y muy liviano.

Esto ya es marca de la casa y la verdad, ¿Si funciona, para qué tocarlo? 

Sí que es cierto que a lo largo de los años han ido haciendo su diseño más fino y con un aprovechamiento de la pantalla mayor donde los biseles negros casi no se comen espacio, pero si comparas este ordenador con el que salió hace unos meses no vas a notar ninguna diferencia.

Esto es como una curiosidad, pero sí que echo en falta el clásico logo de la manzana retroiluminada del exterior que le daba un toque diferente, aunque este nuevo diseño también me encanta. 

Lo mejor, sin lugar a dudas, es que es un Macbook francamente compacto, que cabe en cualquier parte y es francamente cómodo transportarlo de un lado para otro. Sus 1,4 kilogramos le sientan de fábula y hay momentos en los que ni notas que lo llevas encima, así que si buscas un equipo liviano y muy manejable, este equipo se postula como una de las mejores opciones del mercado. 

En los laterales, una de cal y una de arena. En la parte izquierda hay dos puertos USB-C y en la derecha una conexión para cable minijack para auriculares. 

Llama poderosamente la atención como Apple quiere quitarse de en medio todo tipo de conexiones y por un lado obliga a comprar algún adaptador para poder conectar una tarjeta micro USB –que me he tenido que comprar para pasar las imágenes de la cámara– o cualquier tipo de accesorio extra, mientras que por el otro le dedica un guiño al pasado cuando todo se escucha ya a través de bluetooth, aunque en este sentido, se agradece. 

Es un ordenador francamente bonito a la vista y que deja claro que estás ante algo muy premium, pero sí que es cierto que se ensucia con facilidad y eso que he apostado por el macbook gris espacial, ya que era más oscuro y así también me desmarcaba del clásico color plata, muy habitual en los portátiles de la manzana. 

Al abrirlo, se presenta el Trackpad Force Touch que es una auténtica delicia y que es bastante amplio, el teclado Magic Keybord que me ha encantado, así como el Touch Bar –que he utilizado más de lo que me imaginaba– así como dos altavoces a los laterales.

Por último, remarcar la presencia del sensor Touch ID que hace las veces de encendido y apagado del ordenador y que además te permite pagar con la huella o desbloquear el equipo. 

Una pantalla que es una delicia visual donde todo luce francamente bien.

Uno de los pilares básicos de la experiencia con un portátil pasa por la pantalla y en este campo, como ya es habitual en cualquier equipo portátil o de sobremesa de Apple, el Macbook Pro cumple con creces. 

Primero, toca hablar del brillo –que se autorregula de manera inteligente en función de las condiciones de luz de una manera magnífica – y aquí, sus 500 nits son más que suficientes y arrojan una presencia fantástica. No hay ningún solo escenario en el que vayas a tener problemas. Tanto en condiciones de poca o mucha luz, o incluso con algún que otro reflejo, la pantalla da lo mejor de sí para nunca dejarte tirado y ofrecer una experiencia sobresaliente. 

Cosa que se traslada a la definición de imagen. Aquí, Apple apuesta por un panel LED con tecnología IPS que tiene una resolución de 2.560x1600 a 227 píxeles que deja unos resultados sorprendentes. Además, gracias a su tecnología True Tone y su gama cromática amplia P3, todo lo que se muestra en pantalla adquiere una fuerza visual impresionante donde todos los colores lucen de maravilla. 

Eso sí, no todo es positivo y es que pese a la dimensión del panel, 13,3 pulgadas, los marcos siguen siendo un poco grandes, aunque la zona de la pantalla está muy bien aprovechada, pero es cierto que se debe a la inclusión de la webcam. 

También hay que destacar que, al igual que el cuerpo del ordenador, la pantalla se mancha con facilidad y eso que cuando el ordenador está cerrado la abertura es tan estrecha que es prácticamente imposible que le entre cualquier mota de polvo. 

Un sonido excelente y con compatibilidad para Dolby Atmos.

Analisis MacBook Pro 13 M1

Carlos Ferrer-Bonsoms

Si ya en el diseño del ordenador se ve claramente la salida del audio en los dos laterales de forma tan evidente, es que la apuesta por el sonido iba a ser una de las prioridades y aquí, el Macbook Pro tampoco falla. 

