La dieta de Zuckerberg: 4.000 calorías al día, incluyendo hamburguesas de McDonald's y McFlurrys

Mark Zuckerberg es un hombre hambriento. 

En un post publicado en el nuevo Threads el lunes, el multimillonario CEO de Meta afirmó que necesita unas 4.000 calorías al día para "compensar toda la actividad" que está realizando como parte de su nuevo régimen de fitness.

En una entrevista reciente en una charla con el podcaster Lex Fridman, Zuckerberg afirmó que practica de tres a cuatro sesiones de jujitsu y MMA a la semana, así como trabajo de fuerza y acondicionamiento, rematado con entrenamiento de movilidad.

Todo ello le permite ingerir grandes cantidades de comida repleta de calorías para favorecer la síntesis de proteínas musculares, la reposición de electrolitos y la recuperación en general, lo que incluye, al parecer, McDonald's.

Después de que McDonald's publicara en Threads una pregunta sobre los pedidos favoritos de sus seguidores, Zuckerberg respondió: "¿20 nuggets, un cuarto de libra, patatas fritas grandes, McFlurry de Oreo, tarta de manzana y quizá alguna hamburguesa con queso para más tarde?".

Eso provocó una respuesta del luchador de la UFC (y amigo de Zuck) Mike Davis. "¡Estás en el campamento! Nada de McDonald's", publicó el luchador.

Davis estaba recordando a Zuckerberg que estaba en medio de un plan de entrenamiento para prepararse para un posible combate con el multimillonario rival Elon Musk, lo que significa que la comida rápida no debería estar en el menú. Pero Zuck se excusó diciendo que necesitaba unas 4.000 calorías al día para mantener su peso durante su actual régimen de entrenamiento.

Las dietas hipercalóricas son un elemento básico para los deportistas de alto rendimiento, que a menudo consumen alimentos tradicionalmente considerados poco saludables para obtener calorías de forma rápida y fácil.

El nadador olímpico Michael Phelps contó en una ocasión que consumía 10.000 calorías al día con una dieta que incluía raciones de pasta, bebidas energéticas y pizza para asegurarse la energía suficiente para dar una vuelta tras otra en la piscina. 

El gigante de Meta no es Phelps, pero se está sometiendo a un cambio para dar la impresión de ser más duro, de tomarse en serio la forma física e incluso de ser simpático en cierto modo.