Mi marido y yo pagamos más de 3.000 euros para pasar dos noches en un palacio en medio de un lago

Para nuestro décimo aniversario de boda, mi marido y yo decidimos gastarnos 276.748 rupias (unos 3.095 euros) en una estancia de dos noches en el Taj Lake Palace Hotel.

Situado en el lago Pichola de la India, este palacio del siglo XVIII sirvió de casa de verano a la familia real de Mewar y se convirtió en hotel en 1963.

A mi marido le hacía especial ilusión visitarlo porque fue uno de los decorados del rodaje de la película de James Bond Octopussy de 1983.

He aquí cómo fue nuestra estancia en este precioso hotel.

Nos trataron como a miembros de la realeza desde el momento en que llegamos al hotel.

Tomamos un barco privado hasta el hotel, blanco y prístino en medio del lago.

A nuestra llegada, el personal del hotel nos agasajó con una lluvia de rosas lanzadas como confeti desde lo alto.

La recepción, que incluye un bar, está ricamente decorada.

Hicimos el check-in en la zona de recepción, con una decoración ornamental, que también incluía una sala de estar común, un bar y un patio.

Nos quedamos maravillados con el precioso patio.

Mientras nos dirigíamos a nuestra habitación, nos dieron un pequeño tour por los espacios comunes, el más bonito de los cuales era el patio central adornado con un estanque y un precioso jardín.

Nuestra habitación estaba incluso decorada para nuestro aniversario.

Nuestra habitación, aunque pequeña, era cómoda. Tenía una cama de matrimonio, elegantes muebles de madera de teca y baño privado. También teníamos unas vistas preciosas del lago.

Nos recibieron con una almohada que decía "Feliz aniversario", una pequeña tarta de chocolate con la imagen del hotel Lake Palace y una locomotora de chocolate.

El restaurante Jharokha sirve desayunos y almuerzos.

Situado en la planta baja y fácilmente accesible desde la recepción, Jharokha sirve un menú de cocina variada.

Sus preciosas ventanas enrejadas crean un ambiente de realeza.

Aunque nuestra primera comida italiana fue aceptable, disfrutamos del desayuno ambos días.

Nos regalamos un tratamiento de spa.

Como regalo especial, reservé un tratamiento de spa para parejas por 26.600 rupias (unos 298 euros). Dos terapeutas nos trataron individualmente en dos camas individuales.

Tras el tratamiento, nos obsequiaron con una botella de vino espumoso incluida en el paquete y nos dejaron disfrutar del baño cubierto de pétalos de rosa.

También utilizamos la sala de vapor y la sauna contiguas.

Aunque no nos metimos en el agua, disfrutamos del tiempo junto a la piscina.

Aunque no tuvimos tiempo de bañarnos, disfrutamos viendo la puesta de sol desde la piscina con copas de champán en la mano.

Nuestra comida favorita fue en el restaurante de la azotea Bhairo.

Nuestra cena de aniversario la reservamos en el restaurante de la azotea Bhairo, que sirve cocina europea.

Solo abre durante los meses de invierno y ofrece unas vistas impresionantes del lago por la noche, acompañadas por la hermosa iluminación de los palacios y edificios de enfrente.

Las montañas Aravalli también se divisan a lo lejos. La comida que tomamos aquí fue exquisita, sin duda el momento culinario más destacado de este viaje.

Yo tomé la sopa de pollo como entrante y los raviolis con calabaza asada, nueces y requesón horneado como plato principal. Mi marido disfrutó del cordero cacciatore.

Aunque no pedimos postre, el personal nos obsequió con un fondant de chocolate belga.

Nos ascendieron a una suite real el segundo día de nuestra estancia.

Como celebrábamos nuestro aniversario, nos ascendieron a una suite real el segundo día de nuestra estancia.

El turismo del 'sí quiero' y las lunas de miel supone un mercado altamente lucrativo para los países receptores

Esta suite era mucho más grande que nuestra habitación original y ofrecía vistas al palacio Jagmandir, al otro lado del lago.

Además de la gran cama con dosel y el espacioso cuarto de baño, también teníamos una zona de estar en el dormitorio principal frente a la televisión.

Y teníamos una zona de estar separada en un rincón rodeado de ventanas francesas.

Para nuestra última comida, disfrutamos de la cocina local en el restaurante Neel Kamal.

Para nuestra última cena, elegimos comer en Neel Kamal, el restaurante que sirve cocina local de Udaipur.

Con su música en directo y su decoración señorial, el restaurante captó sin duda la esencia del Rajastán.

Pedimos el thali tradicional, que es una bandeja de platos del menú local, así como algunos postres.

Disfrutamos de nuestra estancia en el Taj Lake Palace.

Nuestra visita de dos días fue corta pero muy memorable. El personal fue servicial y cortés.

Disfrutamos siendo tratados como miembros de la realeza, pero también creemos que una estancia en este emblemático hotel es suficiente. Cuando volvamos a Udaipur la próxima vez, nos encantaría explorar algunas de las propiedades más nuevas y mejor valoradas de los alrededores.