Ofrece un sonido muy potente y bien equilibrado que te dejará disfrutar de tus videojuegos, canciones o películas y series favoritos a una calidad muy buena. 

Además, ofrece compatibilidad con Dolby Atmos para poder llevar la experiencia a otro nivel. 

Un teclado excelente y un Trackpad que cuando aprendas a manejarlo dirás adiós al ratón de por vida.

Analisis MacBook Pro 13 M1

Carlos Ferrer-Bonsoms

Está claro que Apple se equivocó con el teclado mariposa, a pesar de que tenía sus defensores, y por ese motivo este nuevo teclado encantará a sus detractores, ya que han dado un paso atrás y vuelven a apostar por el teclado tijera que tan bien ha funcionado a lo largo de los años en los portátiles de la compañía de Cupertino. 

La respuesta del teclado es francamente buena, tiene un sonido agradable a la pulsación y lo cierto es que cada tecla responde sin problemas, a excepción de la tecla del bloqueo para que todas las letras salgan en mayúsculas, ya que necesita de una pulsación un poco más alargada que un simple toque y puede frenar tu velocidad de escritura.

También es cierto que llevo trabajando unos años con un teclado numérico a la derecha y la ausencia de este se me ha hecho un poco cuesta arriba en las primeras semanas, pero tengo claro que en un ordenador de este tamaño se hacía francamente imposible de incorporar, así que tampoco es algo negativo. 

También llama la atención la retroiluminación de las teclas que es sencillamente perfecta. Tengo en casa un Macbook de 2013 y siempre he trabajado con esta iluminación desactivada, ya que me molestaba más que me ayudaba. En este ordenador he dejado que la IA decida y siempre me acompaña una ligera iluminación que simplemente me ha encantado y sin la que ya no puedo vivir

En la parte superior está el Touch Bar, del que sinceramente no esperaba gran cosa, pero he tenido que comerme mis palabras. Primero por la ayuda que ofrece a la hora del texto predictivo, ofreciéndome el emoji perfecto para la ocasión. Segundo, la facilidad para controlar el volumen o la iluminación de la pantalla. Tercero y más importante: la posibilidad de cambiar de pestañas tanto en Chrome como en Safari directamente desde aquí y que me ha supuesto un auténtico avance en cuanto a productividad

Analisis MacBook Pro 13 M1

Carlos Ferrer-Bonsoms

A la derecha, está el Touch ID, otro añadido fantástico: desbloqueo con huella digital, compras en la App Store sin necesidad de contraseñas e incluso acceso a cualquier web en donde tengas una sesión con un toque de dedo. 

Por ponerle una pega, si apagas el ordenador completamente, cuando quieras volver a iniciar sesión o hacer alguna compra, tendrás que volver a escribir tu contraseña, algo entendible completamente por temas de seguridad, pero que creo que es importante destacarlo. 

Por último, toca hablar del TrackPad, ese panel que hace las veces de ratón que tiene una respuesta y una cantidad de atajos tan útiles y configurables que una vez te acostumbres no querrás otra cosa.

Igual requiere un poco de aprendizaje, como el hecho de conocer cómo hacer doble clic, el desplazamiento por una página de arriba hacia abajo o las diferentes pulsaciones que puedes hacer con él, pero hay que destacar que desde las preferencias del sistema, hay un apartado dedicado al TrackPad en donde, además de configurarlo a tu antojo, hay varios tutoriales visuales para que aprendas a sacarle el máximo partido. 

Una batería monstruosa: puedes estar hasta 3 días sin cargar el ordenador.

Analisis MacBook Pro 13 M1

Carlos Ferrer-Bonsoms

En este sentido ya sabía a lo que venía. 

Mi Macbook Pro de 2013 al que le he metido muchísima caña en estos siete años y sigue funcionando como un tiro presume, todavía, de una autonomía de en torno a un día a pleno rendimiento con programas de edición, navegación por Internet, juegos o cualquier película. 

Con este ejemplo y sabiendo lo bien que optimiza Apple sus dispositivos de esta categoría para maximizar su eficiencia ya me podía hacer una idea de lo que me esperaba y aún sabiendo esto, me ha sorprendido.

Es cierto que mi día a día se resume en tener Spotify o algún videoblog de YouTube de fondo mientras uso el editor del trabajo para escribir, pero no tengo que pasar por el cargador en más o menos 3 días con un uso aproximado de 10 horas de pantalla cada jornada

Poco rival tiene Apple en este sentido y tengo claro que es otro de los puntos clave para decidirse por un equipo de Cupertino.

