El realme GT3 te va a conquistar por su sublime carga rápida, pero no se queda solo en eso: es uno de los dispositivos del año

Hace más o menos una semana, ya dejé unas primeras impresiones de la nueva obra de gama alta de realme, el realme GT3, y lo cierto es que me dejó un sabor de boca excelente. 

Ahora, tras exprimirlo al máximo, ya se me han disipado todas las dudas y tengo claro que la compañía china lo ha vuelto a conseguir: es uno de los dispositivos del año. 

No lo tenían sencillo. El realme GT2 Pro me enamoró por completo el año pasado con un diseño sensacional y unas prestaciones envidiables, pero es que este nuevo dispositivo sube el nivel en prácticamente todo. 

¿Lo mejor? Una carga rápida simplemente sublime que te dejará cargar el terminal en solo 10 minutos, pero hay mucho más. 

Todavía toca esperar al precio en España, de momento se sabe que costará 649 dólares, pero si se mantiene en ese rango, tengo claro que puede mirar de tú a tú a los grandes del sector. 

Diseño muy original y atrevido que destaca por una zona transparente y un sistema de luces LED muy curioso. 

La compañía china siempre se ha caracterizado por traseras originales y llamativas y este realme GT3 no se queda atrás. 

Lo que más me ha cautivado, sin duda alguna, es la zona superior del dispositivo. No el módulo fotográfico, que ya de por sí es llamativo con esas 2 lentes enormes donde aloja las cámaras, sino esa zona transparente que está a la derecha. 

No solo se ve el chip Snapdragon 8+ Gen 1 —no tengo claro si es el real o es meramente decorativo— sino que tiene una función francamente útil a la que le he sacado más partido del que pensaba: un sistema de luces LED que te avisa de determinadas alertas.

Por ejemplo, durante el cargado del dispositivo, las luces cambian de color para indicarte de manera visual por dónde va la carga. También se ilumina cuando te llaman, te queda poca batería o recibes una notificación de cualquier tipo. 

Como podrás imaginar, este elemento es personalizable, por lo que puedes establecer patrones de colores concretos para funciones específicas y que así no tengas que desbloquear el dispositivo si justo esa alerta no te llama la atención. Un detalle francamente chulo, vamos. 

Por lo demás, apuesta por una trasera de color blanco —existe también en negro— que es un gusto tener en mano por su textura suave y delicada y un peso por debajo de los 200 gramos. Eso sí, su agarre no me ha parecido tan confiable, ya que resbala más de lo que debería, pero no deja huella alguna. 

Pantalla fabulosa que brilla en fluidez a la que le sienta genial la apuesta por el OLED.

En cuanto a la pantalla, otro acierto.

Apuesta por un panel de 6,74 pulgadas con resolución FullHD+ con resolución 2.772x1240 píxeles. Es posible que eches en falta una resolución mayor, pero lo cierto es que su tecnología OLED de 10 bits y su densidad de 453 ppp hacen que te olvides pronto, ya que la pantalla luce de escándalo.

A esto suma una frecuencia de actualización de 144hz y un pico máximo de 1.400 nits que te van a permitir tener una experiencia fluida de primer nivel y un brillo excelente en todo tipo de escenarios. 

Te aseguro que la pantalla se ve de maravilla, tanto en vídeos como juegos y no tiene nada que envidiar a otros gama alta premium salvo en el tema de la resolución.

Un rendimiento sobresaliente tanto para juegos como para el día a día al que solo le falta montar lo último de Qualcomm para brillar al máximo.

En su interior guarda un procesador de primer nivel: el Snapdragon 8+ Gen 1. 

¿Qué puedes esperar? Un rendimiento simplemente excepcional en tareas del día a día como en videojuegos y una gestión del calor excelente gracias a su sistema de refrigeración por vapor. 

Tenía dudas en este aspecto, puesto que este procesador de Qualcomm tiende a calentarse más de la cuenta, pero aquí realme ha hecho un trabajo encomiable. 

Lo que me hubiese gustado es que hubiesen apostado por el Snapdragon 8+ Gen 2, que ya he visto en otros buque insignia que manejan estos precios como el OnePlus 11, aunque ya te aseguro que vas a ir sobrado de potencia en todos los sentidos. 

