Neuralink oculta las imágenes de los monos fallecidos en sus experimentos, a pesar de las denuncias sobre maltrato animal

Elon Musk sigue adelante con Neuralink, uno de los proyectos más conocidos sobre las interfaces cerebro-ordenador –o BCI, por sus siglas en inglés–, a pesar de las numerosas críticas que ha recibido.

El objetivo de la compañía de chips cerebrales no es otro que ofrecer a personas con cualquier tipo de parálisis una alternativa para que puedan volver a controlar con el pensamiento un teclado o ratón.

En este sentido, habría claros beneficios para investigaciones sobre lesiones de médula espinal o esclerosis lateral amiotrófica (ELA), esta última pudiendo llegar a destruir progresivamente el sistema nervioso.

Sin embargo, las denuncias sobre el trato que se ha dado a los primates usados durante el experimento no paran de llegar. 

La más importante apareció el mes pasado a raíz de una carta a la que había tenido acceso Wired; el Comité de Médicos por una Medicina Responsable (PCRM) decidió interponer una denuncia ante la SEC (Comisión de Mercado de Valores) en Estados Unidos.

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Ahora, el mismo medio ha publicado la carta en la que se relatan las atrocidades que han tenido que sufrir los primates obligados a participar en esta investigación y en la que también aparece la muerte de uno de los animales.

Por eso mismo, recomiendo que no accedas directamente a la carta si eres una persona sensible.

En la misma, se detalla el caso de uno de los animales, que fue finalmente sacrificado el 13 de septiembre de 2018. 

Tras las pruebas del chip cerebral de la compañía de Elon Musk, el primate comenzó a mostrar efectos adversos, como enrojecimiento de la cara, temblores, espasmos, hinchazón en el cerebro...

Los científicos responsables reconocieron lo que estaba ocurriendo, un "defecto neurológico severo" que ya habían visto en otros primates y que había sido provocado por el dispositivo de Neuralink.

En este punto, según la Ley de Bienestar Animal de Estados Unidos, el equipo tendría que haber sacrificado de inmediato al primate, pero el responsable de la investigación decidió que era buena idea esperar un día más para ver más efectos.

Durante esas 24 horas, el primate comenzó a sufrir hipersensibilidad a la luz, su pierna derecha dejó de responder, respiraba con dificultad y ya no podía mantenerse siquiera en pie.

Según la autopsia, el causante de este daño neurológico severo fue un adhesivo tóxico que se había filtrado al cráneo desde el implante de Neuralink, lo que causó posteriormente la hinchazón del cerebro del animal, que sobresalía de su cráneo.

Ahora bien, según han comentado fuentes relacionadas –con acuerdos de confidencialidad– a Wired, la Universidad de California en Davis no ha guardado registros fotográficos, debido a que Neuralink trató de esconder estos de organizaciones públicas.

En la actualidad, a pesar de que la universidad ha compartido los registros que tiene desde 2018 a 2020, todavía faltan cientos de imágenes por desclasificar, ya que los primates eran incluso grabados en vídeo.

El PCRM ya ha dejado claro que Neuralink está tratando de ocultar información y que ha engañado a la sociedad.

"La divulgación de las imágenes es particularmente importante porque Neuralink engaña activamente al público y minimiza la naturaleza espantosa de los experimentos", ha asegurado a WIRED Corey Page, abogado representante del PCRM.

De momento, ni Neuralink ni Elon Musk han respondido a estas denuncias sobre maltrato animal, a falta de conocer las imágenes del terror que tuvieron que sufrir los primates durante los experimentos.

Eso sí, la compañía de chips cerebrales ya ha anunciado que se está preparando para comenzar los ensayos en humanos.