¿Un ratón con gafas de realidad virtual? Este experimento podría ayudar a comprender mejor cómo funciona la memoria humana

Katherine Tangalakis-Lippert
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Las gafas de realidad virtual que llevaban los ratones a veces les mostraban depredadores, como búhos.
Las gafas de realidad virtual que llevaban los ratones a veces les mostraban depredadores, como búhos.

Daniel Dombeck/Departamento de neurobiología de la Universidad del Noroeste (Estados Unidos).

  • Investigadores de la Universidad del Noroeste, en Estados Unidos, han diseñado unas gafas de realidad virtual para ratones de laboratorio.
  • Los ratones están siendo investigados para identificar las neuronas del cerebro que forman sus recuerdos, algo que podría ayudar a comprender la memoria humana y cómo las enfermedades neurodegenerativas modifican el cerebro.

El último gran avance de la neurobiología consiste en unos ratones de laboratorio atados a unas minigafas de realidad virtual que recorren laberintos digitales.

Según los investigadores de la Universidad del Noroeste, en Estados Unidos, los ratones tienen mucho que enseñarle al ser humano acerca de cómo funciona su memoria.

Con el fin de identificar las neuronas del cerebro que forman los recuerdos, un equipo de investigadores dirigido por Daniel Dombeck, profesor del departamento de neurobiología de la universidad, ha creado unas gafas de realidad virtual en miniatura para colocárselas a los ratones de laboratorio y estudiar cómo recuerdan las pistas de orientación al atravesar laberintos digitales.

"Los instrumentos más avanzados para obtener imágenes de la actividad cerebral son grandes dispositivos de sobremesa que no pueden llevarse en la cabeza del ratón mientras se mueve por el entorno", ha explicado Dombeck en entrevista para Business Insider

"En lugar de eso, mantenemos la cabeza del ratón inmóvil bajo grandes microscopios —para poder estudiar su cerebro— y les dejamos correr sobre una cinta montada bajo sus extremidades".

Dombeck ha añadido que los movimientos de la cinta mueven al animal por un mundo virtual que se muestra en sus gafas, con laberintos retorcidos y representaciones de depredadores naturales, como búhos.

"Con esta configuración, podemos utilizar nuestros avanzados sistemas de microscopía para estudiar la actividad cerebral durante la orientación", detalla el investigador. "Intentamos identificar las neuronas exactas del cerebro que forman recuerdos de los laberintos y, en esas neuronas, qué sinapsis se modifican para formar los recuerdos y a través de qué mecanismos se modifican esas sinapsis".

Investigación en ratones con aplicaciones humanas

Responder a estas preguntas en el caso de los ratones acabará ayudando a los investigadores a entender cómo sabe el cerebro humano dónde está en el mundo que le rodea, cómo forma recuerdos de sus experiencias, cómo imagina soluciones a sus problemas y, en última instancia, cómo se deterioran sus recuerdos por culpa de enfermedades neurodegenerativas.

Los entornos virtuales permiten a los investigadores utilizar los instrumentos de grabación más avanzados para estudiar estas cuestiones. Los futuros experimentos incluirán gafas de realidad virtual aún más pequeñas para que los ratones puedan llevarlas consigo y recorrer laberintos virtuales en el mundo real.

En los primeros estudios, los investigadores mostraron a los ratones laberintos sencillos representados como largos pasillos con una recompensa escondida por el camino. En algunos casos, añadieron un estímulo inminente, como un depredador cazándoles desde el "cielo" virtual.

 

"En entornos reales, este estímulo hace que los ratones se paralicen o huyan, como si tuvieran que sobrevivir al ataque de un ave depredadora en la naturaleza", ha asegurado Dombeck, que, en ese sentido, ha defendido que los ratones "reaccionaron igual" en su sistema de gafas de realidad virtual que "en entornos reales".

Al estudiar cómo reaccionaban los sistemas de orientación del cerebro ante un estímulo inminente, los neurobiólogos descubrieron que, cuando los ratones se quedaban inmóviles en su sitio tras ver al depredador virtual, las neuronas de orientación interpretaban una ubicación diferente a la que se encontraban en realidad.

"Era como si estuviesen pensando en dónde preferirían estar —un lugar cubierto y seguro más adelante— en lugar de dónde se quedaban paralizados", sugiere el profesor de la Universidad del Noroeste. "Estamos entusiasmados con estos resultados y seguiremos investigando más sobre esto, ya que podrían ayudar a explicar cómo surge la imaginación en el cerebro".

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