El Scalextric más grande del mundo está en Madrid y tiene los días contados a menos que alguien se haga con el traspaso: cuenta con 225 metros de pista y 4.000 metros de cable

Scalextric más grande del mundo Getafe

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  • El Scalextric más grande del mundo se encuentra en Getafe, en Madrid (España), y cuenta con 225 metros de pista, 357 curvas, 70 metros de túneles y puentes, 4.000 metros de cable y hasta 2,4 metros de desnivel.
  • Business Insider España ha visitado el Scalextric y ha conversado con Juan Carlos Palos Pajares, el creador de esta obra de arte, quien se jubila en mayo y está abierto a traspasarlo.

"Lo bueno, si breve, 2 veces bueno", decía Baltasar Gracián. Y así ha sucedido con el Scalextric más grande del mundo, ubicado en un centro comercial de Getafe, y casi camuflado entre la iluminación de las demás tiendas. 

Cercano a su jubilación, Juan Carlos Palos Pajares, dueño de VCM Slot y fundador del megalómano proyecto, reconoce a Business Insider España que este circuito nació para morir, como las tradicionales fallas de Valencia.

"Esto es como las fallas, que nacen para quemarse", compara Juan Carlos. "Pero cuando se quema, el fallero no está triste. Esto nació con la vida justa; nació para morir ahora. Ahora tengo que quemar esta para hacer igual otro circuito más grande".

Ahora bien, este circuito ya es todo un récord en sí mismo, ya que cuenta con 225 metros de pista, 357 curvas, 70 metros de túneles y puentes, 4.000 metros de cable y hasta 2,4 metros de desnivel.

Scalextric más grande del mundo Getafe

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Unas cifras que se quedan cortas al pararse frente al Scalextric, que le ha llevado a Juan Carlos y a su equipo más de 3.000 horas de trabajo. Eso sí, con pérdidas por culpa de la pandemia, con la que muchos negocios se vieron afectados.

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Durante los 23 meses más duros todo eran pérdidas, según cuenta el creador de este Scalextric. Lo inauguraron el 9 de marzo y, tan solo 4 días después, tuvieron que echar el cierre por los confinamientos. 

"Desde que comenzaron a venir los colegios por lo menos rompimos la dinámica de ver números rojos en la cuenta", celebra Juan Carlos. "Por lo menos ha servido para ver que el negocio no estaba equivocado".

 

De momento, él ya ha cumplido su parte del trabajo y ahora espera dejar en manos de otra persona esta obra de arte que, según reconoce, puede llegar a valer entre 90.000 y 100.000 euros

De vuelta a lo analógico

Juan Carlos Palos Pajares, dueño del Scalextric más grande del mundo, en Getafe.
Juan Carlos Palos Pajares, dueño del Scalextric más grande del mundo, en Getafe.

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Volver a jugar al Scalextric –y más con uno en el que una vuelta implica 3 minutos– supone un retorno a uno de los rincones más comunes de todos los hogares: juguetes que siempre han estado ahí y que nunca se olvidan.

Juan Carlos, quien reconoce que invirtió sus primeros sueldos en este juguete, tiene como objetivo recuperar lo analógico y conseguir que los niños –y no tan niños– puedan volver a disfrutar de un ocio sano y alejado de lo digital.

Él mismo narra la historia de un piloto de Canarias –del cual desgraciadamente no recuerda el nombre– campeón de rally en tierra, y también de Scalextric, que ha visitado recientemente este circuito a escala.

"He vuelto a descubrir la sensación que tenía cuando era niño jugando al Scalextric", le confesó el piloto, que tenía los pelos de punta.

Scalextric más grande del mundo Getafe

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En este circuito, además, lo único digital es el cuenta vueltas. Todo lo demás, es un viaje al mundo analógico, aquel que nunca han utilizado las generaciones más jóvenes, algo que podría resultar un problema.

Según una investigación reciente de neurocientíficos de la Universidad de Carlolina del Norte en Chapel Hill (Estados Unidos), 9 de cada 10 menores usan las móviles para entrar a redes sociales por encima de la media española (82,1%).

Además, el segmento que cuenta a los adolescentes es más propenso a desarrollar características de la personalidad que provocan que usen de forma compulsiva las redes sociales.

Juan Carlos ha visto esto también en el seno familiar. Cuenta, por ejemplo, que sus sobrinos siempre llevan la PlayStation 5 para jugar, pero que un día se aventuraron a probar el Scalextric que allí había montado.

"En la Play o en el ordenador haces un millón de veces lo mismo y la máquina responde exactamente igual", explica. "Aquí, pasas muchas veces por la misma curva y nunca es la misma".

Scalextric más grande del mundo Getafe

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Él lo ve en los grupos de niños de colegios que visitan el circuito y quedan prendados por lo que pueden conseguir jugando en grupo y, cómo no, disfrutando de un juego que ha unido a tantas y tantas generaciones.

"Aunque los críos quieran pantallas, cuando hacen algo con las manos les sorprende lo que son capaces de hacer", añade.

Ahora que ya se jubila el 12 de mayo –aunque quiere negociar su traspaso–, Juan Carlos sigue dando fe de aquella voluntad con la que creó este Scalextric, que no es otra que alejar a la gente un momento de sus pantallas y traerla de vuelta a la realidad. Ese, explica, es el verdadero valor.

"El valor sentimental no vale para nada. Esto vale mucho estando así, pero metido en cajas no vale ni al peso", concluye.

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