Inflamación cerebral, parálisis y eutanasia: las consecuencias del chip Neuralink, de Elon Musk, en experimentos con monos, según una denuncia

Un grupo que aboga por la investigación científica ética pide a la Comisión del Mercado de Valores de EEUU (SEC, por sus siglas en inglés) que investigue a Elon Musk por su reciente afirmación de que ningún mono ha muerto como consecuencia del chip cerebral de Neuralink.

El Comité de Médicos por una Medicina Responsable (PCRM, por sus siglas en inglés), una organización sin ánimo de lucro que ya ha presentado quejas contra la conducta de Neuralink, pide a la SEC en una carta obtenida por la revista Wired que investigue a Musk por fraude de valores por una declaración que hizo en X, antes Twitter, el 10 de septiembre.

Elon Musk, que cofundó la startup biotecnológica en 2016, ha escrito en respuesta a una publicación de un usuario que "ningún mono ha muerto como resultado de un implante de Neuralink", un chip que pretende permitir a los humanos conectarse a un dispositivo de forma remota.

"En nuestros primeros implantes, para minimizar el riesgo para la salud de los monos, elegimos moneos terminales (cercanos ya a la muerte)", escribe Musk el 10 de septiembre, poniendo mal el término 'monos' ["moneys", en lugar de "monkeys", en inglés].

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PCRM alega en la carta a la SEC que "Musk sabe que eso es falso".

El año pasado, PCRM reveló que había obtenido registros de la Universidad de California (EEUU), Davis, donde se llevaron a cabo los experimentos de Neuralink, que según ellos mostraban cómo los monos padecieron "un sufrimiento extremo como resultado de un cuidado inadecuado de los animales y de los implantes experimentales de cabeza altamente invasivos durante los experimentos".

Los documentos y notas de investigación del Centro Nacional de Investigación de Primates de California de la universidad que se publicaron en el sitio web del PCRM muestran que al menos una docena de monos a los que se implantaron chips experimentaron diversos problemas de salud, como infecciones e inflamación cerebral, antes de que finalmente se les practicara la eutanasia.

Otros efectos sobre la salud fueron parálisis, convulsiones, pérdida de coordinación y equilibrio, y depresión, escribe el PCRM en la carta a la SEC.

Según el PCRM, los experimentos requerían una intervención quirúrgica de varias horas y la perforación de dos orificios del tamaño de una moneda de diez centavos [moneda de unos 18 mm de diámetro] en la cabeza de los monos para implantar el dispositivo.

En uno de los casos, los investigadores han observado que una macaca rhesus hembra de 6 años de edad, etiquetada como "Animal 15", se "pellizcaba o incluso tiraba" ocasionalmente de los implantes tras la intervención, según los documentos. También han observado otros comportamientos como, posiblemente, "presionar la cabeza", así como la pérdida de equilibrio y coordinación.

Otras veces, la mona también tomaba de la mano y acicalaba a su "compañero visual".

En marzo de 2019, los investigadores observaron una "infección del implante craneal". Al animal 15 se le practicó la eutanasia ese mes, según mostraron los documentos.

Los portavoces de Neuralink y PCRM no han respondido inmediatamente a una solicitud de comentarios.

El grupo también se opone a la afirmación de Musk de que los monos utilizados para las pruebas estaban "al borde de la muerte".

"Los registros de salud de los monos muestran que, si bien varios animales habían sufrido traumas físicos y habían sido utilizados previamente en experimentos en UC Davis, no hay evidencia de que estuvieran 'cerca de la muerte', como Musk ha afirmado", escribe PCRM, señalando que los macacos rhesus "a menudo viven hasta alrededor de 25 años en cautiverio".

La edad media de la docena de monos que han muerto durante la investigación de Neuralink era de 7,25 años, según el grupo.

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Un antiguo empleado de Neuralink que pide el anonimato por temor a represalias declara a la revista Wired que la afirmación de Musk de que los monos estaban al borde de la muerte es "ridícula", si no una "fabricación directa".

El empleado afirma que los investigadores necesitaban hasta un año para el entrenamiento del comportamiento de los monos con el fin de llevar a cabo el experimento de Neuralink.

Andy Fell, portavoz de la Universidad de California en Davis, ha declinado hacer más comentarios al margen de la declaración emitida por la escuela el año pasado.

"UC Davis sí tuvo una colaboración de investigación con Neuralink, que concluyó en 2020", apunta la declaración. 

"Los protocolos de investigación fueron revisados exhaustivamente y aprobados por el Comité Institucional de Cuidado y Uso de Animales (IACUC, según sus siglas en inglés) del campus. El trabajo fue realizado por investigadores de Neuralink en instalaciones del Centro Nacional de Investigación de Primates de California en UC Davis. El personal de UC Davis proporcionó atención veterinaria, incluida la vigilancia de los animales de experimentación las 24 horas del día. Cuando se producía un incidente, se comunicaba al IACUC, que ordenaba la formación y los cambios de protocolo necesarios", añade.

PCRM señala en la carta a la SEC que Musk tiene más de 157 millones de seguidores en X, "lo que significa que el alcance de sus mensajes es inmenso y afecta a la percepción de Neuralink por parte del público en general y los inversores potenciales".

Musk ha sido acusado previamente de fraude de valores después de que tuiteara en 2018 que llevaría a Tesla a un mercado privado a 420 dólares (unos 393 euros, al cambio actual) por acción.

La SEC resolvió la acusación bajo la estipulación de que Musk renunciara a la presidencia de Tesla y pagara una multa de 40 millones de dólares (37,4 millones de euros).

En una demanda colectiva separada, un jurado determinó que Elon Musk no era responsable de engañar a los inversores con sus publicaciones en las redes sociales.