Por qué no puedes dejar de ver vídeos de guerra y de violencia en internet

Vídeos, móvil, redes sociales, internet

Photographer, Basak Gurbuz Derman/Getty Images

  • Las imágenes explícitas de la guerra y la violencia circulan más que nunca por las redes sociales.
  • Según una investigadora, las personas que se identifican con las víctimas o sienten ansiedad ante un suceso violento buscan contenidos más explícitos.
  • Una mayor exposición a estas imágenes puede tener graves efectos mentales y físicos en la audiencia espectadora.

Es difícil navegar por las redes sociales en estos momentos sin toparse con imágenes o vídeos de violencia explícita, ya sea relacionada con la guerra entre Israel y Hamás, la guerra en Ucrania o la violencia en Estados Unidos.

La Dra. Roxane Cohen Silver, distinguida profesora del Departamento de Ciencias Psicológicas de la Universidad de California en Irvine (EEUU), lleva más de 20 años investigando el impacto psicológico de ver imágenes traumáticas.

Silver explica a Business Insider que, cuando empezó su investigación durante la guerra de Irak, la gente recibía las noticias principalmente de la televisión, la prensa y la radio. Eso significaba que la gente tenía que buscar activamente algunos de los vídeos e imágenes que ahora son muy difíciles de evitar.

Desde entonces, el panorama de los medios de comunicación ha cambiado drásticamente.

"Ahora la gente lleva smartphones en la mano. Son cámaras muy potentes, por lo que se pueden tomar imágenes muy gráficas y distribuirlas instantáneamente en las redes sociales, y todo eso cambia realmente lo que la gente está viendo", explica.

En su opinión, la exposición extrema a la violencia bélica plantea graves riesgos para la salud mental e incluso física, y ningún beneficio psicológico.

Las personas pueden reaccionar ante contenidos gráficos como si hubieran sufrido un trauma

Aunque una pantalla separa a los espectadores de las imágenes violentas, Silver afirma que no reduce necesariamente el impacto.

Su investigación ha descubierto que las personas que ven más vídeos de sucesos violentos tienen más probabilidades de presentar los mismos síntomas que las personas que han sufrido directamente un trauma.

En las primeras semanas de exposición a contenidos gráficos, los espectadores pueden presentar síntomas de estrés agudo, como flashbacks [escena o secuencia retrospectiva], ansiedad, hipervigilancia, dificultad para ignorar las imágenes y posibles pesadillas.

El tipo de imágenes también es importante. En su opinión, "lo horripilante, lo gráfico y lo sangriento del contenido" tiende a correlacionarse con síntomas más dramáticos.

Las personas que tienen miedo son más propensas a buscar estas imágenes

Silver ha descubierto que las personas que buscan imágenes explícitas no son necesariamente las que están más insensibilizadas y son más indiferentes, sino todo lo contrario.

"Cuanto más se estresa la gente por estas imágenes o por este contenido, más se siente atraída por más imágenes y más contenido sobre la violencia", afirma.

Por ejemplo, cuando hace años circulaban vídeos de decapitaciones del ISIS (o Estado Islámico), su investigación descubrió que "las personas que estaban más preocupadas por el terrorismo eran más propensas a buscar estas imágenes".

Esto conduce a un ciclo difícil de romper.

"Una mayor exposición conduce a un aumento del estrés, y el aumento del estrés lleva a la gente a buscar o exponerse a más contenidos de ese tipo", describe Silver.

Las personas con identidades similares a las de las víctimas se ven más afectadas

La investigación de Silver también ha hallado que las personas que se identifican de algún modo con las víctimas de un suceso concreto tienden a sentirse más atraídas y más impactadas por los contenidos violentos.

Por ejemplo, tras el tiroteo en el club nocturno Pulse de Orlando en 2016 (EEUU), una investigación de Silver ha descubierto que las personas que se identifican como hispanas y/o parte de la comunidad LGBTQ+ consumen más contenidos relacionados con el suceso.

Esto puede jugar a favor de quienes quieren que los miembros de ciertos grupos tengan miedo. Silver cita el reciente ataque de Hamás en Israel y el tiroteo en la mezquita de Nueva Zelanda en 2019 como ejemplos de ataques retransmitidos en directo, en los que los autores hicieron circular deliberadamente los vídeos por internet.

"Intentan crear miedo en la población, y lo hacen tomando estas imágenes gráficas", explica. Las personas que están naturalmente preocupadas y furiosas pueden, sin saberlo, propagar el miedo al ver y volver a publicar los videos, añade.

Puedes mantenerte informado sin exponerte a la violencia

Puede parecer que se está apoyando a las víctimas de una crisis al dar testimonio de la violencia que sufren. Sin embargo, Silver sostiene que "no hay ningún beneficio psicológico en ver las imágenes, y sobre todo en verlas una y otra vez". En todo caso, pueden ser psicológicamente perjudiciales.

"No estoy abogando por que la gente evite las noticias. Si el objetivo final es estar al día de la información más reciente, se puede hacer sin exponerse a las imágenes explícitas", aclara.

Aprendiendo de su propia investigación, se ha propuesto evitar hacer clic en imágenes y vídeos violentos cuando lee las noticias. Pero, admite, puede ser difícil.

"Me tapo los ojos con las manos cuando me desplazo para buscar el contenido que quiero leer. Me esfuerzo mucho por evitar las imágenes, pero aun así puedo estar muy informada", explica.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.