NFC para pagos móviles, buen sistema de sonido, reconocimiento facial de garantías, lector de huellas integrado en pantalla, wifi6, bluetooth 5.3 y un software que sigue sumando opciones y que es una delicia.

En cuanto a conectividad, sinceramente no le falta nada y tiene todo lo que busco en un dispositivo de estas características: sonido potente y definido, NFC para pagos móviles, un lector de huellas integrado en pantalla rapidísimo, el último estándar en wifi y bluetooth y, como no, 5G.

Todo esto se enmarca con realme UI 4.0 basado en Android 13. Un sistema operativo que es una auténtica delicia y que está plagado de opciones de todo tipo para que puedas personalizarlo y exprimirlo al máximo. 

Una batería fantástica que destaca por una carga rápida sin precedentes: del 0 al 100 en apenas 10 minutos. 

En cuanto a autonomía, el realme GT3 cuenta con una batería de 4.600 mAh que te aseguro que te va a dar para más de día y medio sin ningún tipo de problema. Es cierto que dependiendo de la configuración que tengas y el uso que hagas del dispositivo, esto te baje, pero sí que vas a poder llegar al final de la jornada. 

De todas formas, esto tampoco me importaría demasiado, simplemente por una carga rápida que parece cosa de magia y que es la que le da el punto diferenciador al dispositivo: 240W.

¿Qué consigues con esto? Una carga que logra el 0 al 100 en tan solo 10 minutos.

Apartado fotográfico muy solvente gracias al sensor IMX890 de Sony que hace virguerías.

En cuanto a la cámara, es un apartado que me ha gustado mucho, aunque también es cierto que hubiese agradecido algo más de esfuerzo. 

Me gusta el punto diferenciador de darle un modo microscopio, por ejemplo, que no lo tiene nadie, pero me falta un plus en el zoom que se queda algo corto, en que hayan dejado fuera el modo macro, uno de mis favoritos, o en depurar el modo noche.

A destacar que realme no se asocia con nadie y tiene software propio para el procesamiento de imágenes que hace muy buen trabajo.

Aquí tienes la configuración de la cámara del realme GT3: 

• Principal: 50 megapíxeles  f/1.88 (Sony IMX890)
• Microscopio: 2 megapíxeles f/3.3
• Ultra gran angular: 8 megapíxeles 112ª f/2.2
• Selfie: 16 megapíxeles

Eso sí, con la lente principal que tiene sensor Sony IMX890 vas a poder sacar fotos de gran calidad que me han encantado. 

Toca ver algunos ejemplos.

El ultra gran angular hace muy buen trabajo, pero la lente principal logra unos colores definidos y vivos gracias a ese sensor de Sony. 

Con el zoom en 2x el dispositivo todavía se defiende, pero ya con el 10x pierde toda la definición y da esa sensación plástica que no queda bien.

En retratos, recorta muy bien al personaje, aunque sí que es cierto que falla en las zonas difíciles y difumina algo de mi pelo creando un halo extraño.

Con el modo noche logra dar mucha más iluminación general, aunque de nuevo crea ese halo extraño en mi pelo.

En interiores le falta algo de viveza, pero sí que es cierto que maneja mejor los entornos complicados.

Con la cámara selfie los resultados me han parecido más acertados en cuanto al recorte, pero sí que se nota la pérdida del sensor Sony con imágenes con un tono de color menos vivo.

En cuanto al modo noche, resultados dispares en función de la luz. Con algunos elementos logra contener muy bien los rayos, mientras que en otros el trabajo no está tan depurado. 

Aquí una pequeña galería para que veas de lo que es capaz el realme GT3

El realme GT3 es uno de los dispositivos más interesantes del año, que brilla por una carga rápida sencillamente sublime. 

Era complicado superar a su antecesor, pero sinceramente tengo claro que lo han conseguido gracias, sobre todo, a esa carga rápida simplemente sublime.

Ya es un elemento claramente diferenciador con respecto a la competencia, pero es que no se queda en eso, ya que brilla también en pantalla, rendimiento y diseño sensacional y único. 

Tengo claro que es uno de los dispositivos del año y si mantiene precio se va a convertir en un auténtico matagigantes.