Mark Zuckerberg y Warren Buffett comparten su amor por McDonald's, y ese vínculo con el gigante de la comida rápida nació hace décadas

Mark Zuckerberg y Warren Buffet tienen más en común aparte de ser multimillonarios y dirigir compañías del Fortune 500. A ambos les entusiasma la comida rápida de McDonald's.

Zuckerberg reconoció su predilección por la cadena en una publicación del pasado lunes en su red social Threads. La cuenta oficial de McDonald's preguntó a sus seguidores si alguien quería algo para comer, y el responsable de Meta y Facebook respondió: "20 nuggets, un cuarto de libra, patatas grandes, un McFlurry de Oreo, un Apple Pie y quizá una hamburguesa con queso para después".

El magnate de las redes sociales se ha puesto en forma con el jiu-jitsu y las artes marciales mixtas (MMA), así que cuando su entrenador criticó esa hipercalórica petición, Zuckerberg respondió en seguida: "No busco adelgazar, así que necesito unas 4.000 calorías diarias para compensar tanta actividad. Y está tan rico...".

Al CEO de Meta le puede gustar comer en McDonald's, pero lo cierto es que se quedó a nada de tener su propio restaurante franquiciado. Cuando Zuckerberg todavía era un adolescente su padre le dio la opción de montarlo o de ir a la universidad. Zuckerberg escogió lo segundo, pero acabó marchándose de Harvard en 2004 tras montar una primera versión de Facebook en el dormitorio de su residencia.

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En cuanto a Buffett, el magnate ha sido fan de McDonald's durante décadas. El inversor de 92 años recoge su desayuno en uno de los establecimientos de la cadena cada mañana de camino a la sede de su compañía, Berkshire Hathaway. Además, la juguetera Jazwares, de la propia Berkshire Hathaway, se ha aliado recientemente con McDonald's para lanzar un menú Happy Meal en EEUU.

Buffett —que come orgullosamente como un niño de 6 años— ha llegado a tener acciones de McDonald's. Berkshire tuvo una participación del 4,3% de la compañía que se valoraban en 1.400 millones de dólares a finales de 1996.

El experto en comida basura también elogió a McDonald's como un "negocio excepcional" y reivindicó que era "feliz de comer allí todos los días". Aunque salió del accionariado de McDonald's a finales del 98, reconoció que aquello fue "un enorme error" en una carta a los accionistas de Berkshire de ese mismo año.

"Diría que esta decisión os ha costado algo más de 1.000 millones de dólares", lamentó Buffett en la reunión anual de accionistas de 1999. De hecho, las acciones de McDonald's se han multiplicado por 7 desde entonces, mientras que las del S&P 500 han crecido a un ritmo menor en el mismo período, "solo" cuadruplicando su valor.

Aunque Zuckerberg no aceptó la posibilidad de montar su propio McDonald's y Buffett vendió sus participaciones en la compañía, está claro que ambos defienden apasionadamente los productos de la compañía. Quizá el siguiente paso sea ver una Zuckerburger o un McBuffett.