Esto es lo que les pasó a los tomates espaciales que se perdieron la Estación Espacial Internacional durante 8 meses

Grace Eliza Goodwin,Erin Snodgrass
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A principios de este mes se encontraron dos tomates cultivados en el espacio, ocho meses después de que desaparecieran en la Estación Espacial Internacional.
A principios de este mes se encontraron dos tomates cultivados en el espacio, ocho meses después de que desaparecieran en la Estación Espacial Internacional.NASA
  • La NASA ha publicado una nueva imagen de los tomates espaciales recuperados tras estar extraviados durante ocho meses.
  • El astronauta Frank Rubio extravió los tomates en marzo mientras se encontraba en la Estación Espacial Internacional.
  • Los frutos fueron encontrados a principios de diciembre ligeramente descoloridos y deshidratados.

Imagina lo que le pasaría a un tomate si lo perdieras en tu casa —aquí en la Tierra— y lo encontraras ocho meses después.

El fruto rojo y carnoso se convertiría en una horrible masa irreconocible de pelusa blanca y negra, desgastada por el tiempo y las bacterias, cubierta de moho.

Esto no sucede así en el espacio.

Dos tomates cultivados en el espacio que el astronauta de la NASA Frank Rubio perdió por error en la Estación Espacial Internacional a principios de este año aparecieron la semana pasada, ocho meses después de su desaparición. Su descubrimiento le daba la razón a Rubio, cuyos colegas le habían acusado de comérselos.

Y los tomates tienen un aspecto extraordinariamente bueno —¿nos atreveríamos a decir comestible?— teniendo en cuenta el calvario por el que pasaron.

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En un comunicado de prensa emitido el jueves, la NASA compartió una nueva imagen del aspecto que tenían los frutos cuando fueron encontrados, informando de que se habían deshidratado y que estaban "ligeramente aplastados".

"Aparte de algo de decoloración", explica la NASA, "no tenían crecimiento microbiano o fúngico visible".

Los tomates se cultivaron en la Estación Espacial Internacional como parte del proyecto VEG-05 de la NASA, que se puso en marcha a finales del año pasado para estudiar el crecimiento de los cultivos, la seguridad alimentaria y el sabor en el espacio.

En el experimento se utilizaron las instalaciones para hortalizas de la estación espacial para cultivar tomates enanos, lechuga, col, berza y flores, en un esfuerzo por satisfacer la necesidad de alimentos frescos en el espacio y abastecer a la tripulación en futuras misiones a la Luna y Marte, según la NASA.

El descubrimiento de los tomates se anunció a principios de este mes en una entrevista en directo desde la Estación Espacial Internacional.

El astronauta de la NASA Frank Rubio fue exonerado después de que sus colegas le acusaran de haberse comido los tomates desaparecidos
El astronauta de la NASA Frank Rubio fue exonerado después de que sus colegas le acusaran de haberse comido los tomates desaparecidosNASA

Tras cosechar los tomates experimentales en marzo, cada astronauta recibió una muestra en una bolsa Ziplock, según informó Space.com. Los jardineros espaciales recibieron instrucciones de no comer la fruta en caso de posible contaminación fúngica. 

Sin embargo, Rubio no tardó en perder la pista de sus tomates durante los 371 días que permaneció en la estación espacial, una cifra récord, lo que provocó las críticas de sus compañeros.

El astronauta fue finalmente exonerado a principios de este mes tras abandonar la estación espacial. Según la NASA, los tomates se encontraron en una bolsa de plástico. 

Los tomates no volverán a la Tierra, pues ya han sido desechados, según la NASA.

 

Pero la investigación sobre plantas continúa en la estación espacial, incluso después del caso de los tomates desaparecidos. Los científicos que participan en el proyecto Plant-Habitat-03 trabajan actualmente para evaluar si las adaptaciones genéticas de una generación de plantas cultivadas en el espacio son transferibles a generaciones posteriores.

Los resultados del estudio podrían ayudar a los investigadores a identificar los elementos genéticos de las plantas que las hacen adaptables a los vuelos espaciales, lo que permitiría cultivar varias generaciones de plantas durante las misiones.

Además de allanar el camino para futuras misiones espaciales, la jardinería en el espacio exterior tiene beneficios psicológicos para los astronautas participantes, según la NASA, como una mayor calidad de vida y un aumento de la autoestima si son capaces de hacer un seguimiento de sus preciados tomates.

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