Un sistema operativo simplemente perfecto, que igual requiere cierta adaptación si vienes de Windows.

Analisis MacBook Pro 13 M1

Carlos Ferrer-Bonsoms

En cuanto a la experiencia de usuario, solo puedo decir que es magnífica. 

Es cierto que siempre he sido usuario de Mac desde hace ya muchos años y navegar por el ordenador se me hace francamente cómodo e intuitivo. Eso sí, para un usuario que venga de Windows puede ser algo complicado al principio, pero creo que es cuestión de acostumbrarse. 

Siempre se dice lo mismo: si te compras un Mac, tardarás un poco en hacerte con él ya que es más complicado que Windows. Yo lo planteo de una forma diferente: ¿Qué pasa si un usuario de Mac se va a Windows? Vivirá esas primeras semanas de experimentación inicial hasta acostumbrarse a todo lo que ofrece el sistema

Es cierto que aquí las aplicaciones no se cierran simplemente dándole a la equis roja de la esquina, sino que requiere de un command+Q para que lo hagan de manera definitiva o que cualquier aplicación que te bajes tienes que arrastrarla a la carpeta de Aplicaciones para que se guarde en el sistema y puedas borrar ese ejecutable, así como multitud de ejemplos extra que diferencian uno de otro, pero si al final te atreves a dar el salto, no te vas a arrepentir.

Si por el contrario ya eres un usuario acostumbrado al SO de Apple, con Big Sur te vas a encontrar con una capa fantástica en donde el único problema que le veo es en la elección de los iconos, más parecidos a los de iPhone que casan con la idea de ecosistema total, pero me gustaba esa diferenciación entre ordenadores y smartphones con su característico estilo visual. 

De todas formas, la integración es absolutamente increíble: llamadas que puedes contestar desde el ordenador aunque no tengas el móvil en el mismo cuarto, empezar a trabajar en un documento en el iPad o estar navegando en el móvil y lanzarlo al ordenador para continuar desde aquí y mucho más. 

También me ha encantado que puedes pedirle al Macbook que decida él mismo cuando aplicar el modo oscuro o claro dependiendo de la hora del día y cualquier app que tengas instalada cambia automáticamente sin tener que tocar ningún ajuste interno.

En cuanto al centro de notificaciones, otro avance significativo. Antes aparecían en una enorme lista que se desplegaba por todo el lateral de la pantalla y lo peor: desordenadas. Ahora, todo esto ha cambiado y se agrupan por categorías que puedes estirar al hacer clics sobre ellas y luego otro clic extra más para ir a la notificación concreta. 

Por último, hablar de los widgets que también han sufrido un lavado de cara importante y aunque me han gustado, no les he visto tanta utilidad como a otros elementos del sistema operativo

Una webcam correcta, pero de la que esperaba algo más. 

Anális MacBook Pro 13 M1

En un mundo en donde tanto importan las videollamadas, ya que casi todo el trabajo se hace de manera digital, esperaba algo un poco más elaborado por parte de Apple en este apartado, pero únicamente se queda en una resolución de 720p que aunque no está mal, no es todo lo que esperaba

El chip M1 es el auténtico protagonista de la función: espectacular rendimiento, potencia apabullante y lo mejor: no se calienta NADA.

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Carlos Ferrer-Bonsoms

Y por fin toca hablar sobre el cambio más radical de este nuevo Macbook: su corazón. 

Se trata de un cambio absolutamente total frente a todo lo anterior y está claro que era un movimiento muy arriesgado.

Dejar atrás Intel no era una tarea sencilla y más, sobre todo, teniendo en cuenta que sus procesadores  que llevan ejerciendo de pulmón en los macbook desde hace más de 15 años y que el M1 es su primer procesador dedicado.

Ahora, ¿Cumple con lo esperado? ¿Tiene un rendimiento más potente que un macbook con un procesador Intel? Ambas respuestas son afirmativas y muy contundentes: sí y de una manera sobresaliente. 

