Chip cerebral Neuralink: ¿qué es, cómo funciona esta tecnología y qué esperar en el futuro?

Neuralink

Reuters

  • El chip cerebral de Neuralink es una interfaz cerebro-ordenador "totalmente implantable, cosméticamente invisible y diseñada para que las personas puedan controlar un ordenador o un dispositivo móvil dondequiera que vayan".
  • La compañía biotecnológica fundada por Elon Musk acaba de implantar el primer chip de esta índole en un paciente humano.
  • La empresa se enfrenta a controversias éticas, acusaciones de maltrato animal y efectos secundarios adversos detallados en varios informes.

Todo comenzó en 2016, año en el que Elon Musk fundó Neuralink, compañía que se dio a conocer en 2017, tal y como avanzó por aquel entonces el Wall Street Journal. La empresa de neurotecnología se sumaba a la cartera de proyectos de corte futurista liderados por Musk con cohetes espaciales y coches eléctricos y autónomos en la ecuación.

El objetivo del proyecto era ambicioso, controvertido, y para muchas personas, espeluznante: lograr algún día la "simbiosis" entre el cerebro humano y la inteligencia artificial. Para ello, desarrollan interfaces neuronales cerebro-ordenador ideadas para registrar y estimular la actividad cerebral. O dicho de otro modo, tienen planes para poner chips en los cerebros de la gente.

Años después del germen de la idea, Elon Musk anunciaba este lunes 29 de enero en la red social X que se ha implantado por primera vez uno de los chips de Neuralink en el cerebro de un paciente humano.

¿Qué es el chip de Neuralink?

Un mono juega a un videojuego con la mente, según Neuralink
Un mono juega a un videojuego con la mente, según Neuralink

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El chip de Neuralink tiene aproximadamente el tamaño de una moneda y puede incrustarse en el cráneo de un paciente. Cables 20 veces más delgados que un cabello humano están equipados con 1.024 electrodos que pueden monitorizar la actividad cerebral, estimular el órgano y transmitir datos de forma inalámbrica a los dispositivos digitales de los investigadores.

A corto plazo, el dispositivo podría tener diferentes aplicaciones tecnológicas y médicas, como proporcionar a las extremidades robóticas la sensación del tacto, permitiendo que pacientes con parálisis o síndrome de enclaustramiento puedan controlar un brazo robótico con la mente.

El invento también podría ayudar a personas con trastornos neurológicos graves, como el párkinson o la ELA, a comunicarse e interactuar con el mundo que les rodea, controlando un cursor de ordenador o un teclado utilizando solo sus pensamientos.

A largo plazo, Musk aspira a restaurar el habla, la escucha o que personas tetrapléjicas puedan caminar de nuevo, e incluso conservar, reproducir y hasta compartir recuerdos, al más puro estilo Black Mirror

¿Cómo funciona?

Musk describió el dispositivo como "un Fitbit dentro del cráneo" cuando mostró un experimento en directo de la tecnología con tres cerdos en 2020.

La compañía ha diseñado un robot quirúrgico que inserta los hilos del implante en la parte adecuada del cerebro. La intervención no requiere anestesia y dura alrededor de una hora. Una vez instalado, el dispositivo electrónico, que se ha bautizado como Telegraph, envía información sobre la actividad cerebral de la persona a una aplicación de Neuralink, donde se traduce en acciones e intenciones.

El propósito del chip inalámbrico es que los usuarios puedan controlar dispositivos como teléfonos y ordenadores totalmente con sus propios pensamientos, así como a ayudar a pacientes con problemas de movilidad, visión, audición y memoria. Por el momento, el implante está en fase de desarrollo y solamente disponible para pruebas en personas con determinadas afecciones.

 

En los últimos años, Neuralink ha mostrado los resultados de algunos de sus experimentos con animales: en 2021, la compañía aseguró que un mono podía jugar a un videojuego solo con su mente, mientras que otra ocasión reveló que era posible introducir un chip en el cerebro de un cerdo y registrar su actividad neuronal.

La docena de robots de Neuralink realizó 155 de estas cirugías en ovejas, cerdos y monos en 2021 y 294 en 2022, según Bloomberg.

En la actualidad, la empresa está reclutando pacientes para seguir probando la seguridad de su interfaz cerebro-ordenador inalámbrica y del robot quirúrgico utilizado para insertarla. Hace unos meses la startup obtuvo la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamento de Estados Unidos (FDA), para iniciar su primer estudio clínico en humanos. 

Este estudio tardará aproximadamente seis años en completarse, y la empresa busca voluntarios que padezcan una discapacidad grave —en concreto, tetraplejia causada por una lesión de la médula espinal o esclerosis lateral amiotrófica (ELA)— tengan al menos 22 años y cuenten con un cuidador constante y fiable.

Efectos secundarios, maltrato animal y preocupaciones éticas

El producto de Neuralink no ha pasado desapercibido, sino que está en el punto de mira de numerosos científicos, expertos en bioética y organizaciones animalistas.

A finales de 2022, Reuters reveló en exclusiva que la compañía de chips cerebrales de Elon Musk estaba siendo investigada por las autoridades federales por maltrato animal. La compañía habría matado a aproximadamente 1.500 animales desde 2018, y muchas muertes fueron evitables, señalaron diferentes empleados de la compañía.

El pasado otoño se publicó un informe de Merkley y Wired en el que se relató el fallecimiento de un primate al que el implante causó "daño neurológico severo" debido a un adhesivo tóxico del chip cerebral. 

Pese a que el animal mostraba signos muy avanzados del daño, uno de los científicos lo dejó vivo un día más, causándole todavía más efectos adversos, lo que contradice la Ley de Bienestar Animal de Estados Unidos.

Musk negó lo acontecido. "Ningún mono ha muerto como resultado de los chips de Neuralink", publicó en X. Pero una nueva denuncia de la SEC (Comisión de Bolsa y Valores de EEUU) alegó que la declaración de Musk es falsa basándose en los registros de investigación.

Según la carta, los experimentos de Neuralink provocaron los siguientes efectos secundarios en al menos 12 monos macacos: infecciones crónicas, parálisis facial, diarrea con sangre o inflamación cerebral, que eventualmente requirieron eutanasia.

El futuro inmediato

Entre los planes de Neuralink detallados por Bloomberg, la empresa realizará su ensayo clínico en humanos a lo largo de este año.

Calcula que cada cirugía de implante le costará unos 10.500 dólares —unos 9.700 euros—, incluidos exámenes, piezas y mano de obra, y que cobrará a las aseguradoras unos 40.000 dólares —unos 37.000 euros—. La compañía prevé unos ingresos anuales de hasta 100 millones de dólares en cinco años. 

Neuralink prevé realizar 11 operaciones en 2024, 27 en 2025 y 79 en 2026. A partir de ese momento, las cosas se acelerarán, pasando de 499 cirugías en 2027 a 22.204 en 2030, según los documentos facilitados a los inversores y consultados por Bloomberg. Los propósitos iniciales son permitir el movimiento muscular en personas privadas del mismo, y restaurar la visión. 

Queda por ver si la tecnología de la startup está capacitada para resolver en el futuro estos y otros problemas de parálisis, ceguera, depresión o memoria, así como para hibridar a la humanidad con la IA, y dotar a las personas de unas capacidades cognitivas aumentadas gracias a la interfaz cerebro-ordenador. 

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