Roncar por las noches puede hacerte más propenso a sufrir cáncer o declive cognitivo: qué dice la ciencia exactamente

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No solo puede llevarte a interferir en la calidad de tu descanso o en el de tu pareja, sino que roncar de manera prolongada por las noches podría ser un indicio de apnea del sueño, un trastorno que a su vez parece estar relacionado con afecciones serias como el cáncer, la demencia o enfermedades cardíacas.

Así lo han puesto de manifiesto 3 estudios presentados este lunes en el Congreso Internacional de la Sociedad Respiratoria Europea (ERS) en Barcelona. La privación de oxígeno que genera dicho trastorno se asocia con el cáncer; además, la apnea del sueño también parece tener cierta relación con una menor capacidad cognitiva en ancianos y un mayor riesgo de coágulos en las venas.

La apnea del sueño es un trastorno común en el que se produce una obstrucción parcial o total de las vías respiratorias al dormir, dejando de respirar varias veces durante la noche. Puede manifestarse a través de ronquidos fuertes, jadeos o dolor de cabeza y somnolencia diurna

Las personas con sobrepeso, diabetes, los fumadores y quienes consumen grandes cantidades de alcohol corren mayor riesgo de padecerla.

Síntomas más allá de roncar que podrían indicar trastorno de apnea del sueño

La comunidad científica ya conocía el vínculo entre apnea del sueño y un mayor riesgo de cáncer. Pero no se sabía si se debía a factores de riesgo relacionados con el cáncer, como la obesidad, las enfermedades cardiometabólicas y hábitos de estilo de vida. 

"Nuestros hallazgos muestran que la privación de oxígeno debido a la apnea del sueño se asocia de forma independiente con el cáncer”,indica en una nota de prensa Andreas Palm, investigador y consultor de la Universidad de Uppsala, (Suecia), autor del estudio.

Palm y su equipo analizaron datos de 62.811 pacientes suecos hasta 5 años antes del inicio del tratamiento para la apnea. Entre julio de 2010 y marzo de 2018, los pacientes recibieron tratamiento con presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP). Los investigadores vincularon estos datos con otros derivados del Registro Nacional de Cáncer de Suecia y datos socioeconómicos de Estadísticas de Suecia.

“Descubrimos que los pacientes con cáncer tenían apnea del sueño levemente más grave, según lo medido por un índice de apnea hipopnea promedio de 32 versus 30, y un índice de saturación de oxígeno (ODI) de 28 versus 26”, explica el investigador. El ODI fue mayor en pacientes con cáncer de pulmón (38 frente a 27), cáncer de próstata (28 frente a 24) y melanoma maligno (32 frente a 25).

Sin embargo, los resultados no justifican ni recomiendan extender la detección de tumores a todos los pacientes con este trastorno, enfatizan los investigadores. 

En cambio sí que resaltan "la necesidad de considerar la apnea del sueño no tratada como un factor de riesgo de cáncer y que los médicos sean conscientes de la posibilidad de cáncer al tratar a pacientes con apnea".

Un peor desarrollo cognitivo y un mayor riesgo de coágulos en venas

El segundo de los estudios concluye que el trastorno del sueño está relacionado con una mayor disminución en la capacidad de procesamiento mental durante un período de 5 años.

La investigación liderada por el doctor Nicola Marchi, del Hospital Universitario de Lausana (Suiza) estudió para ello a personas mayores de 65 años reclutadas para los estudios CoLaus/PsyCoLaus e HypnoLaus entre 2003 y 2008. Un total de 358 participantes realizaron una prueba de sueño para examinar la presencia y la gravedad de apnea al iniciar el ensayo. 

Durante el primer seguimiento entre 2009 y 2013, también se evaluaron sus habilidades de procesamiento mental y se realizó otra evaluación cognitiva durante el segundo seguimiento 5 años después.

“Descubrimos que la apnea del sueño y, en particular, los niveles bajos de oxígeno durante el sueño debido a ella, se asociaron con una mayor disminución de la función cognitiva global, la velocidad de procesamiento, la función ejecutiva y la memoria verbal", subrayaMarchi. “Este estudio demuestra que la gravedad de la apnea del sueño y la privación de oxígeno durante la noche contribuyen al deterioro cognitivo en la vejez".

La prueba de Stroop, que mide la velocidad de procesamiento y la función ejecutiva, mostró una disminución más pronunciada en las personas de más de 74 años en comparación con los participantes más jóvenes, y la prueba de fluidez verbal mostró una disminución más pronunciada solo en los hombres, pero no en las mujeres.

No se encontró asociación con una menor disminución del lenguaje y la función visoespacial.

 

Por último, el tercer estudio, presentado por el profesor Wojciech Trzepizur, del Hospital Universitario de Angers, (Francia), mostró que los pacientes apnea más grave tenían más probabilidades de desarrollar tromboembolismo venoso (TEV). De 7.355 pacientes seguidos durante más de 6 años, 104 la desarrollaron.

“Descubrimos que aquellos que pasaban más del 6 % de su noche con niveles de oxígeno en la sangre por debajo del 90 % de lo normal tenían casi el doble de riesgo de desarrollar TEV en comparación con los pacientes sin privación de oxígeno”, matiza Trzepizur. 

Es una afección que ocurre cuando se forma un coágulo de sangre en una vena profunda. Estos coágulos por lo general se forman en la parte inferior de las piernas, los muslos o la pelvis, pero también pueden aparecer en el brazo. Sin tratamiento, el TEV puede restringir o bloquear el flujo sanguíneo y el oxígeno, lo que puede dañar el tejido o los órganos del cuerpo. Si un coágulo de sangre es grande o hay muchos, esto podría causar la muerte.

Por ello, el investigador demanda más estudios para ver si un tratamiento adecuado para la apena podría reducir este riesgo en "pacientes con privación de oxígeno nocturna marcada".

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