El nuevo impuesto a la banca: falta conocer la letra pequeña para calibrar su impacto en un escenario marcado por la inminente subida de tipos de interés

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció por sorpresa en el debate del estado de la nación un nuevo impuesto a los bancos para gravar sus beneficios extraordinarios por la subida de tipos de interés. 

El Banco Central Europeo (BCE) aún no ha tomado medidas pero son inminentes: prepara la subida de tipos para el jueves 21 de julio, cuando se reúne el Consejo de Gobierno en Fráncfort.

No obstante, algunos índices ya empiezan a anticipar este escenario, como el euríbor a un año. El índice, al que están indexadas la mayoría de hipotecas a tipo variable en España, roza el 1%. Todavía lejos de los máximos, cuando en el pico del boom del ladrillo rozaba el 6%. 

El presidente del Gobierno desgranó una serie de medidas con las que espera frenar el impacto de la galopante subida de la inflación y proteger a las clases medias de las curvas que se vislumbran en el horizonte económico. 

Entre el paquete de propuestas anunciadas, Sánchez volvió a referirse al impuesto sobre los beneficios extraordinarios a las eléctricas, al que ya hizo mención en el anuncio del paquete de medidas anticrisis de finales de junio. 

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Un tributo que les hará rendir cuentas sobre esos "millones caídos del cielo" en un momento de subida del precio de la electricidad y que se desarrollará en los próximos meses. 

El nuevo impuesto a la banca

Pero ,además, Sánchez dio un giro de guión al anunciar un nuevo impuesto a la banca. No dio detalles y solo hizo referencia a los supuestos beneficios que las entidades lograrán tras el cambio de política monetaria del Banco Central Europeo. 

Este será un "impuesto excepcional y temporal a las grandes entidades financieras, que empiezan a beneficiarse de las subidas de los tipos de interés. Tendrá una duración de 2 años y se estima que podremos recaudar en torno a 1.500 millones de euros", dijo Sánchez.

Más allá de eso, no se sabe qué gravará exactamente. El problema reside en qué se considera beneficios extraordinarios y cómo se contabilizarán en la cuenta de resultados de los bancos. Si se hará una comparación con 2019, último ejercicio previo a la pandemia, o de qué manera se podrá tener en cuenta si ha habido un cambio de perímetro en las cuentas (por ejemplo, si el banco ha vendido una parte del negocio o ha realizado alguna adquisición). 

Castigo en bolsa para la banca

"No conocemos detalles sobre el anuncio. El sector no ha sido consultado ni informado, a pesar de mantener un diálogo permanente con el Gobierno. Los accionistas de la banca española —muchos de ellos ahorradores— han sufrido ya un castigo en bolsa por este anuncio, que refleja la improvisación jurídica en que opera un sector tan importante para la economía y la sociedad", apunta el portavoz de la patronal bancaria AEB, José Luis Martínez Campuzano. 

Una idea compartida por la CECA, la patronal de las cajas. “Es necesario conocer los detalles de la medida para poder hacer una valoración más informada. No obstante, conviene recordar que la subida de tipos supone una normalización de la política monetaria tras una década ultraexpansiva y que no podemos anticipar su impacto neto en los balances de las entidades. Es una medida que no contribuye a armonizar los regímenes fiscales dentro de la unión bancaria", según Alberto Alza, portavoz de la CECA. 

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Tras realizar el anuncio del nuevo impuesto a la banca, las principales entidades cotizadas cayeron a plomo en el mercado. En una sesión, se volatilizaron 5.300 millones de capitalización en Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell y Bankinter. 

CaixaBank y Sabadell, con una mayor exposición a España, fueron las que mayor castigo recibieron, al cerrar con caídas del 7,44% en el caso de Sabadell y del 8,63% en el de CaixaBank. Por su parte, Bankinter se dejó un 5%.  Santander y BBVA aguantaron algo mejor el envite por su mayor diversificación geográfica. Ambas entidades llegaron a dejarse un 6% aunque, al cierre de la jornada bursátil, los descensos se quedaron en el 3,66% y el 3,77%, respectivamente.

Otro interrogante que surge en el sector es cuál va a ser el impacto real de la subida de tipos en el beneficio de los bancos. La vuelta a unos tipos de interés positivos aumentará el margen de intereses de las cuentas de los bancos, pero la incertidumbre generada en el plano económico plantea dudas de cómo va a impactar a otras vertientes del negocio, como puede ser un aumento de la morosidad o una reducción del consumo. 

La vuelta a la normalidad de la política monetaria del BCE

El Banco Central Europeo (BCE) mantiene los tipos de interés al 0% desde 2016, mientras que la facilidad de depósitos se sitúa en el -0,4%. Estos datos son los que marcan el dinero que cobra el organismo por prestar dinero a los bancos y el que les cobra a las entidades por depositar sus reservas en el BCE.  

En plena crisis financiera, el supervisor bancario decidió tomar estas medidas con el objetivo de inyectar liquidez a la economía y tratar de que el crédito fluyera a la economía real. El objetivo era que, al cobrar a los bancospor mantener su dinero depositado en el BCE, estos optaran por abrir el grifo hacia la economía real. 

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Sin embargo, ya antes de la pandemia del COVID-19 se esperaba un cambio en la política monetaria del organismo y un retorno a la subida de tipos de interés. Pero la llegada de la pandemia y la paralización económica pusieron en modo de espera las decisiones del regulador. 

Tras la llegada de la vacunación y la reactivación económica, el organismo volvió a poner sobre la mesa la vuelta la normalidad de los tipos de interés. En ese momento, se inició la guerra de Ucrania y la incertidumbre se adueñó de los mercados. A pesar de ello, y con la inflación galopante en el horizonte, el BCE decidió seguir adelante con la subida de tipos y se espera que esta se materialice en la próxima reunión del día 21 de julio. 

Cómo afectará la subida de tipos a las cuentas de los bancos 

Lo que no está tan claro es cómo afectará esta subida de tipos a las cuentas de los bancos. Un alza de este tipo suele tener un impacto directo en los márgenes de intereses de las entidades, pero en este momento de incertidumbre macroeconómica habrá que ver cómo se comportan otras patas del negocio. 

"La eventual subida de tipos de interés del BCE no asegura necesariamente una mejora de la rentabilidad de los bancos, ni se traduce en beneficios extraordinarios, sino que responde al aumento de la inflación y puede provocar una menor actividad económica. Lo extraordinario han sido los tipos de interés negativos durante muchos años", apunta Campuzano. 

Por un lado, hay que ver si la ralentización económica afecta al consumo, lo que podría traducirse en menores ingresos, por comisiones o por préstamos. Por otro, también habrá que ver si se produce un repunte de la morosidad. 

Y a esto se suma que, con los tipos negativos, los bancos estaban cobrando a grandes inversores y a empresas por los depósitos. Así que también habrá que ver cómo es este impacto en las cuentas y si es compensado por la nueva situación. 

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