Sólo el 6% de los españoles ahorra más que antes, frente al 18% que lo afirmaba en 2020, y el 80% no puede ahorrar

Una de las (pocas) buenas noticias tras la pandemia fue la enorme bolsa de ahorro que acumularon los españoles. La mala noticia en 2021, año de la recuperación, es que esa bolsa ya no crece más.

Sólo el 6% de los españoles declara poder ahorrar más que antes en 2021, frente al 18% que lo afirmaba en 2020, mucho menos de la mitad, y un 80% directamente no puede ahorrar, según el II barómetro Asufin de Situación financiera. La caída de un año para otro es de nada menos que el 66%.

En 2020 la tasa de ahorro alcanzó máximos históricos, superando los 46.000 millones de euros en dinero contante y sonante, según cálculos de CaixaBank Research.

Es lo normal. En 2020 primero hubo casi tres meses de confinamiento, y durante el resto del año las restricciones impidieron que el consumo se pareciera al que había antes de la pandemia. 

La demanda no podía gastar como antes, además había incertidumbre por la situación de crisis y, por tanto, se ahorraba más.

Pero llega 2021, el éxito de la campaña de vacunación permite que se relajen muchas restricciones, y el dinero vuelve a fluir. El 40,7% de los encuestados tiene la sensación de que la situación económica ha mejorado. Un aumento "importante", según Asufin, teniendo en cuenta que en 2020 apenas lo pensaba un 8,4%.

Esta mejora de las perspectivas se debe a la percepción de que la economía española se recupera, algo que un 5,1% ha visto reflejado en un aumento de sus rentas.

Y si los ingresos aumentan y también lo hace la confianza en la economía, el gasto es mayor. El 42,2% declara que sus gastos se han visto incrementados, casi el doble que en 2020 (24,2%).

Esta es la primera causa que explicaría la caída en el ahorro y que el aumento visto en 2020 era, explican desde Asufin, “forzoso, como consecuencia del COVID-19. Mientras que la mayor normalidad impulsa a gastarlo".

Pero hay una segunda explicación menos optimista, y que tiene que ver con la inflación. La economía española, como otras a nivel mundial, lleva meses sufriendo tasas de inflación en máximos desde los años 90. Estas subidas se deben al fuerte encarecimiento de la energía y los alimentos, bienes de primera necesidad.

"La subida de precios, especialmente relevante en la energía y los combustibles, es un factor que no sólo limita la renta disponible de las familias, al elevar sus gastos, sino que también puede condicionar sus expectativas de futuro", añade el informe.

De hecho, a pesar del optimismo, un 52,9% de los encuestados ha tenido que pedir ayuda financiera, principalmente a familias y amigos (25,1%) o recurriendo a tarjetas de crédito (13,2%) y préstamos (8,4%).