El plan de Putin para ganar la guerra de Ucrania podría estar empezando a hacerse realidad

Vladímir Putin

Sputnik/Sergei Guneev/Pool via REUTERS

  • Vladímir Putin lleva tiempo apostando a que el apoyo occidental a Ucrania se debilitará antes o después. 
  • El Congreso de Estados Unidos está sumido en la confusión por la oposición del Partido Republicano a conceder más ayudas a Ucrania. 
  • No obstante, el apoyo público en Occidente sigue siendo fuerte.
Análisis Faldón

Mientras el ala más escorada del Partido Republicano abocaba al Congreso de Estados Unidos al caos por su oposición a destinar más dinero a Ucrania, el Kremlin daba una vuelta triunfal. 

Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, ha asegurado que la situación es una señal de lo que está por venir: que el apoyo de Occidente a Ucrania empezará a derrumbarse.

Los analistas llevan tiempo deduciendo que se trata de una parte crucial del plan del presidente Vladímir Putin: mantenerse en la lucha tanto tiempo que Occidente se canse de ayudar a Ucrania.

"El cansancio por este conflicto —el cansancio por el apoyo completamente disparatado al régimen de Kiev— irá en aumento en varios países, entre ellos Estados Unidos", ha declarado Peskov.

La disputa en el Congreso estadounidense se centra en un nuevo paquete de ayuda multimillonaria a Ucrania, el último de una serie de paquetes enormes de dinero en efectivo y armas que han demostrado ser vitales para Ucrania en su batalla contra la invasión rusa.

La corriente aislacionista de ultraderecha del Partido Republicano en la Cámara de Representantes se ha opuesto al plan, e incluso ha forzado la salida del que fuera presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, por esta cuestión.

Los diagramas que muestran un complejo de túneles bajo el palacio de Putin en el Mar Negro son una prueba de cuánto tiempo lleva el líder ruso obsesionado con la posibilidad de un conflicto con Occidente.

El Pentágono ha dicho que aún tiene miles de millones de ayuda preaprobada por entregar, pero que en algún momento se acabará.

Estados Unidos, por otro lado, no es el único país que está mostrando fatiga ante la situación en Ucrania. 

La semana pasada, un partido de extrema derecha ganó las elecciones en Eslovaquia con la promesa de poner fin al apoyo a Ucrania, país con el que comparte frontera terrestre.

En Alemania, el partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), cuyos líderes mantienen desde hace tiempo lazos con Rusia y se oponen a la ayuda a Ucrania, está subiendo en las encuestas.

Incluso aunque el apoyo europeo se mantenga firme, The Wall Street Journal informaba esta semana de que los aliados europeos de Ucrania tendrían dificultades para compensar cualquier déficit derivado de la disminución de la ayuda estadounidense.

Varias noticias de esta semana han transmitido distintas versiones de un mismo asunto: los aliados occidentales manifestando que ya han aportado la mayor parte de lo que están dispuestos a dar.

Volódimir Zelenski y Pedro Sánchez, durante una reunión esta semana con motivo del encuentro de la Comunidad Política Europea celebrado en Granada.
Volódimir Zelenski y Pedro Sánchez, durante una reunión esta semana con motivo del encuentro de la Comunidad Política Europea celebrado en Granada.

Servicio de Prensa Presidencial de Ucrania/Cedida vía Reuters

La apuesta de Putin 

Los analistas afirman que Putin lleva tiempo apostando a que el apoyo occidental a Ucrania se debilitará a medida que los altos precios del combustible y la inflación provocada por la guerra sigan haciendo mella en los presupuestos familiares.

El ministro de Defensa ruso, Sergey Shoigu, ha vaticinado que el conflicto podría durar hasta 2025, el año siguiente a las elecciones presidenciales estadounidenses. Rusia parece comprometida a largo plazo.

Esta semana, fuentes de los servicios de inteligencia estadounidenses citadas por The New York Times afirmaban que Putin estaba haciendo todo lo posible por amplificar el sentimiento antiucraniano, preparando una amplia campaña de desinformación dirigida a Estados Unidos.  

George Beebe, exdirector de la unidad de análisis sobre Rusia de la CIA, explica a Business Insider que Putin está convencido de que Ucrania carece de los recursos y el apoyo necesarios para ganar una guerra de desgaste contra Rusia. 

"Cada vez hay más indicios de que tiene razón.  Ucrania no está cumpliendo sus objetivos de reclutamiento, su economía se está hundiendo bajo el peso de la guerra, y el entusiasmo está disminuyendo tanto en Estados Unidos como en Europa a la hora de mantener altos niveles de ayuda a Ucrania", afirma.

"Si el Congreso de EEEUU entra en un desorden total, la ayuda podría desplomarse también repentinamente, lo que sería una mala noticia para Ucrania y también para las perspectivas de cualquier final negociado de la guerra".

En un artículo para el Quincy Institute describe lo que podría ocurrir después.

La reticencia estadounidense y europea podrían alimentarse mutuamente, afirma, erosionando a su vez la moral en Ucrania y dificultando aún más el apoyo a su lucha. 

"La combinación podría producir un punto de inflexión en el que la erosión gradual del apoyo occidental a Ucrania se desborde en una abrupta reducción o colapso", escribe. 

Otros analistas creen que esta sonrisa de victoria del Kremlin puede ser prematura. 

Una reciente encuesta del Chicago Council of Global Affairs indica que la mayoría de los estadounidenses, alrededor de seis de cada diez, siguen respaldando la ayuda a Ucrania, aunque el apoyo está cayendo entre los republicanos.

El think tank belga Bruegel constató en junio que el apoyo popular a Ucrania en la UE se mantenía firme a pesar de un ligero descenso. 

"El apoyo a Ucrania se ha mantenido firme, lo que sugiere que la opinión pública comprende plenamente las implicaciones de mayor calado para la seguridad europea del resultado de la guerra", señalaron sus investigadores. 

Pero el informe destaca que, en un clima geopolítico volátil e impredecible, los líderes occidentales se enfrentan a grandes retos para mantener el apoyo que permita a Ucrania seguir luchando.

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