¿Tu hijo es un niño altamente sensible? Los factores que definen este rasgo de la personalidad

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  • Se trata de un rasgo de la personalidad que hace que la persona sea más perceptiva a los estímulos y emociones. Reciben mucha más información de su alrededor y piensan sobre ella más profundamente.
  • Los niños con alta sensibilidad experimentan sus sentimientos y vivencias con mayor profundidad. Eso les lleva a ser más reflexivos, creativos y a empatizar pero también son más perfeccionistas, inflexibles y pueden sufrir más a causa de su elevada intensidad emocional.

¿Tu hijo es creativo, perspicaz y empático pero también se preocupa en exceso, todo le emociona o monta una rabieta porque no soporta ese jersey o cierto nivel de ruido? Podría ser un niño altamente sensible.

Las personas altamente sensibles (PAS) se caracterizan por procesar los estímulos de forma diferente, reaccionando a ellos también de manera distinta a como lo hace el resto. Lo hacen porque tienen un sistema nervioso superdotado a la hora de sentir, atento a cada matiz que sucede en su interior y en el exterior. 

Esto les hace experimentar el mundo de una forma más intensa, lo que conlleva muchos aspectos positivos. Pero también ciertos riesgos o desventajas. Pueden ser propensos a tener más dificultades para adaptarse a las expectativas y retos de la vida, sino se aprende a gestionarlo.

 “Los niños altamente sensibles se emocionan más, piensan más y actúan conforme a ello”,  explica en El País Manuela Pérez, psicóloga infantojuvenil y presidenta de PAS España (España es la Asociación de profesionales de alta sensibilidad).

 

Pero también existe una cara menos amable. “Es posible que el niño parezca estar distraído y se confunda con trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH). O que le cueste estar en grupos en los que no se siente cómodo, y entonces dicen que tiene un trastorno del espectro autista (TEA), como el síndrome de Asperger”, alerta Pérez. 

El término altamente sensible fue definido en los años noventa por la psicóloga estadounidense Elaine Aron y hace alusión a un rasgo de la personalidad hereditario que se estima tienen al rededor del 20% de las personas. No se trata, pues, de un trastorno psicológico. Entender esto y saber gestionarlo es clave a la hora de orientar a los niños en su desarrollo hacia una vida adulta plena.

Los rasgos que definen a un niño altamente sensible

La doctora Aron identificó 4 pilares básicos que definen los rasgos de un niño altamente sensible. 

  • Profundidad de procesamiento: la cual se muestra como un alto nivel de reflexión. También en sentimientos más profundos, empatía hacia los demás, así como en signos de creatividad.
  • Saturación: a través de niveles de excitación altos que pueden interferir en el rendimiento.
  • Intensidad emocional: perciben los estímulos de forma más intensa y son más sensibles a las emociones lo que puede llevar a reacciones exageradas
  • Sensibilidad sensorial se manifiesta con baja tolenacia a niveles de entrada sensorial más sensible al frío, al calor, a los tejidos ásperos... en cada persona de forma diferente

En CNBC los autores y especialistas en alta sensibilidad, Jenn Granneman y Andre Sólo
ofrecen 12 signos comunes en niños con este rasgo de personalidad que pueden ayudar a los padres como guía orientativa. Estos son:

  • Se dan cuenta de detalles sutiles, como el nuevo atuendo de un profesor o cuándo se han movido los muebles.
  • Les afecta mucho el estado de ánimo de los demás. Absorben fácilmente las emociones de los otros, asumiendo sus sentimientos como si fueran propios.
  • Les cuesta librarse de emociones intensas como la ira o la preocupación.
  • Se quejan cuando las cosas les sientan mal (por ejemplo, sábanas que pican, etiquetas de la ropa que pican, cinturas ajustadas).
  • Se sienten estresados y agotados en ambientes ruidosos y concurridos, como gimnasios o mostradores de perfumes, debido a los fuertes olores.
  • Detestan las prisas y prefieren hacer las cosas con más cuidado.
  • Responden mejor a la corrección suave que a la disciplina dura.
  • Hacen comentarios perspicaces y parecen sabios para su edad.
  • Tienen un sentido del humor inteligente.
  • Leen bien a las personas y pueden deducir, con sorprendente exactitud, lo que piensan o sienten.
  • Se niegan a comer ciertos alimentos por su olor o textura.
  • Se sobresaltan fácilmente con ruidos repentinos, como cuando alguien se les acerca sigilosamente.

Si alguna de estas observaciones te resulta familiar, y quieres tener más claro un posible diagnóstico, puedes realizar un test oficial para saber si tu hijo es PAS disponible en la web de PAS España. 

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