¿Cómo va a ser la legalización del cannabis medicinal en España? Estará disponible para más enfermos, habrá más medicamentos y estará en farmacias comunitarias

Tener un dolor crónico te cambia por completo. “Genera una enorme pérdida de la calidad de vida. Los pacientes se ven obligados a cambiar radicalmente de vida después de la aparición del dolor, que por otro lado queda permanentemente limitada por la enfermedad que lo produce y sus consecuencias físicas y afectivas, además de por los propios tratamientos para rebajarlo”, explica  la presidenta de la Sociedad Española del Dolor (SED), María Maradiaga.

Con la intención de mejorar esa calidad de vida, el pasado 27 de junio la Comisión de Sanidad del Congreso aprobó el dictamen para que Gobierno ponga en marcha las medidas y protocolos necesarios para la legalización del cannabis en el ámbito sanitario. Deberá hacerlo en un plazo, máximo de 6 meses, en el que definirá el circuito asistencial de cuándo se indica, cuándo hay que detectar efectos secundarios, en qué caso de efectos secundarios derivar al médico. Con todo, el cannabis medicinal podría llegar a las farmacias antes de que termine el año. 

Esto implica un gran cambio para personas con dolores oncológicos, esclerosis múltiple, ciertos tipos de epilepsia, efectos derivados de la quimioterapia como náuseas o vómitos, endometriosis y otros dolores crónicos, que son los casos para los que se va a legislar su uso.  

Desde el sector farmacéutico quieren dejar claro esto: No se trata de una legalización de la marihuana y los enfermos no van a fumar porros. Si no que van a poder acceder a medicamentos que antes eran muy limitados y se encontraban solo en farmacias hospitalarias. Porque, como indica Maradiaga, también coordinadora de las unidades del dolor del Hospital Universitario Santa Sofía y del Hospital HM Torrelodones, si los pacientes no encuentran estas soluciones en el sistema sanitario las buscan fuera de él, con todos los peligros que conlleva.

Medicamentos con cannabinoides legales hasta ahora 

Actualmente existen 2 fármacos legales en España derivados del cannabis. Son el Sativex y Epidiolex y su uso se reduce a hospitales. Como explican desde el Consejo General de Colegios Farmacéuticos, se autorizan en enfermedades muy concretas (esclerosis múltiple y algunas formas de epilepsia, respectivamente), y se usan fundamentalmente como tratamientos complementarios y cuando fallan otras terapias.

Sativex es una mezcla oral en proporciones iguales de THC y CBD. Desde la medicina se ha usado en otras indicaciones fuera de ficha técnica con seguimiento y estricto control médico y farmacéutico. El problema, según la SED, es precisamente la proporción rígida de componentes y la mala tolerabilidad la que en ocasiones limita su uso, específicamente efectos adversos cognitivos: somnolencia, falta de concentración o de memoria que aparecen inmediatamente tras su administración y limitan su uso.

“Pretendemos con la regulación acceder a formulaciones magistrales que tengan mayor flexibilidad en su composición y puedan aliviar diferentes tipos de dolor y de situaciones clínicas para los pacientes, con mejor tolerabilidad. Queremos acceder a una mejora de la calidad de vida en pacientes que la tienen muy mermada por su condición dolorosa crónica”, subraya Maradiaga.

Democratización del acceso para pacientes

La nueva legislación que está por llegar abre así 2 nuevas vías. Por un lado, da lugar a la creación de nuevos medicamentos y, por otro, los acerca tanto a las farmacias como a la Atención Primaria. De este modo, un médico de cabecera podría recetar fármacos con derivados del cannabis si así lo considera. 

Y es que uno de los problemas hasta ahora era esa limitación que obliga al paciente a tener que acudir al hospital. “Planteamos que se trabaje en la plena accesibilidad a los tratamientos autorizados con garantías sanitarias. Y para ello, la dispensación por los farmacéuticos en  farmacias, tanto hospitalarias como comunitarias, es la herramienta que lo puede asegurar”, señala Antonio Blanes, director de los Servicios Farmacéuticos del Consejo General de Colegios Farmacéuticos.

La red de farmacias está formada por más de 22.000 locales que cubren todo el territorio nacional, lo que juega en favor de la equidad para pacientes que viven lejos de núcleos urbanos y para los cuales el desplazamiento hospitalario supone una inversión de recursos. 

Diferenciación de términos

El espectro de patologías en las que aplicar el medicamento no se amplía mucho dado que, según los expertos, en otras dolencias no se ha visto que tenga una eficacia significativa estadísticamente. Eduardo Satué, Vicepresidente de Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria, insiste en diferenciar términos. “Hay pacientes que se pueden beneficiar de este tratamiento basándonos en unas dosis definidas y un consumo oral. La marihuana inhalada no mejora y está visto que el consumo debe ser oral. Con las dosis definidas es bastante seguro y da poca reacciones adversas, pero lógicamente esto tiene que estar sujeto a un control sanitario y desde la farmacia comunitaria estamos convencidos de que vamos a poder gestionar ese control”. 

