Ya no solo vale la universidad: la FP crece y garantiza empleo

"Estudia, ve a la universidad y vivirás mejor que yo". Esa es la frase con la que han crecido las generaciones nacidas en los 80, 90 y 2000. La realidad cuando han llegado al mercado laboral, no ha sido tan sencilla. Una crisis tras otra, salarios bajos y una fuga de cerebros para poder "trabajar de lo suyo" es lo que muchos han encontrado.

En la actualidad, casi la mitad de los jóvenes españoles tiene una titulación de educación superior, por encima de la media europea, según datos de un informe del Ministerio de Educación y Formación Profesional. A la vez que ocurre esto, grandes empresas como Accenture o IBM, e incluso el Gobierno de Estados Unidos, son cada vez menos exigentes con los requisitos de titulación en sus contrataciones.

Una de las consecuencias más inmediatas es la puesta en valor de la Formación Profesional, culturalmente denostada en las últimas décadas. Algo que ya es tangible; en España en solo cinco años esta opción académica ha crecido un 30%, según datos del Ministerio de Educación y Formación Profesional.

Un cambio que han vivido los centros de enseñanza, especialmente aquellos que disponen de modalidad online. Así lo cuenta Guillermo Ricarte, CEO de la plataforma de formación Linkia, "hemos tenido un crecimiento fuerte y tenemos una masa de alumnos a distancia importante".

Reconoce que esto aplica a toda la FP, pero que la opción online, por cuestiones físicas, tiene una mayor capacidad de crecimiento. "En online es mucho más fácil. Diría que hemos crecido de media un 20% cada año y en el año de pandemia bastante más".

Algo que además afecta al perfil del alumno; "la edad ha subido bastante, tenemos más de 5.000 alumnos y de media tienen 31 años, cuando antes la cifra rondaba los 26". 

Cambio de sector

Los expertos sitúan la FP como un trampolín para cambiar de sector profesional, ya que el tiempo de formación es mucho menor que el de la universidad y, por lo general, tiene un mayor periodo de prácticas en empresa.

"La motivación siempre es laboral, de empleabilidad, encontrar un buen empleo o cambiar el que tienen. Existe una tendencia y tenemos a titulados universitarios. Casi un 20% de nuestros estudiantes que tienen alguna titulación universitaria, que es muchísimo para ser FP", señala Ricarte.

"Cada vez hay más gente, que por el motivo que sea, cuando está ya en sus veintitantos decide hacer una FP. Un perfil muy determinado, por ejemplo, son personas que por momentos vitales se han desenganchado del mundo laboral y académico y buscan volver haciendo un ciclo formativo", añade el CEO de Linkia.  

¿Está el mercado preparado para soportar la demanda? 

La realidad es clara, según los datos del Observatorio de las Ocupaciones del Servicio Público de Empleo Estatal (Sepe), la tasa de empleabilidad de la FP se sitúa en el 42,2%, frente al 38,5% de la formación universitaria.

Esto explica que cada vez más personas se decanten por esa opción, ¿Pero avanza la oferta a la misma velocidad que la demanda? 

Parece que sí, porque además no paran de nacer nuevas titulaciones. Ejemplo de ello es que este mismo verano, el Consejo de Ministros aprobó la creación de 30 nuevas cualificaciones profesionales vinculadas a sectores estratégicos.

"En cuanto a matriculación estamos todavía por debajo de la media de la Unión Europea. Todavía hay margen y potencial para crecer. Porque en otros países ya es un hecho que el mercado laboral demanda más perfiles técnicos de formación profesional que universitarios. Entonces vamos hacia ahí y está pasando", expone Ricarte. 

De hecho, señala que las escuelas privadas están creciendo mucho, lo que ha hecho que la administración pública también ponga más el foco en la FP. Ejemplo de ello es la aprobación de la nueva ley de FP en marzo de 2022. Una de las grandes novedades son los cursos de especialización, que vendrían a ser el máster de la FP.

Inserción laboral

Lo avalan los datos y es el principal llamativo de la FP. "La formación en centros de trabajo es una asignatura obligatoria y te obliga como centro a colocar en unas prácticas a todos tus alumnos. Ese es el primer contacto que hay con la empresa. A partir de aquí, la inserción es mucho más natural. La bolsa de trabajo para la FP es más fácil", explican desde Linkia.

Algo que no ocurre en las facultades. "La FP para la universidad siempre ha sido el hermano pequeño, feo, y ahora tienen más interés. Una de las razones es que saben que la FP es cantera para ellos. Pero también ven que el vínculo que hay con la empresa, la proximidad al mercado laboral", añaden. 

Ante este boom, eso sí, reivindican que el crecimiento que no puede afectar a la calidad de la enseñanza: "No somos Amazon, sino que estás vendiendo formación, y es importante mantener unos estándares de calidad". 

A la vez que la tasa de empleabilidad es mayor, el sector denuncia que  incluso con la alta demanda de perfiles técnicos, aquellos que vienen de la FP tienen unas expectativas salariales más bajas "cuando muchas veces tienen un conocimiento específico de ciertas cosas que superan incluso a los universitarios que en algunos temas es más generalista", apuntan desde Linkia.

Los ciclos más demandados

En general, la demanda formativa de los alumnos va en línea de la de las empresas. Los estudiantes se decantan por el sector de la programación, ciberseguridad, inteligencia artificial, big data o videojuegos, coincidiendo con los perfiles TIC de FP más demandados por las empresas.

Y es que, lo mejor de la formación profesional es que los ciclos formativos son de dos años, un tiempo corto para que el mercado laboral cambia, por lo que la demanda puede ir muy de la mano del mercado que se encontrarán al acabar la titulación.