Las mejores alternativas al bitcoin: ethereum, ripple, litecoin, monero o dogecoin

Alternativas al Bitcoin

El vertiginoso crecimiento del valor del bitcoin acapara los titulares de medio mundo y la atención de millones de personas que sueñan con convertirse en millonarias de la noche a la mañana. Sin embargo, hay vida mucho más allá de la criptomoneda más famosa como vamos a repasar en las mejores alternativas al bitcoin: desde ethereum a ripple pasando por monero, litecoin o dogecoin.

Todo empezó hace nueve años cuando Satoshi Nakamoto, un nombre ficticio bajo el que se esconde una persona (o un grupo de personas) creó la primera criptomoneda la historia. Había nacido el bitcoin, que hoy está más viva que nunca y de la que han nacido la mayoría de criptomonedas que existen hoy: se estima que existen más de un millar de criptodivisas diferentes, aunque solo unas pocas podrán mantenerse en la carrera a lo largo del próximo año.

Las búsquedas sobre bitcoin se han disparado en Google en todos los lugares del mundo, síntoma del enorme interés que ha despertado una moneda que ha conseguido convertir en millonarios de la noche a la mañana gracias a un espectacular crecimiento que muchos alertan se parece demasiado al de pasadas burbujas.

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El bitcoin parece haber llegado para quedarse. El problema es que a día de hoy resulta complicado, arriesgado y muy caro buscarle rentabilidad ya que en diciembre ha conseguido batir todos los récords imaginables superando incluso los 16.900 euros.

Por eso son muchos los que tratan de encontrar cuáles son las mejores alternativas al bitcoin, aglutinadas en internet bajo el concepto de altcoins. No es una pregunta fácil dentro de un sector que acaba de nacer y se encuentra en pleno desarrollo, pero en Business Insider hemos seleccionado cinco alternativas al bitcoin que pueden ser interesantes a nivel de inversión desde ya.

Ethereum (ETH)

Ethereum Madrid

La segunda criptomoneda más popular del planeta ha experimentado un crecimiento mayúsculo en los últimos meses pero se mantiene en cifras algo más asumibles para el bolsillo: su máximo histórico se encuentra en los 680 euros, una cifra que se sitúa a años luz de los casi 17.000 del bitcoin.

¿Cuáles son las diferencias entre el bitcoin y el ethereum? Aunque ambas criptomonedas están diseñadas bajo el mismo concepto, siendo monedas digitales descentralizadas que pueden utilizarse para comprar, pagar o utilizarse como reserva de valor, existen algunas diferencias técnicas entre ellas.

Para empezar no existe (ni existirá) un número finito de ethereum. En cambio, jamás vamos a ver más de 21 millones de bitcoins porque simplemente no existen. Eso se traduce en que el bitcoin es una moneda deflacionaria por definición, lo que le aporta algunas ventajas como ser una mejor reserva de valor pero al mismo tiempo presenta algunos interrogantes, sobre todo en un escenario como el de las criptomonedas donde no existe ningún tipo de regulación.

Además, el bitcoin y el ethereum se diferencian en otros conceptos como el algoritmo utilizado, la dificultad de cálculo, el premio por el minado o el tiempo de bloque.

Sin embargo, la verdadera diferencia es que el ethereum lleva un paso más allá al concepto de blockchain (cadena de bloques). Por eso se habla del ethereum como algo más que una moneda, sino como una plataforma para crear contratos inteligentes, es decir, programas que liberen dinero o ejecuten acciones solo si se cumplen las condiciones estipuladas, sin ningún tipo de intermediarios.

Esto abre la puerta a infinitas aplicaciones en todo tipo de campos, desde el sector bancario al de los seguros, pasando por organizaciones políticas (si no se cumple con el contrato no hay dinero) o incluso las apuestas deportivas: el código es seguro, inmutable y descentralizado, por lo que en la práctica resulta casi imposible de falsificar.

Ripple (XRP)

Ripple Coin

Ripple es la tercera criptomoneda con más capitalización del mundo, por detrás de bitcoin y ethereum, e igualmente ha experimentado un enorme crecimiento a lo largo de los últimos meses.

Al igual que sucede con el bitcoin estamos ante una criptomoneda finita: existe un tope total de 100.000 millones de ripples, por lo que si se mantiene con vida con el paso de los años se irá convirtiendo en un bien escaso y, cada vez, más preciado.

A diferencia de las dos anteriores la mayor parte de los ripples existentes están en manos de una misma compañía, lo que genera desconfianza en algunos inversores y cotiza directamente contra otras divisas como el euro, el dólar o el propio bitcoin.

Bitcoin utiliza un modelo basado en cálculos muy complejos para verificar las transacciones que gastan muchos recursos. Eso significa que las transacciones pueden hacerse efectivas en media hora o incluso cuatro horas después de realizarlas, con costes asociados que a veces se disparan hasta los 20 dólares. 

En otras palabras, la red que verificar estas transacciones malgasta una inmensa cantidad de energía, un sistema bastante ineficiente que hace que solo puedan producirse un puñado de transacciones por segundo en todo el mundo.

