Sony lo vuelve a hacer con los WF-1000XM5: superan en todo a la anterior generación y vuelven a ser lo mejor del año

Sony lleva siendo el rey de los auriculares desde hace ya varios años. 

Los WH-1000XM5, los últimos auriculares de diadema de la compañía, me dejaron asombrado el año pasado gracias a su pequeña revolución estética y mejoras en todo lo relacionado con la calidad de sonido y la cancelación de ruido. 

Los WF-1000XM4, los TWS de 2021, también se llevaron el galardón a mejores auriculares del año, por su comodidad extrema, sonido y su excelente habitual cancelación de ruido.

Ahora ha pasado por mis manos la siguiente generación: los WF-1000XM5.

Unos auriculares in-ear que no solo han mejorado en prestaciones como el sonido, la calidad de la cancelación o las mejoras en experiencia de usuario, sino que también han sufrido una pequeña revolución en el apartado de diseño para ser más cómodos que nunca. 

A lo largo de estas 2 semanas he disfrutado como nunca con estos auriculares y prácticamente no tengo ningún punto negativo que remarcar. Ni siquiera su precio de 320 euros. Al final, la calidad se paga y, en esta ocasión, merece mucho la pena. 

Sigue leyendo si quieres conocer más en profundidad mi opinión sobre los WF-1000XM5.

Pequeña gran revolución en diseño: no solo cambian en estética, sino que son más cómodos que nunca. 

Al igual que ocurrió con los WH-1000XM5 que supusieron una revolución frente a anteriores generaciones, los WF-1000XM5 también cambian en diseño y lo hacen para bien. Para muy bien. 

No solo por la estética, mucho más moderna y refinada, sino que ahora son más cómodos que nunca gracias a que son más ergonómicos y menos toscos. Y lo hacen incluso incluyendo un driver más grande en su interior. 

Donde también se encuentra otro elemento estético diferenciador es en unas puntas de silicona forradas con espuma —existen 4 tallas a elegir según el tamaño de tu canal auditivo— que consigue hacer una cancelación de ruido superior a anteriores generaciones y lo más importante: los hace mucho más cómodos. 

Ahora bien, en estas 2 semanas de uso se han ensuciado bastante y es mucho más complicado limpiarlos con facilidad. 

En cuanto al estuche, es mucho más reducido que la anterior generación. Tanto que incluso logra que te olvides de que lo llevas en el bolsillo. Además, su forma tipo cofre con la parte baja plana consigue que sea más sencillo dejarlo sobre una mesa o usar la carga inalámbrica. 

En sonido no tienen rival y además cuenta con códecs AAC y LDAC (Hi-Res) para ofrecer la mejor experiencia sonora posible.

En cuanto a sonido, Sony vuelve a dar la talla. 

A pesar de que los de la anterior generación ya eran brillantes, aquí la compañía nipona vuelve a subir el nivel, algo que parece impensable. 

Lo consigue gracias a una configuración de doble chip, procesador de ruido QN2e y procesador V2, que consigue mejorar la señal de audio de bluetooth, así como unos drivers de 8,4 mm. 

¿El resultado? Magistral. Cualquier canción gana enteros, está llena de matices y pequeños detalles y da igual el género. Todo suena de absoluto escándalo. 

Y para redondear, cuenta con códecs AAC y LDAC (Hi-Res) para ofrecer sonido de calidad excepcional. Eso sí, debes tener un móvil compatible para disfrutar de esta tecnología, claro. 

La joya de la corona es el sonido 360º —necesitas una app de pago como Tidal, por ejemplo— que mejora lo visto en anteriores generaciones gracias a que ahora, los auriculares, detectan el movimiento de la cabeza para así ofrecer un sonido más tridimensional. 

Para que te hagas una idea: si giras la cabeza hacia la izquierda, el sonido pasará a recibirse principalmente por el oído izquierdo. 

La única pega de todo esto, como ya te he dicho, es que necesitas una suscripción a un programa que tenga sonido 360º. Como es costumbre, Sony ofrece en la caja una suscripción a Tidal, pero si ya has tenido una suscripción de este tipo con otros auriculares de la compañía, no podrás canjear el código. 