“Tenemos que eliminar el mito de que ahora la gente se va a poner a fumar marihuana. Es un tratamiento igual que los opiáceos y nadie está fumando opio por las esquinas. Aquí va a pasar lo mismo”, aclara Satué.

Cannabis es un término global. Dentro del cannabis medicinal se podrá usar tanto la marihunna como el cáñamo industrial. Cada planta tiene unos principios activos, llamados cannabinoides. El tetrahidrocannabinol, más conocido como THC, es el psicoactivo responsable de lo que comúnmente se conoce como colocón. 

El CBD es un principio activo cuyo consumo es legal en productos que tengan más de 0,2 de THC o  más del 1% y tiene muchas propiedades. El uso del cannabis medicinal, que engloba todos los cannabinoides, hará que el potencial sea mucho mayor, porque a día de hoy es muy restringido. 

El precio

El precio que tendrán en mercado está aún por determinar y dependerá, en gran medida, de la composición del medicamento y los acuerdos a los que llegue el Ministerio de Sanidad con los laboratorios. Sin embargo, Satué apunta que hasta ahora el precio de Sativex y Epidiolex no ha sido “especialmente caro”, teniendo en cuenta de que se trataba de fármacos hospitalarios y rondaba los 200 euros.

Nuevo paradigma: ¿Un nicho de mercado para la industria CBD?

Debido al acceso restringido a esos medicamentos, en los últimos añoshan proliferado exponencialmente los productos de CBD. Una demanda que han vivido desde el sector farmacéutico. El dolor crónico es una de las principales causas por las que la gente acude a productos como los de Profesor CBD, el eCommerce del sector nº1 de España según Forbes. Personas que tienen claro que el CBD no es una solución, pero palia los dolores del problema. Pacientes con lumbalgia, problemas de sueño, dolores musculares o crónicos son una gran parte de quienes acuden a este sector.

Lo sabe bien Borja Iribarne, CEO de la empresa, porque él empezó por el mismo motivo. “Los usuarios en la mayoría de las ocasiones tienen problemas médicos que palian con estos productos. Cuando creo el proyecto en 2018 lo hago para buscar una solución a las dolencias que tiene mi madre tras superar un cáncer. Se le subía la tensión, no podía tomar antiinflamatorios y tenía hernias en el cuello, además de artrosis y problemas de sueño”. 

Celebra la futura legislación porque entiende que “el CBD nunca debe ser sustitutivo de un tratamiento sanitario”. “El procedimiento perfecto sería que un usuario con un problema consulte a su médico si puede tratarse con estos productos para ayudarle con la terapia actual. Muchos lo hacen, otros no. Por eso pedimos una regulación también del recreativo. Podríamos garantizar que el usuario sepa para qué está utilizando el producto, porque luego hay uso por moda y además el problema de la autoeducación en España es grave”, añade

Posibles sinergias

Está claro que son las farmacéuticas quienes deben formular los nuevos medicamentos que se legislen. Pero esta empresa ya ha comenzado a reunirse con ciertos laboratorios de cara a la posibilidad de unir fuerzas. “Se nos abre una oportunidad de negocio y estamos en contacto con las dos farmacéuticas más potentes de España. Estamos iniciando una investigación de producto para desarrollar un producto que se venda de manera conjunta y queremos ir de la mano”, apunta Iribarne.

“Los contactos que hemos tenido han sido muy positivos y no nos tratan como peces pequeños, sino que admiran cómo hemos inventado un mercado con muchas restricciones que no existía. A día de hoy nos tratan como si fuéramos consultores con un conocimiento de un principio activo que ellos no tienen y hay muchas posibilidades de colaboración”, adelanta. 

¿El primer paso para una legalización más amplia?

Desde la empresa entienden que ha costado mucho tiempo que los partidos se pongan de acuerdo para dar estos pasos, pero confían que en el futuro la ley vaya más allá. “En Canadá la ley al principio legalizaba para problemas como ansiedad, estrés y problemas de sueño. Aquí se ha comenzado con problemas que el gobierno considera mucho más graves como primer paso. Se han reunido con profesionales a nivel internacional y han sacado estas conclusiones. Pero seguirán estudiando porque la postura era que no tenían certeza de que el uso del cannabis pudiera ayudar a determinadas patologías. Ahora ya tienen certeza de que ayudan a esas y progresivamente tendrán más estudios y podrá llegar a más patologías”.

Aunque aún hay muy pocos datos, Iribarne señala que hay que diferenciar al usuario recreativo del medicinal, pero para él no son excluyentes: “El error, que han cometido algunos países, es discriminar al usuario recreativo. Inicialmente se separan, pero normalmente se legisla el medicinal, y después de unos años el recreativo. Hay miedo de que regulando el primero aumente el segundo y eso es una razón más para regularlo. También que el usuario tenga un producto de calidad y no esté comprando de una manera ilegal un producto sin calidad”, defiende. 

En este sentido defienden los beneficios de recaudar impuestos, y es que de esta forma, en países como Canadá recaudan 1.700 millones de euros al año.