Quitando el encendido del ordenador –aunque lo más habitual es dejarlo en reposo dando como resultado una respuesta casi inmediata que te hará preguntarte si realmente ha entrado en suspensión – que tarda un mínimo de 10 segundos, tiempo que irá creciendo a medida que llenes el disco duro con tus aplicaciones, el resto se mueve a una velocidad de vértigo

Aplicaciones que ya cuentan con integración total con el chip M1 como Safari, Chrome o Pages, por poner algunos ejemplos, tienen una respuesta de apertura de apenas un segundo y el comportamiento del ordenador, aunque tengas cientos de pestañas abiertas sigue siendo excelente. 

El resultado no es tan positivo con aquellas que no están optimizadas como por ejemplo Spotify o los programas de Adobe que pueden demorarse unos 10 segundos hasta que se abren de manera definitiva. 

De momento, como ocurrió con Power PC, la transición al procesador M1 llevará su tiempo y mientras los desarrolladores optimizan sus herramientas, Rosetta 2 ejerce como vía para abrir estas apps de manera "emulada" y aunque el resultado no es tan bueno, la respuesta sigue siendo excelente

Está claro que era una jugada arriesgada, pero la integración del nuevo procesador les ha salido francamente bien, tanto que dan una respuesta mejor que un macbook de las mismas características pero con Intel y lo mejor de todo: a un precio menor. 

Además, la respuesta del ordenador ante cualquier proceso, sea o no sea exigente es simplemente increíble a nivel de temperatura: no se calienta nada y además no emite ningún tipo de ruido

¿Y qué ocurre si te gusta jugar en el portátil? El chip M1 también mejora el rendimiento en algunos juegos que antes eran injugables... aunque también falla en otros.

Analisis MacBook Pro 13 M1

Carlos Ferrer-Bonsoms

Lo más sorprendente es que, aunque el entorno Mac no está pensando especialmente para el gaming, sí que es cierto que desde hace unos años, las compañías están prestando atención al sistema operativo de Apple e incluso muchos juegos tienen un rendimiento más que notable en estas máquinas. 

Sin embargo, hasta el momento todos ellos tiraban del chip de Intel, así que esto es algo que puede haber cambiado... y lo ha hecho, pero para mi sorpresa lo ha hecho para bien

No solo es que respondan muy bien, sino que en algunos casos se mueven con mucha fluidez y soltura y superan con creces a las versiones de Intel, aunque también es cierto que puede darse el caso contrario. 

Al final será un trabajo de adaptación, pero desde aquí puedes comprobar qué tal funcionan en esta máquina. 

Yo he probado de primera mano a jugar a Disco Elysium, Children of Morta y Hades y el resultado es francamente bueno. 

Además, también tienes la posibilidad disfrutar de todos los juegos de Apple Arcade desde el ordenador si tienes una suscripción, algo que mejora todavía más la integración entre todos sus dispositivos. 

Un portátil al que prácticamente no se le puede poner pegas y que te va a dar todo lo que le pidas y más.

Analisis MacBook Pro 13 M1

Carlos Ferrer-Bonsoms

Este nuevo Macbook es un auténtico titán que supone un enorme salto de calidad respecto a sus anteriores equipos y que tengo claro que es la evolución que necesitaban

Quitando el ya clásico diseño que acompaña a estos ordenadores desde hace ya muchos años, donde reside toda la magia es en su interior gracias a un chip propio, el M1, que arroja unos resultados simplemente magníficos. 

Si tenías dudas sobre si Apple acertaba al romper la alianza con Intel, ya puedes dejarlas de lado ya que lo que han conseguido es simplemente sobresaliente: una potencia apabullante y un rendimiento magnífico que incluso responde bien en las aplicaciones que todavía no han sido optimizadas para la  nueva arquitectura.

Además, ofrece una batería alucinante que te hará olvidarte del cargador durante días y una pantalla a todo color en la que es una delicia perderse. 

Evidentemente, tiene algún punto negativo que otro, como esos fallos puntuales en el teclado, la pérdida de conexiones en los laterales que te obligará a comprar algún complemento para tarjetas Micro SD o incluso para conectarlo a otra pantalla a través de HDMI o esa ligera "lentitud" al abrir apps no actualizadas.

De todas formas, por todo lo demás es un portátil simplemente increíble con el que no te vas a equivocar y vas a dar un auténtico salto de calidad, tanto si vienes de Windows como si tienes un mac de hace unos años.

¿Lo mejor? Es mucho más barato que los demás portátiles que ha ido sacando Apple a lo largo de los años y lo puedes conseguir por 1449 euros.

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