Tranquilo, puedes criticar al jefe sin problema: Estrasburgo reconoce que no es motivo de despido porque es un derecho fundamental

¿Es lógico que si te pillan criticando al jefe o a la empresa te despidan? Pues habrá opiniones para todos los gustos, pero el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo tiene claro que ese despido es ilegal porque vulnera un derecho fundamental como la libertad de expresión, además de poder realizar críticas constructivas, mientras no socaves la dignidad o el honor de una persona. 

La sentencia emitida por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ha marcado un precedente importante al afirmar que la crítica a los jefes en el ámbito laboral es un derecho fundamental. Este fallo establece nuevos límites en lo que respecta a la libertad de opinión en el trabajo, un asunto que siempre ha generado debate.

Libertad de expresión en el lugar de trabajo: el caso concreto

La sentencia del TEDH surgió tras el caso de un ingeniero en Turquía, quien fue despedido por enviar un correo electrónico a su jefe con comentarios sarcásticos sobre su gestión, comparándolo desfavorablemente con Jeff Bezos, el fundador de Amazon. 

Este ingeniero criticaba prácticas como la separación física entre empleados de diferentes rangos y políticas de gastos restrictivas, sugiriendo que tales actitudes no contribuían al éxito empresarial al estilo de las grandes compañías estadounidenses.

¿Qué dice la sentencia del TEDH?

La Corte, en una resolución unánime, determinó que expresar críticas hacia la gestión de los superiores, incluso si estas son irónicas o sarcásticas, no puede ser motivo de despido. Los magistrados argumentaron que, mientras las críticas sean constructivas y no se conviertan en descalificaciones personales, se deben encuadrar dentro de los límites de la libertad de expresión y, por lo tanto, merecer la máxima protección legal.

Qué impacto tiene la sentencia en el ámbito laboral

Esta decisión ha sido recibida con optimismo entre la población trabajadora, ya que refuerza el derecho a la crítica constructiva dentro de un entorno laboral. Bajo la luz de esta sentencia, si te pillan criticando por WhatsApp o por correo determinados actos y políticas de la empresa y de sus jefes, tu despido podría considerarse improcedente.

Requisitos para que la crítica sea considerada legítima

No obstante, no todo valdrá. Para que las opiniones y críticas contra la gestión sean legítimas, deben cumplir con tres criterios fundamentales:

1. No deben dañar el prestigio de la empresa: en el caso del ingeniero turco, se cumplió este criterio al tratarse de un correo electrónico interno dirigido a un número limitado de personas.
2. Deben ser constructivas: la crítica debe tener como objetivo mejorar la situación o el funcionamiento de la empresa, sin caer en insultos o descalificaciones personales.
3. Entorno apropiado: las opiniones deben expresarse en un contexto laboral adecuado, sin sobrepasar los límites del respeto mutuo y la profesionalidad.

La reciente sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos representa un avance significativo en la protección de la libertad de expresión en el trabajo y resalta la importancia de poder expresar críticas constructivas hacia la gestión de los superiores sin temor a represalias. 

No obstante, desde el punto de vista de los trabajadores, es crucial entender los límites y condiciones bajo los cuales estas críticas pueden ser expresadas, para garantizar siempre un entorno laboral respetuoso y productivo.

Requisitos para un despido procedente y de acuerdo a la ley

Falta de causa: el despido debe basarse en una causa legal y válida, como las causas objetivas (económicas, técnicas, organizativas o productivas) o las causas disciplinarias. 

Defectos en el procedimiento: el despido debe seguir un procedimiento legal, que incluye la comunicación al trabajador por escrito, la entrega de la carta de despido y el pago de la indemnización correspondiente. 

Indemnización insuficiente: la indemnización por despido improcedente debe ser la legalmente establecida.

Discriminación: el despido no puede basarse en motivos discriminatorios por razón de sexo, raza, religión, discapacidad, edad u otras características personales. 

Violación de derechos fundamentales: el despido no puede vulnerar derechos fundamentales del trabajador, como el derecho al trabajo, la libertad sindical o el derecho a la huelga.

Si no se cumplen estos requisitos, el despido podrá ser considerado improcedente o nulo y no engrosarás las listas del paro.