Los snacks y chucherías son cada vez más caros y la culpa no es de la inflación

Alex Bitter
| Traducido por: 
A Kitkat chocolate bar is pictured in the supermarket of Nestle headquarters in Vevey, Switzerland, February 16, 2017. REUTERS/Pierre Albouy
Thomson Reuters
  • Los precios suben más rápido que la inflación y las grandes compañías reportan mayores ganancias.
  • Empresas como Nestlé o Unilever han aumentado los precios muy por encima del coste de producción.

Se supone que la inflación de los alimentos se está desacelerando, y los precios incluso se están reduciendo. Pero lo que pagas por productos como chocolatinas y chucherías no para de subir.

Las compañías de alimentos más grandes del mundo se pasaron la primera mitad de este año aumentando los precios, según varios informes de ganancias publicados esta semana. 

Nestlé, fabricante de KitKat y el café Nescafé, entre otros, aumentó los precios un 9% durante los primeros seis meses de 2023. El precio medio de venta de Coca-Cola fue un 10% más alto durante su segundo trimestre, mientras que los de su rival PepsiCo fueron un 15% más altos.

Pero en Estados Unidos los precios de los alimentos subieron un 5,7 % durante los primeros seis meses del año, según el índice de precios al consumidor.

Ramón Laguarta, director ejecutivo de PepsiCo, declaró a principios de este mes que los consumidores han seguido comprando las marcas de la compañía, incluso cuando se han vuelto más caras. "Hemos podido aumentar los precios y los consumidores se mantienen", señaló en un reporte económico.

Algunos factores externos han afectado los costes que las principales empresas de alimentos pagan para producir sus productos. La guerra en Ucrania, por ejemplo, ha mantenido los precios de algunos cereales más altos de lo normal.

Pero las empresas enfrentan menos costes que cambian rápidamente ahora que en los primeros años de la pandemia. Y, como muestran sus ingresos, gran parte del aumento de precios va a los resultados de las empresas.

Coca-Cola, por ejemplo, registró un aumento del 11% en las ganancias por acción en su segundo trimestre. En Nestlé también subieron un 11%, mientras que la ganancia de PepsiCo casi se duplicó en su último trimestre respecto a 2022.

Es especialmente fácil para las empresas mundiales de alimentos aumentar los precios, dado que unas pocas compañías son propietarias de la mayoría de las marcas en las tiendas de comestibles del mundo.

El aumento persistente de los precios también podría ayudar a que sea más atractivo para la Reserva Federal aumentar las tasas de interés en el futuro, según el New York Times.

Pero se empieza a ver que los consumidores no están dispuestos a soportar precios de alimentos más altos indefinidamente.

Varias de las empresas que subieron los precios también exponen que los volúmenes de ventas, o la cantidad real de productos que vendieron, cayó durante el último año. 

Cuando las empresas suben los precios demasiado o muy rápido, los consumidores dejan de comprar y buscan alternativas. Eso le sucedió a principios de este año a Clorox, la compañía detrás del carbón Kingsford. Elevó los precios, pero los consumidores optaron por comprar carbón de la marca Walmart.

El presidente ejecutivo de Coca-Cola, James Quincey, dejó ver esta semana que algunos consumidores en Estados Unidos y Europa han comenzado a comprar versiones más baratas de las bebidas de la compañía. "Hemos visto cierta voluntad de cambiar a marcas privadas en ciertas categorías", explica Quincey.

Incluso algunos consumidores están cambiando el lugar donde compran sus snacks. "Están comprando más en tiendas de un dólar", manifestó Laguarta.

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