Ha despegado con éxito el proyecto ruso Luna-25: quieren ser el primer país en explotar el agua lunar

Rusia se ha propuesto ganar la nueva carrera espacial aterrizando en el polo sur de la Luna. Los intereses van mucho más allá de conseguir el orgullo nacional. La cara oculta de la Luna es un punto geopolítico único y Rusia pretende explotar al máximo el agua en forma de hielo.

El programa lunar ruso se ha retomado después de su suspensión en 1976, cuando el proyecto pertenecía a la antigua Unión Soviética. Según ha informado Reuters, la sonda Luna-25 se ha lanzado a la 1:20 hora española desde el cosmódromo de Vostochni, a unos 5.000 kilómetros al este de Moscú.

El lanzamiento ha obligado a evacuar el pueblo de Shakhtinskyi, al sureste del cosmódromo, debido al riesgo de que cayeran los propulsores del cohete después de separarse de la nave.

El módulo Luna-25 ya pone rumbo al polo sur del satélite con el objetivo de investigar la estructura interna de la Luna y cómo explotar sus recursos hídricos. Según El Periódico, algunos medios rusos han manifestado el interés de construir una base en la cara oscura de la Luna no solo para explotar su hielo, también para extraer oxígeno.

La misión tardará cinco días en llegar a la órbita lunar, donde permanecerá cerca de una semana hasta aterrizar en el polo sur. Se espera que esta sonda opere en la superficie lunar durante un año.

Nuevos actores en la carrera espacial

El competidor directo de Moscú en plena era soviética fue la NASA, ahora ha aparecido la India. Ambos países tienen una buena relación diplomática, pero son verdaderos rivales en el ámbito espacial.

India ha intentado adelantarse a Rusia con los mismos intereses lanzando su misión espacial Chandraayan el pasado 14 de julio. El módulo entró en la órbita lunar el 5 agosto y está previsto que alunice alrededor del 23 de este mes.

Con esta misión, India sería el cuarto país en pisar la Luna después de Rusia, Estados Unidos y China. Este último logró aterrizar en la cara oscura del satélite en 2019, Moscú sigue ahora su ejemplo.

Rusia ha reafirmado su papel en la carrera por colonizar el polo sur lunar: pretende crear una alianza entre Rusia y China para construir una base sino-rusa entre 2031 y 2035. Además, ya está trabajando en las misiones Luna-26 y Luna-27 para los años 2027 y 2028 respectivamente, ha informado El Periódico.