La cancelación de ruido vuelve a subir de nivel y ya parece cosa de magia.  

En este sentido, Sony no tiene competencia. Ya eran los mejores y ahora reafirman esta posición con una cancelación de ruido superior. Sinceramente, ya parece cosa de magia. 

Sony explica que han mejorado la cancelación de ruido en un 20% respecto a la anterior generación y lo cierto es que incluso parece superior. 

Cuando los tienes sin música ya consigue apagar muchos sonidos, pero cuando pones una canción, todo el exterior desaparece por completo. 

Solo una pega: con las puntas de silicona tuve bastantes problemas. Parecía que ninguna de las tallas que vienen en la caja encajaban conmigo y estuve bastante rato hasta que encontré unas que la aplicación Headphones Connect determinó que sí que sellaban por completo mi canal auditivo. 

Ahora bien, mi pareja, mi padre y mi hermano también probaron los auriculares y encontraron su talla al primer intento, por lo que igual se trata de casos muy aislados. 

Y como es habitual, puedes manejar la cancelación de ruido desde la aplicación de Sony. O bien dejas que la app decida qué hacer dependiendo de lo que estás haciendo —con bastante acierto, todo hay que decirlo—, o bien tú mismo decides si quieres tener activada o desactivada la cancelación de ruido. 

Control mediante gestos con la cabeza, fabulosa aplicación para tenerlo todo controlado y un sinfín de utilidades que consiguen que la experiencia de usuario sea sensacional. 

En cuanto a experiencia de usuario, todo rinde como debería.

Como es habitual en los dispositivos de Sony, todo se maneja a través de la aplicación Headphones Connect, disponible tanto en iOS como en Android, en donde te puedes encontrar las opciones de cancelación de ruido, la posibilidad de cambiar los controles táctiles, el ecualizador y las opciones de actualización de software.

A destacar 2 puntos fundamentales: conexión multipunto, para tener 2 dispositivos conectados a la vez, y Fast Pair en dispositivos Android —en iOS toca buscarlos a través del bluetooth. 

Por lo demás, cuenta con unos controles táctiles muy buenos que puedes configurar a tu gusto, así como controles mediante gestos por la cabeza. 

Esto último está en fase experimental, pero llama la atención que salvo determinados momentos funciona bastante bien. De momento, eso sí, está bastante recortado y puedes cambiar de canción o coger una llamada girando la cabeza de lado a lado o asintiendo.

Una autonomía monstruosa que dependiendo del uso que le des puede darte hasta 3 días de uso.

La batería también es uno de los puntos más positivos del conjunto. 

Sony promete 8 horas de autonomía con cancelación de ruido activa antes de que tengas que pasarlo por el estuche de carga y la sensación es que consigue algo más. Es decir, puedes tenerlos puestos todo el día escuchando música durante tu jornada laboral o de estudio y no tendrás que preocuparte. 

Por su parte, el estuche de carga otorga unas 20 horas extra. ¿Resultado? Puedes pasar días antes de que tengas que cargar el equipo. Una pasada. 

Los WF-1000XM5 son los mejores auriculares del año y además logran lo imposible: mejorar en prácticamente todo a la anterior generación.

Llevo probando esta gama de auriculares de Sony desde hace ya 3 años y siempre acabo diciendo lo mismo: son de lo mejor del mercado.

Lo más sorprendente es que logran superarse a sí mismos una y otra vez de manera constante y estos WF-1000XM5 no iban a ser menos y lo vuelven a conseguir: una cancelación de ruido magistral, un sonido brillante y una experiencia de usuario sensacional.

Solo se le puede poner una pega: un precio de 320 euros. 

¿Merecen la pena? Cada euro. El problema es que luchan contra sí mismos. La anterior generación e incluso los XM3 ya son excelentes y están mucho más baratos.

Ahora bien, si quieres lo máximo en prestaciones, no te vas a arrepentir.