Esto es lo que pasará si Sánchez no logra ser investido en las dos votaciones de esta semana

Alberto Mesas
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, vota en los comicios del pasado 26 de mayo.
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, vota en los comicios del pasado 26 de mayo.
  • Si Pedro Sánchez no consigue ser investido en las dos votaciones de esta semana, podrá volver a intentarlo en el plazo de dos meses que establece la Constitución.
  • Cada intento de investidura en esos dos meses debe llevarse a cabo por un candidato designado por el rey, y previa ronda de consultas con los partidos.
  • En la primera votación, Sánchez necesita el de 176 diputados, pero en la segunda le bastan más votos afirmativos que negativos para ser presidente.

Este lunes a mediodía, y casi tres meses después de las elecciones generales del 28 de abril, comienza el Pleno de investidura en el Congreso de los Diputados.

A lo largo de las dos jornadas que durará la Sesión, el candidato a la Presidencia del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, pedirá la confianza de la Cámara para revalidar la Dirección del Ejecutivo y debatirá con los distintos Grupos Parlamentarios.

Un plazo de dos meses

No será hasta este martes cuando tenga lugar la primera votación, donde Sánchez necesita el respaldo de la mayoría absoluta del Congreso, es decir, el de 176 diputados.

De no obtenerlo, 48 horas después (el jueves 25) volverá a celebrarse otra votación, pero en este caso al candidato del PSOE solo le hacen falta más votos afirmativos que negativos para ser presidente.

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La primera votación de este martes, además, pone en marcha el mecanismo constitucional que estipula un plazo de dos meses —hasta el 23 de septiembre— en los que "se tramitarán sucesivas propuestas" de candidatos que quieran intentar someterse a la confianza de la Cámara. Por lo tanto, en ese período Sánchez puede volver a intentar recabar el apoyo de sus señorías.

Por designación del rey

No obstante, y según la Carta Magna, si el propio Sánchez u otro candidato quisiera intentar ser investido, primero tiene ser designado por el rey, a petición de la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, y previa ronda de consultas con los grupos políticos.

Si llega el 23 de septiembre y en el Parlamento no ha habido quórum para elegir jefe del Ejecutivo, la Constitución establece que es también al rey a quien le corresponde disolver ambas Cámaras (Congreso y Senado) y convocar nuevas elecciones generales, que se celebrarán 47 días después de dicha disolución, es decir, el próximo 10 de noviembre.

Ya ocurrió en 2016

Esa hipotética repetición electoral no sería nada nuevo. Ya ocurrió tras las generales de 2015, cuando el entonces líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, ganó los comicios sin mayoría absoluta y se negó a someterse a la confianza de la cámara al creer que no lograría los apoyos suficientes para ser investido.

En medio de ese impasse, en marzo de 2016, fue el líder socialista, Pedro Sánchez, quien probó suerte después de asegurarse el apoyo de Ciudadanos. Sin embargo, la falta de consenso hizo que fuese imposible vertebrar una mayoría parlamentaria suficiente, por lo que el rey disolvió las Cortes y hubo nuevos comicios en junio de ese mismo año.

Esa segunda cita electoral volvió a darle a Rajoy la victoria, y el rey lo propuso de nuevo como candidato a la Presidencia. En aquella ocasión, Rajoy no consiguió ser investido en las primeras dos votaciones, pero casi dos meses después (el 29 de octubre de 2016), y gracias a la abstención de parte del Grupo Parlamentario Socialista, Rajoy salió de la cámara como jefe del Ejecutivo.

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