Ripple funciona con un esquema totalmente diferente que permite verificar las transacciones en solo unos segundos. No requiere de muchos recursos y tampoco es caro de mantener: la red actual es capaz de gestionar más de 1500 transacciones por segundo, y esa cifra va creciendo a lo largo del tiempo.

Litecoin (LTC)

Litecoin

Litecoin fue lanzada en 2011 como una de las primeras alternativas al Bitcoin, cuando la minería era uno de los atractivos principales del mundo de las criptomonedas y ya se estaba convirtiendo muy complicado minar bitcoins al necesitar equipamiento cada vez más especializado y caro.

El algoritmo de litecoin se diseñó para intentar equilibrar el terreno de juego con el objetivo de que cualquiera pudiera minar monedas con su propio ordenador.

De nuevo una de las ventajas de esta alternativa al bitcoin consiste en su mayor rapidez: las transacciones con litecoins se completan en alrededor de dos minutos.

Además el tope máximo de litecoins es mucho mayor (84 millones) y está bastante más lejos de alcanzarse que el del de su rival, que con más de 16 millones de millones de bitcoins en circulación se acerca al límite de los 21 millones.

Por todo esto, su creador subraya que se trata de una criptomoneda más enfocada a los pagos, a transacciones más rápidas y a menores comisiones al necesitar menos recursos que el bitcoin.

 

Monero (XMR)

Monero Altcoin

Descrita habitualmente como la criptomoneda preferida de los ciberdelincuentes, monero es una de las alternativas al bitcoin más polémicas.

Presume de ser la más privada de todas: los pagos son imposibles de rastrear y las transacciones no están enlazadas entre sí, por lo que no se puede saber quién es el remitente ni el receptor ni la cantidad real. 

Por este motivo ha gozado de una gran popularidad dentro del denominado internet oscuro para la compra y venta de productos y servicios ilegales.

Sin embargo, monero no tiene por qué tener una connotación negativa: es una solución para los más preocupados por mantener su privacidad y bastante útil en algunos escenarios.

Para empezar es una buena fórmula para evitar que otros puedan saber cuánto dinero hay en una cartera y a quién pertenece, lo que puede ser especialmente relevante en zonas del planeta con un alto nivel de criminalidad.

De la misma manera las empresas pueden entender que monero aporta ventajas al ocultar a sus proveedores -y al mismo tiempo a sus competidores- cuánto dinero tienen para que esa información no condicione las negociaciones entre las compañías.

Incluso puede ser interesante a nivel particular a la hora de evitar prácticas de precios discriminatorios como las que utilizan las aerolíneas o las cadenas de hoteles: al desconocer tu identidad no pueden ajustar su precio en base a tu perfil.

Dogecoin (DOGE)

Dogecoin moneda

La criptomoneda más simpática también ha experimentado un importante crecimiento en las últimas semanas, aunque se mantiene muy lejos de las cifras en las que se mueven las anteriores.

Dogecoin es una criptodivisa derivada de Litecoin creada como una broma -tiene su propia religión paródica- por un antiguo ingeniero de IBM que utiliza como mascota un perro de la raza Shiba Inu, un meme de Internet bautizado como Doge

Se ha convertido en un fenómeno gracias al empuje de algunas comunidades online como Reddit, hasta el punto de que sus usuarios organizaron una colecta para patrocinar un coche de la Nascar.

Su emisión máxima se sitúa en 100.000 millones de monedas y gracias a su estructura se pueden realizar transacciones en solo 60 segundos, lo que la convierte en una de las criptomonedas más ágiles.

Aún así su futuro se sitúa entre interrogantes por la falta de adopción del público, que en su mayor parte, ha migrado a otras criptodivisas como el bitcoin entre otras cosas por la falta de desarrollos técnicos y mejoras en el dogecoin.

Bitcoin cash

Un bitcoin es una criptomoneda.
Un bitcoin es una criptomoneda.

Una de las últimas alternativas al bitcoin es el bitcoin cash. Se trata de una criptomoneda creada por un grupo de desarrolladores y empresas insatisfechos con el funcionamiento del bitcoin.

Al estar descentralizado cualquiera puede coger el software libre del bitcoin y replicarlo, que es precisamente lo que han hecho los creadores del bitcoin cash.

Los principios son idénticos, aunque en este caso la idea es permitir que se produzcan más transacciones por segundo al aumentar la capacidad de los bloques y, así, descongestionar la red, lo que a su vez se traduciría en un abaratamiento de costes para el usuario.

La gran duda consiste en si el grueso de usuarios de bitcoin dará el paso a cambiar de criptomoneda, algo que no parece viable a corto plazo puesto que no todos los monederos están ofreciendo la posibilidad de almacenar esta nueva criptodivisa y, además, porque también se han aumentado los bloques en el bitcoin "tradicional" (aunque en menor medida) para aligerar el tráfico, lo que minimizaría el problema.

 

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