¿Será obligatorio presentar la declaración de la renta por internet en 2024? Esto dice la ley

Por si ya las personas mayores tuvieran pocas preocupaciones e incertidumbres, igual has leído u oído hablar de la nueva norma de la Hacienda para presentar la declaración de la renta solo por internet. 

Esto puede suponer un quebradero de cabeza para los mayores, pero incluso para otras personas más jóvenes, no tan duchas en tecnologías y que siempre hacen los trámites, si se puede, en papel y presencialmente. 

La realidad es que con la reciente aprobación del Real Decreto-ley 8/2023, el Ministerio de Hacienda ha introducido una medida que está generando inquietud, especialmente entre las personas mayores: la obligación de presentar el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) exclusivamente por medios electrónicos. 

¿Va a ser así o hay matices?

Por qué de repente un requisito así 

Los tiempos están cambiando y todo se está automatizando y digitalizando, pero nadie imaginaba, incluso en 2024, una norma así. Cuáles son las razones. La medida, que busca modernizar y agilizar el proceso de declaración, se justifica por la tendencia observada en las últimas campañas de la Renta. Sin embargo, esta disposición también genera preocupación por su impacto en aquellos menos familiarizados con la tecnología, sobre todo personas mayores y jubilados. 

La obligación de presentar la Renta por Internet en 2024

Según lo establecido en el Real Decreto, la obligación de presentar la declaración de la Renta por vía electrónica se aplicará a partir de 2024. Esta norma se considera necesaria y urgente para la próxima campaña de Renta correspondiente al año 2023.

Tras la primera campaña con esta modificación, se realizará una valoración de las medidas de asistencia en la cumplimentación de la declaración. Esta evaluación incluirá encuestas e informes de diferentes entidades y asociaciones, con el objetivo de ajustar y mejorar el proceso en futuras campañas.

La realidad legal

Hasta aquí el susto, porque hay una buena noticia que al menos retrasará esta medida hasta no se sabe cuándo. Y es que hay un antecedente de julio de 2023, de una sentencia del Tribunal Supremo, que tumbó esta medida, vulnerando los derechos reconocidos en el art. 96.2 LGT de la Ley General Tributaria.

Anulación de la obligación previa

Todo queda en un derecho y no en una obligación. Es la decisión del Tribunal Supremo, que anuló una orden previa del Ministerio de Hacienda que establecía la presentación de la Renta únicamente por Internet. El fallo se basó en la consideración de que dicha obligación se imponía de manera general, sin justificar adecuadamente las condiciones o motivos para tal exigencia.

Esta sentencia subraya la importancia de considerar la capacidad económica, técnica y profesional de los obligados tributarios. Asimismo, recalca que, según la Ley General Tributaria, la declaración por medios telemáticos es un derecho y no una obligación, enfatizando el deber de la Administración de facilitar, pero no imponer, su uso.

Qué hacer si llega tarde o temprano

Sin embargo, la zozobra de cara al futuro sigue ahí. La mayor preocupación con esta nueva medida recae en las personas mayores y aquellos que no están familiarizados con el uso de Internet y las tecnologías digitales. Para muchos, la transición a un sistema completamente electrónico puede resultar desafiante y generar ansiedad.

Ante estos desafíos, la pregunta es si la Administración Tributaria asegurará en su momento la atención personalizada y el soporte necesario. Esto implicaría no solo facilitar recursos y herramientas digitales, sino también proporcionar asistencia directa para aquellos que requieran ayuda para cumplir con sus obligaciones tributarias.

La modernización y eficiencia de la Administración

Aquí chocan el deseo de la Administración Pública de modernizarse y digitalizarse, ganando en eficiencia, por otro lado clamada por muchos, y las necesidades de los menos familiarizados con las tecnologías, sobre todo los mayores. Muchos se preguntan también qué pasará cuando se vaya más allá en otros ámbitos, como la posible desaparición del dinero físico en unos años con la irrupción de las monedas digitales de los estados, las CBDC.